Nacional
18 de Noviembre de 2014Reforma educacional: La Iglesia pide gradualidad y escuchar a todos los sectores
"Estamos convencidos de que es posible buscar caminos de entendimiento en esta delicada materia", plantea el documento de la Conferencia Episcopal.
La Iglesia volvió a referirse a la reforma educacional e hizo un llamado a la “construcción de un sistema más equitativo y el fin de la segregación social desde la base, favoreciendo mayores grados de integración e inclusión”.
A través de un comunicado de la conferencia episcopal, la institución religiosa abogó que “por el bien superior de Chile, hacemos un ferviente llamado a todos los sectores, en especial al gobierno, al mundo político y legislativo, a trabajar con generosidad para alcanzar un gran acuerdo en educación, a impulsar una reforma en modo gradual”,
La Iglesia pidió una reforma “caracterizada por una transición serena y ordenada a las futuras entidades jurídicas, sin detrimento y menoscabo patrimonial de los sostenedores; a definir un abanico de fórmulas que flexibilicen y favorezcan la aplicación de las nuevas normativas de acuerdo a la pluralidad y complejidad de situaciones que componen la realidad del mundo particular subvencionado, asegurando un aumento de la subvención general como un servicio a la calidad”.
“Nos parece positivo que se vigile con atención que los recursos proporcionados por el Estado para la educación sean utilizados única y exclusivamente con este fin. Pero nos preocupa que la reforma pueda construirse sobre diagnósticos insuficientes de la verdadera y múltiple realidad de los colegios particulares subvencionados y que pueda afectar el legítimo funcionamiento de las comunidades educativas, sean laicas o confesionales, o desincentive a continuar educando o a crear nuevos colegios”, agrega el documento.
Respecto del rol de padres y apoderados, que se han manifestado en contra de algunos aspectos de la reforma que impulsa el gobierno, el comunicado dice que están “defendiendo sus derechos y su libertad de elegir la educación que desean para sus hijos. Así lo han hecho saber con mucha fuerza y claridad al país. La Iglesia reconoce el derecho a manifestar su inquietud y declara su esperanza de que su clamor no quede desatendido”.
“Estamos convencidos de que es posible buscar caminos de entendimiento en esta delicada materia y que se logrará en la medida que reine un espíritu de escucha, diálogo y búsqueda del bien común tanto en las autoridades como en los interesados en ofrecer su punto de vista y sugerencias”, indica la Conferencia Episcopal.