Abuelo que inspiró el Oscar chileno habla de la estrecha relación que mantuvo con Allende

Leopoldo Osorio, el abuelo del realizador Gabriel Osorio, uno de los cerebros detrás del primer Oscar para la industria cinematográfica chilena (“Historia de un oso”), habló ayer de la emoción que le produjo el logro conseguido por su nieto con la historia inspirada en su figura, en sus vivencias como víctima de la dictadura, como exiliado.

Tras sus primeros comentarios, recogidos por el diario La Segunda, Osorio conversó con otros medios en donde ahondó en su recorrido político.

Uno de estos episodios tiene que ver con la relación que mantuvo con el expresidente Salvador Allende, a quien conoció en 1958 y acompañó como un estrecho colaborador, nada menos que quien respondía la correspondencia.

“Al principio le mostraba mis respuestas para que las visara, pero un día me dijo ‘Compañero, yo confío en usted. Responda, no más’. Y así fui escribiendo con la firma de Allende senador y Allende presidente. Eran cartas de todo tipo, personales y políticas. Le llegaban cartas de todo el mundo; Perón, Lázaro Cárdenas, mucha gente”, relata, según consigna La Tercera.

Tras el golpe, como ya había contado ayer, Osorio fue detenido y enviado hasta la ex Cárcel Pública, lugar donde coincidió con el ex general Alberto Bachelet.

“Una vez lo vi discutir con un sacerdote, capellán de la Fach, que iba a hacer misa. Bachelet le recriminaba que salía de la cárcel vestido de militar y con metralleta. Después le dio un ataque al corazón y no hicieron mucho por llevarlo a un hospital, Yo creo que lo dejaron morir”, sostiene.

Tal como lo señalara antes, nunca quiso pormenorizar sobre ese periodo con su nieto cineasta, para no involucrarlo.

“Yo nunca le quise contar mucho a mi nieto para no contaminarlo con mi historia. Pero me alegro por él y por el país”.