Nacional
1 de Junio de 2015Cristián Vargas deja una bomba tras salir del SII: Acusa fuertes presiones e intento de encubrimiento en casos Penta y SQM
"Desde mediados del año pasado, en el marco de los denominados casos Penta y luego SQM, se ha presionado al Servicio para que no cumpla a cabalidad sus funciones en materia de delitos tributarios y limite las investigaciones de acuerdo a intereses extraños al organismo", dijo el ahora ex director jurídico del SII, quien además apuntó "a acciones de encubrimiento de ilícitos tributarios y de protección de sus autores, intento que jamás acepté, impulsando una actuación institucional apegada a las disposiciones legales".
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“Desde mediados del año pasado, en el marco de los denominados casos Penta y luego SQM, se ha presionado al Servicio para que no cumpla a cabalidad sus funciones en materia de delitos tributarios y limite las investigaciones de acuerdo a intereses extraños al organismo”.
Con esas palabras vertidas en una carta, que no hacen más que confirmar las presiones que ya había denunciado Michel Jorratt, el director jurídico del SII, Cristián Vargas confirmó su salida del ente fiscalizador este lunes -algo que en todo caso ya se había adelantado la semana pasada-, dejando una tremenda bomba.
En la misiva dirigida a sus ex compañeros y colaboradores, más que ahondar en las diferencias que sostuvo con Jorratt respecto de la arista SQM, Vargas explicitó los hechos denunciados; a saber, presiones e intentos de encubrir a personas involucradas en los casos mencionados.
“Nos ha tocado enfrentar una situación difícil y compleja, relacionada con la investigación de delitos tributarios, cohecho, soborno y otros ilícitos, que afectan a personas con importancia social, económica y/o política, y que derivaron en presiones de todo orden hacia la institución”.
En ese sentido, puntualizó que dicha situación ha puesto al SII “en la disyuntiva de tener que optar por garantizar el carácter técnico y autónomo que ostenta como organismo fiscalizador, o de aceptar presiones externas y actuar de acuerdo a consideraciones extra institucionales, políticas o de otro orden. Ese y no otro ha sido el contenido del conflicto interno”.
“En relación con esta situación y en base a una serie de hechos acaecidos, me he ido formando la convicción que se ha intentado instrumentalizar al Servicio para que actúe de manera afín a acciones de encubrimiento de ilícitos tributarios y de protección de sus autores, intento que jamás acepté, impulsando una actuación institucional apegada a las disposiciones legales”.
El ahora ex subdirector jurídico del Servicio de Impuestos Internos apuntó además a que “se ha intentado desacreditarme personalmente con acusaciones de “filtración” de información”, éstas se tratan de imputaciones injuriosas, carentes de todo fundamento”.
“Algunos políticos y personas ligadas a los imputados en las investigaciones que desarrolla la Fiscalía han difundido públicamente esa acusación para, seguramente, distraer la atención de lo principal y sustantivo: el intento de instrumentalizar al Servicio y usar la institucionalidad del país, para fines personales o de grupo… Tengo el convencimiento que la verdad al final se impondrá y todo se sabrá porque, felizmente, la opacidad en los asuntos públicos se extingue paulatinamente en el país”.
Algunos pasajes de su carta también abordaron el supuesto encontrón que tuvo con el ex director Michel Jorratt: “Es falso que haya tenido alguna conducta desleal hacia su persona. Por el contrario, todas las sugerencias, recomendaciones y estrategias legales que le formulé, buscaron siempre fortalecerlo en su rol como Director del Servicio, y jamás debilitarlo”.
Vargas también se dio el tiempo para destacar “la lealtad que siempre me ha acompañado”, precisando que “aunque hacia mi persona hubo actitudes desleales, no actué de la misma forma. Al constatar ciertas acciones de falta de lealtad hacia mí, puse mi cargo a disposición del ex director, a mediados de abril pasado, luego que fuera nombrado como titular; sin embargo rechazó aceptar mi renuncia, diciéndome que nunca había pensado en pedirme el cargo”.
La salida de Vargas se produce luego de la crisis interna que se vivió en el Servicio por la investigación de la arista SQM del caso Penta, sobre todo después de que se cuestionara al ex director Michel Jorratt por demorar la querella contra el operador político Giorgio Martelli, hecho que materializó una semana antes de su salida, pero que no apuntó a Asesorías y Negocios, sino que sólo contra Martelli en calidad de persona natural.
El asunto escaló a tal intensidad que en su momento Jorratt le pidió la renuncia a Vargas, algo en lo que reculó días después tras la salida de Hacienda de Alberto Arenas.
Fuentes del SII confirmaron a The Clinic Online que efectivamente Vargas estuvo una hora fuera de su cargo y Jorratt se vio obligado a retroceder debido a que era Arenas quien lo apoyaba y le daba piso político para actuar como lo ha hecho hasta ahora.
El 18 de mayo el gobierno le pidió la renuncia a Jorratt, en medio de los cuestionamientos tras conocerse que entre 2012 y 2013 había prestado servicios a Asesorías y Negocios SpA, empresa perteneciente al recaudador de recursos para campañas políticas, Giorgio Martelli.
En su reemplazo asumió la dirección del servicio Juan Alberto Rojas, quien hasta ese momento se desempeñaba como subdirector normativo del SII.
Revisa la carta íntegra de Vargas a continuación:
“Estimados funcionarios:
Quiero comunicarles que hoy dejo de ser el Subdirector Jurídico del Servicio. El Director me ha pedido que renuncie al cargo en razón de que, bajo mi conducción, en los casos de delitos tributarios por todos conocidos, la Subdirección habría tenido un actuar autónomo de los lineamientos de la Dirección. Más allá de cualquier consideración sobre las motivaciones, lo importante es que, no contando con la confianza del Director, no puedo seguir en el cargo.
Agradezco en primer lugar el apoyo recibido por ustedes durante el tiempo que me ha correspondido dirigir esta Subdirección. Ha sido para mí una valiosa experiencia de trabajo, no exenta de errores, por supuesto, pero en la que he buscado que prevalezca siempre el propósito de mejorar y hacer más eficiente el trabajo jurídico del Servicio. Quedan proyectos inconclusos y otros por iniciar, los que ustedes han conocido en reuniones de trabajo y en las visitas efectuadas a todas las Direcciones Regionales.
Soy funcionario del Servicio desde el año 1995. En toda mi carrera en la institución he buscado que las decisiones que se adopten, en las distintas instancias en la que me ha correspondido participar, sea como abogado asesor, Jefe de Departamento o Subdirector, se fundamenten en consideraciones legales y técnicas, acordes con los objetivos del Servicio.
Nos ha tocado enfrentar en los últimos meses una situación muy difícil y compleja, relacionada con la investigación de delitos tributarios, cohecho, soborno y otros ilícitos, que afectan a personas con importancia social, económica y/o política, y que derivaron en presiones de todo orden hacia la institución. Esta situación ha colocado al Servicio en la disyuntiva de tener que optar por garantizar el carácter técnico y autónomo que ostenta como organismo fiscalizador, o de aceptar presiones externas y actuar de acuerdo a consideraciones extra institucionales, políticas o de otro orden. Ese y no otro ha sido el contenido del conflicto interno.
Desde mediados del año pasado, en el marco de los denominados casos Penta y luego SQM, se ha presionado al Servicio para que no cumpla a cabalidad sus funciones en materia de delitos tributarios y limite las investigaciones de acuerdo a intereses extraños al organismo.
En relación con esta situación y en base a una serie de hechos acaecidos, me he ido formando la convicción que se ha intentado instrumentalizar al Servicio para que actúe de manera afín a acciones de encubrimiento de ilícitos tributarios y de protección de sus autores, intento que jamás acepté, impulsando una actuación institucional apegada a las disposiciones legales.
En relación al conflicto con el ex Director, Sr. Michel Jorratt, quiero decir que es falso que haya tenido alguna conducta desleal hacia su persona. Por el contrario, todas las sugerencias, recomendaciones y estrategias legales que le formulé, buscaron siempre fortalecerlo en su rol como Director del Servicio, y jamás debilitarlo. La lealtad es un valor que siempre me ha acompañado. La lealtad en la función pública tiene que ver con el cumplimiento fiel de las funciones encomendadas, con la legalidad y la verdad. Aunque hacia mi persona hubo actitudes desleales, no actué de la misma forma.
Al constatar ciertas acciones de falta de lealtad hacia mí, puse mi cargo a disposición del ex Director, a mediados de abril pasado, luego que fuera nombrado como titular; sin embargo rechazó aceptar mi renuncia, diciéndome que nunca había pensado en pedirme el cargo.
Se ha intentado desacreditarme personalmente con acusaciones de “filtración” de información. Se trata de imputaciones injuriosas, carentes de todo fundamento. Algunos políticos y personas ligadas a los imputados en las investigaciones que desarrolla la Fiscalía, han difundido públicamente esa acusación para, seguramente, distraer la atención de lo principal y sustantivo: el intento de instrumentalizar al Servicio y usar la institucionalidad del país, para fines personales o de grupo. Tengo el convencimiento que la verdad al final se impondrá y todo se sabrá porque, felizmente, la opacidad en los asuntos públicos, se extingue paulatinamente en el país.
Personalmente estoy tranquilo porque sé que he actuado correctamente en mi rol de Subdirector Jurídico, buscando siempre garantizar y preservar la legalidad y probidad de las decisiones y actuaciones del Servicio, lo que estimo es uno de los aspectos centrales de la función.
Finalmente, quiero manifestarles que tengo la convicción de que el Servicio podrá superar y salir fortalecido de esta crisis, para el bien de nuestro país, los ciudadanos y los funcionarios de esta querida institución.
Un saludo fraterno,
Cristian Vargas Méndez
Abogado”