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Nacional

24 de Febrero de 2015

Un templo budista acogerá el funeral del ciclista chileno muerto en Tailandia

El ex presidente del club ciclista de la provincia donde ocurrió el accidente dijo que al enterarse de la trágica noticia se coordinó con redes de aficionados al pedaleo para que asistieran al funeral de Francisco Villa, quien pretendía dar "la vuelta al mundo" sobre su bicicleta.

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El funeral del ciclista chileno Juan Francisco Villa, que murió atropellado el pasado sábado, se celebrará en un templo budista en la provincia de Khon Kaen, en el noreste del país, indicaron hoy los medios locales.

La ceremonia se celebrará después de que los familiares del chileno identifiquen su cadáver en la morgue de Nakhon Ratchasima, donde fue atropellado el pasado sábado cuando se encontraba dando la vuelta al mundo.

Surapong Jaimaung, expresidente del club ciclista de la provincia de Khon Kaen, dijo que al enterarse de la trágica noticia se coordinó con redes de ciclistas en todas las provincias en el noreste del país Tailandia para que asistieran al funeral de Villa.

La mujer del ciclista, la singapuresa Ng-Poh Leng, y Villa pasaron en febrero siete días en el templo, Dhamma Uttayan, ayudando en las tareas de limpieza y actividades religiosas.

La esposa, de nacionalidad singapurense, y su hijo, Lucas, de dos años, viajaban en un remolque tirado por la bicicleta y resultaron heridos al ser arrollados por un camión.

Según fuentes policiales citadas por el diario “Bangkok Post”, Villa, de 48 años, y su familia hicieron una parada de descanso el sábado en un puesto policial y antes de partir comentaron que viajaban hacia Australia.

Les embistió un tailandés de 64 años que conducía una camioneta y, según declaró después, no vio la bicicleta, pese a que viajaba con dos grandes carteles, uno blanco y otro amarillo, en los que explicaba en inglés su propósito, recorrer 250.000 kilómetros, y pedía patrocinadores.

El vehículo tras la colisión entró en la cuneta y volcó, saliendo ileso el conductor.

Villa comenzó su periplo en 2010 y tenía previsto concluir la proeza que le incluiría en el Libro Guinnes de los Récord el próximo noviembre.

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