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LA CALLE

27 de Febrero de 2016

Macholandia, la exposición que enfrenta a los peruanos con el machismo diario

Macholandia, una exposición que acaba de inaugurar el Centro Cultural de España en Lima, recopila convenciones del día a día que fomentan las estructuras machistas e invita al visitante a enfrentar estereotipos como los piropos, la cosificación y la violencia dirigida a las mujeres. El comisario de la muestra, Fernando Olivos, explica a Efe que […]

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Macholandia, una exposición que acaba de inaugurar el Centro Cultural de España en Lima, recopila convenciones del día a día que fomentan las estructuras machistas e invita al visitante a enfrentar estereotipos como los piropos, la cosificación y la violencia dirigida a las mujeres.

El comisario de la muestra, Fernando Olivos, explica a Efe que en Macholandia “no hay nada inventado sino que hemos recopilado todo lo que hay en nuestra sociedad”.

En cuatro salas se aborda el machismo desde los medios de comunicación, la música, el acoso callejero y finalmente invitan al visitante a mirarse a un espejo y decidir si sus comportamientos son machistas o no.

El proyecto comenzó en 2014 en plazas principales de todo Lima como una iniciativa del colectivo que forman Olivos y otros investigadores de la universidad peruana Cayetano Heredia para explicar a la ciudadanía cómo “en mayor o menor grado existe el micromachismo, un machismo sutil”.

La exposición, abierta al público hasta el 10 de abril, documenta el trabajo de 8 meses de 35 artistas y activistas que buscaron “cómo luchar contra esta estructura” y concluyeron que “el 55 por ciento de los peruanos son machistas pero solo el 3 por ciento se reconocen como tal”.

“El machismo no es algo local”, afirma Olivos, aunque reconoce que Perú tiene este problema “interiorizado” y que además está presente “en cosas sutiles que hacen que pensemos que no es machismo”.

La sala “Macho News” se aproxima al machismo en medios de comunicación a través de un mural lleno de portadas de “prensa chicha” (diarios sensacionalistas) donde los titulares sobre crímenes contra la mujer se mezclan con imágenes que la cosifican y lenguaje sexista donde se da un valor especial al cuerpo.

“Es tan fuerte condensar esto que es insoportable”, lamenta Olivos.

La instalación “Disco Macho” abarca el machismo en la música con “canciones que hemos escuchado toda la vida y que algunas llegan a decir que un hombre te ama tanto que te puede matar”, explica el comisario.

No hay un género musical predeterminado en las canciones machistas, en la sala se pueden escuchar y leer letras de reggaeton, tangos, rock y baladas de todas las épocas.

“Al leer la letra se te ponen los pelos de punta porque piensas cómo puedes bailar o tararear eso”, reflexiona Olivos.

Macholandia “trata de luchar contra la estructura total de la sociedad” y visualizar “los ataques y la forma de opresión constante que supone el poder de unos sobre otros”.

“Macho 4D” se enfoca hacia el acoso callejero con el lema “no es realidad virtual, es nuestra realidad”.

A través de una serie fotográfica es posible ver actitudes de dominación del espacio por parte de los hombres, bien en entornos laborales a través de tocamientos o bien en público con piropos y “despatarre masculino”, la acción que alude a la manera de sentarse de algunos hombres, en especial en los transportes públicos, con las piernas abiertas.

“Queremos hacer entender que estas situaciones están en nuestra sociedad y no queremos culpar a nadie sino que cada quien saque sus conclusiones”, señala Olivos.

Uno de los objetivos de la muestra es exponer cómo la violencia de género es “una escala que empieza en el micromachismo”, donde se pide a los niños “no te portes como una niña” y a los hombres “que no conduzcan como una mujer”, dice.

Para el comisario, estos comportamientos vienen porque la sociedad “nos hace que actuemos de cierta manera y eso es contra lo que debemos luchar”.

Al llegar a “Espejito espejito”, el visitante escucha una voz en off que lanza preguntas como “¿le dijiste a tu hija que limpie la casa y no a tu hijo?”, “¿crees que las mujeres por ser mujeres conducen mal?”, “¿le has dicho a tu pareja sin mí no eres nada?”, “¿has pensado que el acoso callejero es culpa de las mujeres por la forma en que se visten?”.

“Lugares comunes de los que todos hemos sido parte pero de los que debemos tomar conciencia”, concluye Olivos.

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