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Nacional

29 de Julio de 2015

Secretario general de la UDI aclara dichos sobre DD.HH.: “yo fui clarísimo en que las violaciones a los derechos humanos se condenan siempre”

"A mí en general me gusta provocar y me gusta decir cosas fuertes (...) en Twitter, después de muchos programas, me tratan muy mal y a mí la verdad no me importa, porque me critican por cosas que pienso y que dije. Lo que ocurrió la semana pasada es que me criticaron por algo que no pienso y que no dije, y eso fue lo que a mí me molestó", planteó en Cooperativa.

Por

ramirez

El secretario general de la UDI, Guillermo Ramírez, salió a despejar dudas respecto de su opinión vertida la semana en el programa “El primer café” de Radio Cooperativa sobre violaciones a los derechos humanos.

El integrante de la mesa de la colectividad de calle Suecia sostuvo en el mismo espacio radial, donde concurre como panelista los días miércoles desde hace un tiempo, que “a mí en general me gusta provocar y me gusta decir cosas fuertes (…) en Twitter, después de muchos programas, me tratan muy mal y a mí la verdad no me importa, porque me critican por cosas que pienso y que dije. Lo que ocurrió la semana pasada es que me criticaron por algo que no pienso y que no dije, y eso fue lo que a mí me molestó”.

Ramírez aludió a su comentario referido acerca de que “yo estoy de acuerdo en que la historia tiene que enseñarse en su mérito, pero tienen que mantenerse las proporciones, porque hoy día se genera la sensación en muchas personas (y yo me incluyo entre ellas) de que generalmente se cuenta una parte de la historia -que es una parte horrorosa de la historia y que lo que se cuenta es verdad, pero no en un contexto”.

Según apuntó esta mañana, “yo fui clarísimo en que las violaciones a los derechos humanos se condenan siempre, vengan de donde vengan, derecha o izquierda, se produzcan donde se produzcan, en Chile, Venezuela, Cuba o Guantánamo, y que no hay ninguna justificación (…) Dije que la vida es sagrada, que la verdad es un imperativo moral y que ojalá salga toda la verdad”.

Para Ramírez, “no hay justificación, la vida humana es sagrada. Si uno dijera que depende del contexto, implícitamente lo que uno dice es que si se vuelve a repetir el contexto se justificarían las violaciones a los derechos humanos y eso no es así”.

El miércoles de la semana pasada, el secretario general de la UDI sostuvo además que “una persona (Hitler) generó una guerra mundial, mató en campos de concentración a seis millones de judíos, y estamos hablando de un dictador en un país austral donde hubo 2.000 desaparecidos. Las dos cosas son horrorosas cualitativamente”, pero “cuantitativamente hay una tremenda diferencia”, aseguró.

En aquella jornada también aseguró que “hoy día tenemos muchos más elementos, pero a principios de los ’90 había mucha opacidad y muchas cosas que no se sabían, que todos nosotros no sabíamos. Hoy día nadie lo cree, pero de verdad había en ese minuto gente que creía de corazón que los temas de las violaciones a los derechos humanos eran casos aislados. Hoy día nadie sostiene eso porque conocemos mucha información, pero había gente que genuinamente pensaba eso”.

“Había gente que trabajó en el gobierno de Pinochet y que nunca vio nada de aquello que no sabía la ciudadanía (violaciones a los derechos humanos), porque no salía en los diarios, porque la prensa no podía reportear, porque la gente que levantaba un dedo para alegar era exiliada. Hay gente que trabajaba en el gobierno que de verdad no sabía lo que estaba pasando, entonces no es automático decir Cardemil, Novoa o quien sea trabajaban en el gobierno; ergo, sabían, ordenaron, son violadores de los derechos humanos. Eso no se puede decir, porque es una irresponsabilidad muy grande. Puedes terminar castigando o enjuiciando a personas que de verdad, de buena fe, no sabían lo que estaba ocurriendo”, manifestó el miembro de la mesa del gremialismo, según citó ese la web de la emisora radial.

Los dichos de Guillermo Ramírez hace siete días atrás generaron réplica y reacciones en el mundo político, sobre todo porque fueron antecedidos por la reapertura del caso Quemados y por las declaraciones del presidente del gremialismo, senador Hernán Larraín, quien manifestó que no consideraba a la UDI un partido de derecha.

 

 

 

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