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Nacional

6 de Marzo de 2016

Auge y caída: La historia de Patricio Santos, el hombre acusado de urdir la millonaria estafa

Dicen quienes lo conocieron personalmente que la mayoría de las estrategias tienen su origen en su pasado como integrante de la Legión Extranjera en Francia, experiencias que reproducía en sus charlas para captar clientes. “Es muy seguro de sí mismo. Hace dos semanas me reuní con él para decirle que esto era una estafa. El me dijo que me quedara tranquilo, que estaba haciendo el mejor negocio de mi vida”, comentó una de las víctimas. Santos Hernández nació y vivió en Pedro Aguirre Cerda hasta los 12 años, periodo en que se trasladó a Europa junto a su madre. De vuelta en Chile se instaló en Gran Avenida y el gran salto se produjo cuando se cambió a Providencia.

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patricio santos

Patricio Santos Hernández es el principal sospechoso de haber urdido la millonaria estafa de la que se acusa a la empresa AC Inversions, de la que era el dueño del 90%. Desde el viernes se encuentra en prisión preventiva, de acuerdo a lo que dictaminó la jueza del Octavo Juzgado de Garantía, Ely Rothfeld. El empresario, tras ser detenido, nunca admitió de que se tratase de un fraude. Esta es su historia, según recoge La Tercera.

Dicen quienes lo conocieron personalmente desde los inicios del negocio, que la mayoría de las estrategias tienen su origen en su pasado como integrante de la Legión Extranjera, experiencias que reproducía en sus charlas para captar clientes.

“Es muy seguro de sí mismo. Hace dos semanas me reuní con él para decirle que esto era una estafa. El me dijo que me quedara tranquilo, que estaba haciendo el mejor negocio de mi vida”, comentó una de las víctimas del presunto fraude que alcanzaría los 52 mil millones de pesos.

En los albores del negocio, sus primeros clientes fueron, en su gran mayoría, conocidos y familiares de Pedro Aguirre Cerda, comuna en la que nació y vivió hasta los 12 años. A esa edad fue que emigró a Francia junto a su madre.

Este último dato es relevante, pues de hecho en la jornada de formalización la Fiscalía puso el antecedente de que en el país europeo también tuvo líos con la justicia por una demanda civil por circunstancias similares; es decir, estafa.

De vuelta en Chile, cita La Tercera, sus inicios no fueron tan ostentoso como sus últimos años antes de ser acusado de estafa.

“La oficina la tenía en el paradero tres de la Gran Avenida. Era un edificio de un piso donde él (Santos) abría la puerta”, recordó un testigo.

“Esa oficina la atendía junto Dubó (Rodolfo). Sólo habían dos escritorios, uno en frente del otro”, complementa.

Tres años atrás, Santos se pega el primer salto y se traslada al Metro Lo Vial.

En ese lugar, la firma comienza a crecer, con la contratación de secretarias y personal administrativo.

Luego, el gran giro se produce cuando se cambia a una oficina en Providencia y abre una sede en Antofagasta.

Ya en esas condiciones, se le describe como una persona arrogante que se jactaba de conocer al dedillo cómo funcionaba el mercado.

Llegaba a su oficina y encendía tres pantallas que tenía en su despacho, donde veía el comportamiento de los mercados y no se despegaba de su tablet donde revisa gráficos.

A la casa de su suegro, en la población José María Caro, en Lo Espejo, llegaba en un Audi R8 a la casa de su suegro.

“Tenía buena facha, cuando pasaba por aquí saludaba a mi papá y a veces lo veíamos chuteando con los niños en una cancha que queda cerca de la casa”, contó Susana, vecina de los padres de Ana Ramírez, en la calle Pío XII con el pasaje Once Sur en Lo Espejo, calle en que vive la mayoría de los parientes de su pareja.

Al parecer, su mujer y sus hijos eran su principal preocupación, situación que queda de manifiesto por el hecho de que horas antes de la ola de denuncias los llevo a todos al Aeropuerto de Santiago para que se embarcasen a Buenos Aires.

 

 

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