El día en que la nuera de Bachelet predijo de qué la acusarían: “si estás en el (mundo) privado, hay tráfico de influencias”

Durante la jornada de este miércoles, el hijo de la Presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, llevó a cabo su declaración de intereses, luego que se destapara el caso del crédito de los $6.500 millones que le ayudó a conseguir a su esposa, Natalia Compagnon, en 2013. Una de las sorpresas que trajo consigo esta declaración, fue que hace casi tres años inscribió la empresa Compagnon-Dávalos Ltda. en calle Los Conquistadores 1.700 oficina, piso 9, cuyo dueño es el ex ministro Belisario Velasco. Sin embargo, desde el lugar afirmaron que “Dávalos y su esposa nunca han trabajado aquí, nunca han estado aquí y no tienen ninguna relación comercial con don Belisario, quien además no los conocer y solo ha visto a Dávalos un par de veces en su vida”, según indica La Segunda.

En una publicación emitida por La Tercera en 2013, Natalia Compagnon, se pronunció respecto a la sociedad que tiene en compañía de Dávalos y sostuvo que “la oficina de Caval queda en calle Nevería. Trabajamos 10 personas allí. Se dijo que nuestras oficinas estaban en la Torre Santa María, en el piso donde trabaja Belisario Velasco y su hijo. Nunca hemos trabajado en Santa María”.

En esa línea, sostuvo a La Tercera, en su única intervención pública, que dicha sociedad la formaron para “proteger nuestro patrimonio familiar, ya que no pensábamos casarnos. Todo lo que tuviéramos lo íbamos a poner allí. Se criticó porque formar sociedad se usa para evadir impuestos… pero, nosotros ni siquiera hemos iniciado actividades, entonces ¡cómo! Nos han dicho que tenemos seis sociedades y, efectivamente, las tenemos. Pero solo en una somos socios los dos; las otras son o de Sebastián o mías. De esas seis, solo una está en movimiento, que es Caval, donde trabajo”.

Estas declaraciones las realizó en el marco de la polémica suscitada en abril de 2013 por el auto modelo Lexus, de $ 27 millones, que Dávalos llegó manejando a su casa, la que estaba repleta de periodistas que estaban a la espera de la Mandataria, pues vivían en el mismo condominio y en esa fecha Bachelet no había oficializado que sería candidata. A partir de esto apareció un reportaje sobre el patrimonio de Dávalos.

En esa línea agregó que “no es fácil ni difícil ser familia de un personaje tan potente, pero… si trabajas en el mundo público, eres apitutado; y si estás en el privado, hay tráfico de influencias. ¿Y qué vas a responder tú? Yo creo que Sebastián ha sabido manejar este tema, él lo ha vivido en su fuero más interno. Yo no sé si lo contengo, pero soy pareja: doy ánimo, amor y entrego fuerza. Sebastián es un tipo muy inteligente y lleno de fuerza, no creo que necesite apoyo, sino cariño y alguien que lo entienda. Yo siento que puedo ponerme en sus zapatos y quererlo. Por eso, también, tratamos de no meternos en política”.

El reportaje al que hizo alusión en La Tercera se produjo porque “Sebastián llegó manejando el auto de la empresa a nuestra casa y afuera había prensa esperando a mi suegra. Encuentro bien impresionante la discusión valórica que se inició a partir de un auto. Si hubiese llegado en uno haciéndose pedazos, el comentario hubiese sido: ‘¡Uy, que le va mal a este tipo!’. Que la discusión de la gente se centre en un auto, encuentro que es digno de estudio”.

También explicó en esa ocasión que ha “hecho consultorías y asesorías en el área de minería, negocios y algunas cosas inmobiliarias”, aunque no especificó quiénes eran sus clientes.