Cuando el mundo parecía haberse habituado a las informaciones de videos de decapitaciones de rehenes perpetradas por el grupo autodenominado Estado Islámico (EI), la difusión de una grabación en la que supuestamente se muestra cómo el grupo quema vivo al piloto jordano Moaz al Kasasbeh generó conmoción y estupor entre quienes se preguntan dónde está el límite de EI.
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Cuando el mundo parecía haberse habituado a las informaciones de videos de decapitaciones de rehenes perpetradas por el grupo autodenominado Estado Islámico (EI), la difusión de una grabación en la que supuestamente se muestra cómo el grupo quema vivo al piloto jordano Moaz al Kasasbeh generó conmoción y estupor entre quienes se preguntan dónde está el límite de EI.
El caso de Moaz al Kasasbeh, que fue capturado en Siria el pasado 24 de diciembre, se suma a la serie de crímenes cometidos por los militantes de Estado Islámico en su avance por Irak y Siria para establecer un califato en la región.
A la lista de crímenes difundidos por parte de este grupo se suman asesinatos colectivos, decapitaciones, hombres enterrados vivos, mujeres vendidas como esclavas, crucifixiones, masacres y limpieza étnica y religiosa.
Lanzamiento de homosexuales desde lo alto
Los yihadistas pregonan una interpretación extrema del Islam y han atacado comunidades de yazidíes, cristianos, turcomanos y chiítas.
También castigan a quienes no siguen lo que ellos consideran los principios del Islam, independientemente de su adhesión religiosa.
Así, recientemente se ha conocido uno de los últimos métodos de castigo del grupo, que es el lanzamiento de hombres homosexuales desde altos edificios, “condenados por cometer sodomía”.
“El tribunal islámico de Wilaya al Furat decidió que un hombre que practicó la sodomía debe ser lanzado desde el punto más alto de la ciudad y después lapidado”, anunció EI en un comunicado el pasado mes de diciembre en Mosul, Irak.
Anteriormente se supo que militantes del grupo ejecutaron de la misma forma a dos jóvenes, de 18 y 20 años, por tener imágenes de actos homosexuales en el celular.
El pasado 31 de enero otro hombre recibió el mismo castigo y fue arrojado desde una torre en Raqqa, Siria.
En todos estos eventos, hubo grupos de personas que se congregaron para ser testigos de la muerte.
Persecución sistemática de minorías
En el mes de agosto, en pleno avance de EI por el norte de Irak, Christof Heyns, relator especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias y arbitrarias, dijo que “Naciones Unidas recibió informes verificados de que EI está persiguiendo sistemáticamente miembros de las minorías atrapadas en zonas bajo su control que reciben un ultimátum, convertirse o morir”.
Ivan Mrat, un refugiado yazidí que huyó de la región montañosa de Sinyar a la ciudad kurda de Dohuk, relató en aquel momento al servicio árabe de la BBC cómo su poblado fue rodeado por militantes de EI. “Muchos logramos huir. Alguien me dijo que cerca de 80 hombres fueron colocados en fila y se les obligó a gritar shahada, anunciando su conversión. Se negaron y todos fueron asesinados”.
Donatella Rovera, investigadora de Aministía Internacional, le dijo a BBC Mundo que “las dos grandes realidades que estamos encontrando son la matanza deliberada de gran número de personas y el secuestro de miles de mujeres, hombres, niños y ancianos”.
“Pese a que la crueldad le pueda parecer un sinsentido a la mayor parte de los seres humanos civilizados, para EI es una elección racional. Es una decisión consciente para atemorizar a los enemigos e impresionar a nuevos reclutas”, escribió para la BBC Fawaz A. Gerges, de la London School of Economics.
Secuestros de mujeres
La relatora especial sobre violencia contra la mujer, Rashida Manjoo, dijo tener reportes no sólo de secuestros masivos sino de la venta de mujeres y niñas.
“Hemos recibido informes de la ejecución de mujeres y otros informes no verificados que indican que cientos de mujeres y niñas han sido secuestradas. Muchas de las adolescentes han sido asaltadas sexualmente y las mujeres han sido entregadas o vendidas a combatienets de EI como malak yamiin o esclavas”.
Amnistía Internacional aseguró haber verificado informes de secuestros masivos.
“Sabemos que algunas personas secuestradas están detenidas en escuelas o casas en Mosul y otros lugares controlados por EI, no podemos decir cómo lo sabemos por la seguridad de las mujeres. Otras han desparecido, no sabemos si están vivas o muertas”, explicó Donatella Rovera.
Entierros y decapitaciones
Otros testimonios recogidos a lo largo de los últimos meses hablan de personas enterradas vivas. El refugiado Samo Ilyas Ali, quien huyó de sus tierras ancestrales en Sinyar, dijo a la agencia Reuters que su aldea fue rodeada en medio de la noche por militantes de EI armados con ametralladoras.
“Tenían barbas, algunos llevaban máscaras con inscripciones en árabe. No entendimos cuando comenzaron a cavar zanjas. Entonces empezaron a poner a la gente en aquellos agujeros. Esas personas estaban vivas y después de un rato oímos disparos.
“No puedo olvidar esa escena: mujeres, niños pidiendo ayuda. Nosotros corrimos por nuestras vidas, no podíamos hacer nada por ellos”, dijo Ilyas Ali, cuyo relato no pudo ser verificado de forma independiente.
“Hay muchos informes que hablan de entierros en vida, pero hasta ahora no hemos podido verificarlos”, señaló por su parte la experta de Amnistía Internacional.
Estrategia definida
El uso de la brutalidad es parte de una estrategia bien delineada, según Sami Ramadami, analista iraquí y profesor de sociología de la London Metropolitan University en la capital británica.
“Básicamente usan el terror para lograr la expansión, sembrando miedo y usando las redes sociales para mostrar actos terribles antes de llegar a una nueva zona que quieren controlar.
Justifican ese terror usando algún texto religioso poco conocido que es usualmente tomado totalmente fuera de contexto”, indicó Ramadami a BBC Mundo.
El académico afirmó que “EI incluye combatientes profesionales que han venido de todo el mundo, principalmente a traves de la frontera con Turquía.”
“No son reconocidos por el Islam sunita como una secta legítima. Hay cuatro escuelas de Islam sunita y no pertenecen a ninguna de ellas. Sus líderes son todos graduados de la secta wahabi de interpretación, que es muy antimujer, represiva y busca imponer la ley sharia en su versión más extrema, con interpretaciones no aceptadas por el 99% de los musulmanes”.
“Sus medios son brutales y hay muchas teorías sobre cómo logran producir films de extrema calidad con técnicas tan avanzadas. ¿Donde los producen?, ¿quien los financia?, ¿de dónde obtienen su apoyo? Hay muchas preguntas por responder”, concluye Ramadami.