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Opinión

14 de Septiembre de 2014

Columna: Persiguiendo sueños

* Soy de las que cree que se deben perseguir los sueños, porque si uno se la juega, se cumplen. Y hoy, a 41 años del Golpe Militar, es emocionante tener la libertad de condenar la dictadura que vivió Chile y no sentir que soy la oveja negra. En Amplitud caben todos. Es una frase […]

Karla Rubilar
Karla Rubilar
Por

pinochet YT
*

Soy de las que cree que se deben perseguir los sueños, porque si uno se la juega, se cumplen. Y hoy, a 41 años del Golpe Militar, es emocionante tener la libertad de condenar la dictadura que vivió Chile y no sentir que soy la oveja negra.

En Amplitud caben todos. Es una frase que repetimos bastante en cada una de nuestras reuniones. Es un movimiento conformado por personas de distintas edades, de diversos sectores políticos, en especial del mundo independiente, y que nunca participamos en política durante la dictadura. Es un orgullo decirlo.

Tal como lo señalamos desde el inicio, hace ya ocho meses, condenamos y rechazamos con la mayor de las fuerzas las violaciones a los Derechos Humanos que sufrieron miles de nuestros compatriotas durante la dictadura militar.

Pero no solo eso. Creemos que debe haber justicia, porque son crímenes de lesa humanidad, y aún hay personas que pueden aportar en verdad, justicia y reconciliación.

Valoramos las políticas de consenso una vez llegada la democracia el año 1990. Hemos progresado en los ámbitos económico, social y cultural, y sabemos que parte importante de este desarrollo ha tenido como base el respeto por las instituciones.

Por lo mismo, en esta fecha tan simbólica y que lamentablemente sigue siendo objeto de profundas divisiones en nuestro país, en Amplitud asumimos el compromiso de hacer todo lo que esté en nuestras manos para evitar una situación de polarización ideológica como la que vivimos en Chile.

Nuestra democracia debe aprender a cuidar el lenguaje, a debatir sin caer en las caricaturas y sobre todo, con respeto. Y porque creemos firmemente en ello, es que nos hemos empecinado en tender puentes entre derecha e izquierda.

No es tarea fácil. Es impresentable, por ejemplo, que cada vez que se quieren hacer cambios profundos a nuestro sistema electoral, el argumento final para impedirlo sea que “vamos a volver a los tres tercios” o que “lo mismo pasó en el 73”.

O que cuando se pretende abordar algún aspecto de las libertades personales, las posiciones se extremen a tal punto, que es evidente que un acuerdo es imposible. Y esa situación no ocurre sólo en la derecha o la izquierda. Lamentablemente, es transversal.

La sociedad debe querer y cuidar las instituciones. Pero para eso, debe saber primero cómo funcionan. Y ahí el trabajo es enorme, porque significa no sólo educar, sino empezar a romper estigmas sociales, prejuicios y segregaciones.

Pero como soñar es gratis, y este tiempo en Amplitud he visto cómo se cumplen, nuestra meta es ambiciosa: Queremos impulsar una agenda de defensa de los derechos humanos con una mirada de futuro. Una agenda integral, que abarque no sólo la violencia política, sino temas como la integración de personas con capacidades diferentes, la no discriminación por origen étnico, los derechos de la mujer, el respeto por las diferentes orientaciones sexuales e identidad de género, y la protección de la libertad de culto.

Hacemos un llamado a todos los chilenos y chilenas a reflexionar sobre el país que queremos para nosotros y nuestros hijos, intentando sacar conclusiones de esta experiencia histórica que nos sirvan para una mejor convivencia en el futuro.

Mi sueño –o nuestro sueño- es que la historia no se repita, que aprendamos, que no olvidemos, porque si lo hacemos, terminamos dando vueltas en círculos. A 41 años del Golpe Militar, nuestra obligación moral es avanzar para alcanzarlo.

*Diputada de Amplitud

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