Los 6 tipos de borrachas

La autora del libro “Relatos de una mujer borracha”, quien se identifica como Martina Cañas, habla en LUN sobre los seis estereotipos de mujeres arriba de la pelota.

Una de éstas es la “quiero tener un millón de amigos”.

Dice que “es como el perrito callejero en el buen sentido, se da con todo el mundo y a persona que se le acerca, la persigue para meterle conversa. Jura amistad eterna, arma el grupo de whatsapp y al otro día, si te he visto no me acuerdo y vamos borrando las selfies porque el celular tiene tope de memoria”.

Según Cañas, otro tipo característico de personalidad que aflora cuando el alcohol transita por las venas es  “supéralo por amor de Dios”.

Acá nos encontramos, en su opinión, con la fémina que “se toma un par de copetes y se acuerda del ex. El ex con el que terminó hace un par de años ya armó su vida, ya tiene hijos grandes, pero ella copetiá se atormenta por esa frase que le caló en el corazón, ese “no te dejaré nunca mi amor / mi cielo / mi cosita”.

La “quítenle el micrófono”

“Ésta es la del karaoke, esa que es divertida hasta las primeras 5 canciones, porque después, cuando otra persona quiere cantar, se pone agresiva. Ahí las amigas le explican que es el turno de otras y ella se siente ofendida y empieza a disparar contra el mundo. En su versión más amigable, es la que en la discoteque disfruta todas las canciones y no canta, grita a todo pulmón”.

La porotito verde

A propósito de la ex musa de “Morandé con Compañía”, según la autora del libro “es la que no tolera estar sentá, que una se quiere tomar un trago tranquila en un bar, pero al ratito empieza con el “ya poh, a qué hora vamos a bailar”. Le gusta bailar no sólo por bailar, le gusta bailar porque es coqueta. El tema, es que a eso de las tres, con un par de copetes se le sueltan los pernos de las caderas y ahí parte al ataque. En general, es la mina del grupo”.

La estrella fugaz

“Ella parte contigo, se toma un par de copetes, tira la talla y en algún minuto de la noche, sin avisarle a nadie, desaparece”.

Finalmente está “La brote sicótico”.

“Ésta es de temer, no tiene límites. Una la invita cuando quiere pelar el cable porque siempre con ella vivirás una aventura, o busca mocha (…) Esta es la que no tiene vergüenza”.