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Mundo

21 de Noviembre de 2015

Argentina vive su última jornada antes del fin de la era “K”

Más allá de que en la segunda vuelta de los comicios presidenciales gane el conservador Mauricio Macri o el oficialista Daniel Scioli, lo cierto es que mañana se cierra el ciclo que inició Nestor Kirchner en 2003 y que continuó su esposa Cristina Fernández hasta que entregue el mando el próximo 10 de diciembre.

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Argentina vive hoy su última jornada de reflexión antes de la segunda vuelta de las presidenciales en la que se medirán este domingo el empresario y jefe del Gobierno de Buenos Aires, Mauricio Macri,  y la carta del oficialismo Daniel Scioli.

Gane quien gane en las urnas mañana, resultado que debería oficializarse en la medianoche, lo concreto es que para los argentinos se termina la era “K”, esa que partió con Nestor Kirchner en 2003 y que continuó su esposa Cristina Fernández hasta que entregue el mando el próximo 10 de diciembre.

Macri llega precedido de su favoritismo en las encuestas, y se presenta como el candidato del “desarrollismo del siglo XXI” con el aval de su gestión de ocho años al frente de la alcaldía de la ciudad de Buenos Aires.

Scioli, del Frente para la Victoria, acumula una larga carrera política forjada con gestiones peronistas de las más distintas tendencias y con una experiencia de dos mandatos en el Gobierno de la provincia de Buenos Aires.

Ambos tienen mucho en común, cita EFE, como su origen acomodado, su paso por el mundo del deporte antes de saltar a la política y su talante moderado.

Pese a ello, los dardos entre ambos candidatos se multiplicaron en la recta final de la campaña, salpicada por la polémica provocada por un comentario del asesor de cabecera de Macri y estratega político, Jaime Durán Barba, que apuntó que el papa Francisco “no mueve ni diez votos” en la elección.

Un comentario que Scioli aprovechó en su cierre de campaña y del que Macri se ha tenido que desmarcar públicamente.

Se espera que unos 32 millones de argentinos sufraguen mañana en las más de 90.000 mesas electorales repartidas por todo el país, las que serán custodiadas por más de 100.000 miembros de la Policía y las Fuerzas Armadas.

 

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