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Mundo

20 de Enero de 2015

La muerte de Alberto Nisman, el fiscal que denunció a Cristina Fernández

Muerto por un disparo en la cabeza en el baño de su departamento de Buenos Aires. Así fue encontrado el fiscal Alberto Nisman, de 51 años, quien dedicó la última década de su vida a investigar el atentado que en 1994 sufrió la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en el cual murieron 85 personas.

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alberto nisman efe

Muerto por un disparo en la cabeza en el baño de su departamento de Buenos Aires. Así fue encontrado el fiscal Alberto Nisman, de 51 años, quien dedicó la última década de su vida a investigar el atentado que en 1994 sufrió la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en el cual murieron 85 personas.

En un comienzo, la fiscal a cargo del caso, Viviana Fein, aseguró frente a los medios que no va “a aventurar ninguna hipótesis. No puedo observar si fue suicidio o no. Les pido prudencia. Voy a llevar a cabo la investigación”, mientras que pocas horas, después de realizarse la autopsia, se informaría que el deceso de Nisman fue producto de un suicidio, sin participación alguna de terceros, solo horas antes de tener que presentarse frente al Congreso para dar a conocer el resultado de su investigación.

Sería en esta presentación frente al Congreso en donde acusaría a la actual presidenta de Argentina Cristina Fernández, así como al canciller Héctor Timerman y otros políticos ligados al kirchnerismo, de haber encubierto a los terroristas detrás del atentado a la AMIA a través de un acuerdo con Irán, los que involucraban el intercambio de petroleo por granos.

Algunos días antes había sido el mismo Nisman quien había afirmado que, a sabiendas de la gravedad de la acusación sobre Fernández, “yo puedo salir muerto de esto”, incluso avisando a su propia hija que podría escuchar “cosas tremendas” sobre él en los días siguientes.

Con el paso de las horas, algunos parlamentarios opositores al gobierno de la Señora K salieron a respaldar el trabajo del fiscal, pidiendo la continuidad de esta investigación. La senadora Gabriela Michetti dijo que “aunque hubiera sido un suicidio, es una muerte que tiene alrededor mucha oscuridad, que genera mucha sensación de confusión, de miedo, de incertidumbre porque no es cualquier suicidio, si lo fuera, y tampoco es cualquier muerte”.

La nebulosa en torno a la muerte de Nisman llevaron a que muchos argentinos salieran a la calle a protestar, ocupando la consigna “Somos Nisman” y “Yo Soy Nisman”, rememorando la frase que se utilizó en Francia y en el mundo para repudiar el ataque recibido por la revista Charlie Hebdo. “La gente sigue firme pidiendo justicia y esclarecimiento”, decían tanto en las calles como en las redes sociales, haciendo un llamado a una investigación transparente respecto al presunto suicidio.

Solo en la noche, y a través de una carta publicada en la página del gobierno trasandino, Cristina Fernández se explayó sobre el tema, asegurando que detrás de la muerte de Nisman se encontraba una historia “muy sórdida”, repudiando además a quienes quieren dejar al Gobierno como “encubridores”, siendo el “que más ha hecho por el esclarecimiento del atentado” de la AMIA.

El día finalizó aún con gente en las calles y con la incertidumbre sobre en que concluirá el trabajo de Nisman, sobre todo con el anuncio de Fernández de desclasificar los informes utilizados por el fiscal en su trabajo, mientras que el resto de las pruebas de la causa, en las que se incluyen tres carpetas y un número no determinado de discos compactos con audios, se mantendrán en custodia permanente.

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