Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Opinión

20 de Febrero de 2014

Nueva Mayoría en llamas por Venezuela: Dirigentes se dividen entre chavistas y antichavistas y parlamentarios buscarán cita con Maduro

El parlamentario socialista Fidel Espinoza recordó el episodio en que la Cancillería encabezada por Soledad Alvear “en algún momento quiso avalar un intento de golpe de Estado en ese país”, en referencia al secuestro sufrido en 2002 por el presidente Hugo Chávez. Con todo, el escenario en la coalición opositora se divide entre fervientes partidarios de la revolución bolivariana, encabezados por el PC, el MAS y la Izquierda Ciudadana. La DC, en tanto, como aliada internacional de Copei -partido venezolano opositor-, no dejará de manifestar su rechazo al gobierno de Nicolás Maduro, que atraviesa sus días más difíciles.

Richard Sandoval
Richard Sandoval
Por

El 11 de abril de 2002, la oposición venezolana dio un golpe de Estado contra el Presidente Hugo Chávez. Mientras casi la totalidad de los gobiernos latinoamericanos solidarizaron con el mandatario depuesto, el gobierno chileno no lo hizo y emitió una declaración lamentando “que la conducción del gobierno venezolano haya llevado a la alteración de la institucionalidad democrática”. El golpe, finalmente fracasó y Ricardo Lagos pidió la renuncia del embajador que leyó el texto antichavista, Marcos Alvarez. El año pasado, en entrevista con La Tercera, el ex embajador responsabilizó de la redacción de la declaración a la Canciller en ejercicio, Soledad Alvear. “Indudablemente que la condición de militante pesa”.

La misma opinión tiene el diputado del PS Fidel Espinoza, quien en conversación con The Clinic Online llamó a la DC a no “cometer el mismo error” que en aquella ocasión, al apoyar a la oposición del actual gobierno de Nicolás Maduro. “Encuentro lamentable, porque los mismos que aducen -los Walker y otros- razones de Derechos Humanos, son los primeros que han visitado en giras de Estado a países donde efectivamente están claramente afectados los Derechos Humanos. Entonces, hay un doble discurso en la materia que es lamentable. Yo desearía que la Democracia Cristiana no cometiera los errores que en el pasado se cometieron (…) en algún momento quiso avalar un intento de golpe de Estado en ese país en el gobierno de Lagos que el Presidente mismo después tuvo que rectificar después. Yo quiero y respeto mucho al Presidente Lagos, pero hubo una Canciller ahí que provocó un problema bastante grave. Entonces yo desearía que aquellos parlamentarios democratacristianos que tiene estas aprehensiones conozcan la realidad del país antes de hablar”, señaló Espinoza.

La opinión del representante de Los Lagos, expresa la división que existe en el seno de la Nueva Mayoría respecto a la crisis por la que atraviesa la revolución bolivariana, desatada tras las protestas estudiantiles que dejaron tres muertos la semana pasada. Con la incorporación del Partido Comunista, se reforzó el eje de apoyo a Maduro y su partido oficialista, que además cuenta con el conocido respaldo del MAS de Alejandro Navarro, y de la Izquierda Ciudadana del diputado Sergio Aguiló. Esto, choca con la oficial adhesión de la Democracia Cristiana a la oposición al chavismo en Venezuela, debido a la hermandad de la Falange con la colectividad Copei, en la Internacional Democratacristiana.

La tensión entre los bloques de la coalición aumentará el 11 de marzo (cambio de mando de Michelle Bachelet), fecha para la cual Espinoza, junto con otros personeros como Alejandro Navarro, buscarán un encuentro con el Presidente Maduro, para el que iniciarán gestiones. De esta forma, esperan contrarrestar la posibilidad de manifestaciones en contra del mandatario. según señala Espinoza.

A continuación, la postura de insignes chavistas, antichavistas e intermedios al interior de la Nueva Mayoría, colectividad que comenzará a gobernar en pocas semanas, y que deberá recibir la visita de Maduro a la asunción de la Presidenta Bachelet.

Fidel Espinoza (PS)

“Tengo una opinión absolutamente positiva. Yo estuve en Venezuela en varias oportunidades durante el gobierno de Chávez y fui testigo de que independiente de que había situaciones (…) porque no puedes cerrar los ojos y decir que todo marcha de manera espectacular, pero muchas veces cuando en Chile se decía que no había libertad de expresión y uno estaba en Venezuela y se daba cuenta de que eso no era así y que hay cualquier cantidad de medios de oposición que en el día a día destrozaban a Hugo Chávez, quien no obstante tenía un gran arraigo sobre todo en los sectores populares donde ese gobierno implementó políticas de Estado que realmente le mejoraron la calidad de vida a la gente. Entonces, desde ese punto de vista yo tengo una percepción de respeto respecto a la revolución de Venezuela, no obstante ello tengo estas aprehensiones respecto a ciertos estilos que muchas veces eran un tanto individualistas en la gestión presidencial”.

Lautaro Carmona (PC)

“Apoyamos la revolución bolivariana porque reivindica la soberanía popular, y es un proceso que viene por un mecanismo democrático y apunta a un rol democratizador de la sociedad; y particularmente de las inmensas mayorías vinculadas al mundo del trabajo. Es un proyecto que tiene origen en la posibilidad de poder incorporar e integrar a la inmensa mayoría de los trabajadores. No cabe ninguna duda de que el proceso bolivariano ha dado una gran batalla por acercar la educación en general y superior a todos los sectores, y ha facilitado la integración de los trabajadores. Por otra parte, es un proceso que ha buscado la integración de los países de América Latina y el Caribe en instancias como Unasur y la cumbre de la Celac”.

Sergio Aguiló (Izquierda Ciudadana)

“Apoyo absolutamente el proyecto político de la revolución bolivariana, la conozco bien porque he asistido tres veces como parlamentario observador de elecciones, tanto de Presidente como de reformas a la Constitución. De tal manera, que conozco de cerca el país. Creo que con todas las distancias y diferencias que tienen los países -Venezuela es un país muy distinto a Chile, tropical, completamente entusiasta y medio violento-, el proceso venezolano se parece mucho al que encabezó el Presidente Allende, se pueden hacer muchos paralelos. Es un país que está haciendo cambios profundos, pero que respeta la libertad y la democracia, hay oposición crítica y oposición social, pero también un muy fuerte apoyo al proceso”.

“Yo he ido a hacer el ejercicio de ir a un kiosko y comprar los diarios todos los días, y hay más diarios de oposición que del gobierno. Después veía la televisión, tanto canales a favor como en contra, como ocurría en Chile en la UP, cuando los canales opositores le daban con todo al Presidente Allende. De manera que creo que es un proceso democrático y complejo, porque afecta a intereses muy grandes. Desde esa visión, no soy completamente acrítico, creo que hay muchas cosas que se pueden corregir. Los liderazgos en Venezuela, como los del presidente Chávez y Maduro, que en el cono sur nos cuesta mucho comprender, de ese tipo de declaraciones tan entusiastas por decirlo menos, son parte de la idiosincrasia de esos pueblos, como las formas en que se enfrentan. Venezuela es uno de los países más violentos del mundo, en la cantidad de asesinatos por delincuencia común. Todo eso hay que entender, pero haciendo la ralla para la suma soy muy partidario, porque han alcanzado niveles de igualdad en un país donde la corrupción de los partidos tradicionales había desbordado a la nación”.

Alejandro Navarro (MAS)

“Creo que el proceso de la década virtuosa de América Latina, que ha llevado al poder mayoritariamente a gobiernos de izquierda, ciudadanos, progresistas; y que tiene a muchos ex guerrilleros de izquierda, como Pepe Mujica, como Dilma Rouseff, como Daniel Ortega, son procesos muy interesantes desde el punto de vista de una América Latina integrada para resolver sus problemas. Conozco profundamente el proceso bolivariano y personalmente al Presidente Hugo Chávez, y estoy orgulloso de la amistad que tuvimos durante el tiempo que nos conocimos, y creo que el proceso de Venezuela y su maravillosa constitución -la mejor de América Latina, votada por el pueblo con el 72% de apoyo-, dan cuenta de procesos de los cuales hay que aprender, no copiar, y creo que los sucesos que hoy día tiene Venezuela no dan cuenta de la realidad interna. En las elecciones del 8 de diciembre, el 77% de los municipios son chavistas, en las elecciones de gobernador de septiembre, 20 de los 23 estados son chavistas, y el chavismo tiene el 62% de la Asamblea Legislativa. Es una mayoría ciudadana comprobada elección tras elección, y creo que hay un plan desestabilizador externo para dañar al gobierno de Nicolás Maduro. Es un deber de los demócratas defender las democracias cuando sufren ataques que efectivamente no dicen relación sólo con el legitimo derecho a movilizarse de la oposición, que me parece bien y tienen todo el derecho. De lo que no tienen derecho es de tratar desestabilizar un gobierno elegido democráticamente”.

Respecto a las diferencias con la DC, sostiene que “como la Nueva Mayoría se constituyó para gobernar Chile, los temas exteriores no debieran generar ningún tipo de problema. Yo estoy, como presidente del MAS apoyando el programa de Bachelet, no apoyando el programa de Maduro. Es un tema de debate político sobre el cual está permitida la diferencia. Tuvimos coincidencias con la DC en el programa de Bachelet y eso es lo que rige. Hay un grado de libertad en esta materia internacional con una salvedad: la DC en el único lugar del mundo que tiene una alianza con la izquierda es en Chile. La DC en toda América Latina está aliada con la derecha, y yo soy de los que creo que hay que preservar la alianza de centroizquierda con la DC en Chile. Sobre estos temas podemos diferenciarnos y discutir, pero jamás va a ser un motivo de quiebre”.

Hosaín Sabag (DC)

“Desde luego yo creo que el sistema de ellos los está llevando justamente a un período que nosotros también lo vivimos, de desabastecimiento, la gente se va a desesperar porque no encuentra los alimentos básicos para sus familias, y eso hace que salgan a la calle con mucha hidalguía y con mucha fuerza. El gobierno, para contraatacarlos dice que son los empresarios, pero no es así. Usted jamás puede motivar a una masa grande si no está afectada directamente. Entonces, eso mismo de que estén hoy día apresando a un alcalde, yo diría que son presiones absolutamente indebidas, porque es una manifestación espontánea de la ciudadanía, que no está aceptando las cosas que están ocurriendo hoy día en Venezuela”.

“Yo creo que o se cambia de sistema o con ese procedimiento no se augura nada bueno para Venezuela. Cuando un país ya no es capaz de producir siquiera los alimentos para comer es evidente que empieza a ponerse la situación muy complicada. Son situaciones elementales en la vida de los pueblos, yo he visto como se arrebatan las cosas la gente, porque no hay cosas elementales como papel higiénico, toallas, alimentos, es evidente que la gente se empieza a molestar. A la gente no le pagan para que salga a la calle, ni la motivan con un discurso, sino que es la necesidad que ellos están viendo. Por eso muchas veces las revoluciones nacen por la fuerza que la gente va adquiriendo de los hechos que están viviendo en cada uno de sus hogares. Así que aquí nadie le va a creer al Presidente Nicolás Maduro que son gente que está siendo agitada por los partidos políticos. Esta es una situación que viene in crescendo desde hace ya mucho tiempo, yo tengo amigos que van a Venezuela y lo único que les piden es alimento, llevan cuatro maletas llenas de alimentos. Pero esto ya hace muchos meses y ya está empezando a explotar. El gobierno debe modificar su política en la parte económica y abrir el libre mercado para que puedan llegar las cosas y que tengan valores reales, porque ¿quién puede estar perdiendo plata permanentemente? Comprar un producto a 10 para venderlo a 5, se puede una vez, pero no siempre. Nosotros también lo vivimos, hay personas que han hecho seis horas cola para comprar algo, o sea, cuando ya empieza el estómago, la única preocupación de las personas es conseguir alimento, ¿qué otra prioridad hay en la vida que no sea la alimentación y cubrir las necesidades básicas? Eso es muy serio, y ojalá que se den cuenta oportunamente y puedan cambiar de política en ese aspecto. Cada país es dueño de tener el gobierno que estima pertinente, pero no me cabe duda que con este procedimiento no se augura -a la larga o a la corta- algo bueno para Venezuela”.

Fuad Chahín (Vicepresidente DC)

“El Copei es nuestro partido aliado en la Internacional Democratacristiana y hoy día está en la oposición al gobierno de Nicolás Maduro, naturalmente. Nosotros no tenemos opinión respecto de los proyectos políticos de cada uno de los países. Respetamos absolutamente el derecho de autodeterminación de los pueblos, lo que sí es que vamos a bregar siempre por el respeto de los principios democráticos, de los DDHH, y en este caso nosotros repudiamos la violencia tanto de particulares como agentes del Estado en Venezuela y bregamos por que se garanticen todos los derechos humanos de los venezolanos, como el derecho a manifestarse, a la libertad de expresión, de prensa y de reunión. Y esperamos entonces que el gobierno, principal responsable de garantizar aquello, asuma este liderazgo de garantizar el cumplimiento de los DDHH, y que también busque una vía siempre de diálogo democrático e institucional para la salida de la crisis. Nosotros no estamos bregando por quiebres institucionales ni desconocemos que el gobierno de Maduro es legítimo e institucional, y no nos corresponde opinar de cada uno de los proyectos políticos de los países; pero sí alzamos la voz para defender los DDHH y principios democráticos en todas partes del mundo”.

Guido Girardi (PPD)

“Maduro no me representa particularmente, pero considero que es inaceptable que en una sociedad que definió democráticamente sus conflictos aunque sea por un voto, hoy día quienes perdieron intenten socavar el resultado democrático, y además con el apoyo de distintos poderes fácticos internacionales. Esto es muy parecido a lo que pasó en Chile con Salvador Allende. Puede que a muchos no les gustara Allende, pero ganó legítimamente en las urnas y tenía la legitimidad. Pero a los poderes fácticos, tanto nacionales como internacionales, no les pareció este gobierno, y es sabido que muchas protestas que hubo en Chile durante la UP eran financiadas por la CIA. A mí me parece que cuando se habla de DDHH, que es reconocer la vida y la libertad, también es reconocer los resultados de los procesos democráticos. En Chile también hubo algunos que apoyaron el golpe y la desestabilización de Allende”.

Rol de la DC: “Creo que en estas materias cada uno tiene sus propias cartas democráticas. Yo pienso que no me parece razonable que el proyecto político que gana democráticamente en las urnas, donde hubo veedores internacionales; aquellos que pierdan la elección busquen generar mecanismos para desestabilizar un régimen que se impuso democráticamente, y que aquellos que pierden las elecciones al no poder ganar en las urnas lo hagan a través de la desestabilización, y a través de lobbys y apoyos de los mismos poderes fácticos de siempre, empresariales y políticos. Y la Democracia Cristiana si a ella le parece respaldar eso es problema de ellos. Y además, nosotros cometimos el error en Chile donde muchos apoyaron el golpe de Estado contra Chávez, a lo que Chávez luego se impuso nuevamente democráticamente en las urnas. Pero allí hay algunos que incluso no trepidaron en apoyar un golpe de Estado. Yo por lo menos no comparto el proyecto chavista de Maduro, pero más allá de que a mí me guste o no, yo reconozco que ese proyecto se impuso democráticamente en la sociedad venezolana, y le corresponde por lo tanto, ojalá a un mecanismo democrático resolver esos conflictos”.

Notas relacionadas