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Opinión

23 de Octubre de 2016

Méndez, ex dj méndez: “En Suecia me robaba un auto en un minuto”

La siguiente entrevista fue realizada en junio de 2006. Leopoldo Méndez, actual candidato a alcalde de Valparaíso, cuenta su historia.

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Por

Dj Méndez
¿Por qué llegaste a Suecia?
No sé. Yo era un cabro de 11 años y mi viejo me mandó a buscar, con mi mamá y mis hermanos. Tenía miles de preguntas, ¿son problemas políticos, económicos?, no sé. La cosa es que yo pensaba, ¿qué chucha estamos haciendo acá, cagados de frío?. Porque nosotros llegamos allá y olvídate. Nunca había visto nieve, fue todo nuevo.

¿Cómo era?
Yo vivía no más, pero me tocó duro, porque mis viejos estaban pasando muchos problemas. El primer año fue el año oscuro, el año negro. Puros llantos todos los días, huevón, yo estaba chato.

¿Alguno de ustedes hablaba sueco?
Nadie. Y no había pega. Una asistente social se encargó de nosotros, pero lo hizo como el culo. Éramos gitanos, nos movían pal norte, pal sur, pal centro, dos casas más allá. Nos ponían en un hotel, en una huevá donde metían a todos los cabezas negras y quedaban las mansas cagás, entre chilenos y turcos… y también entre los mismos chilenos, porque el chileno allá se pone chaquetero, medio sapo. Yo llegué a quinto a la escuela y no sabía ni sueco, poh, o sea entré a los leones al tiro, con puras suequitas, rubiecitas, las huevonas ricas, pero todos se reían de mí.

¿Por qué?
Porque no entendía qué huevá estaban diciendo. O sea me agarraban pal hueveo.

¿Pero erai choro?
Muy choro, muy picao y caí en muchas peleas por lo mismo. Tanto que me sacaron de la escuela no sé cuántas veces. Yo hacía sonar la alarma pa’ que salieran todos los huevones afuera, pa’ hacerlos correr. Rompía la escuela. Un día le reventé una silla a un profesor cuando tenía 12 años.

¿Cómo tanto?
Puta, era por curiosidad, yo soy muy curioso, huevón.

Pero lo de la silla, ¿cómo fue?
Estábamos en un partido como de hockey, pero no en hielo, sino en canchas de pasto y me piqué porque íbamos perdiendo, entonces le lancé el palo a un compañero y se cayó de hocico y se rompió la nariz. Y un sueco inmenso, gigante, profesor de gimnasia va, me pescó y me sentó de golpe en un mesón…¡¡puta, me hizo cagar la raja, poh!!. Yo quedé picado, me puse a llorar, con la impotencia de no poder hacerle na’. Y después este mismo huevón nos tenía que dar lecciones de sueco a los inmigrantes y más encima me sacaban pica allá, por qué ‘te pusiste a llorar, no soi tan choro’ Entonces, me pasaba pensando cómo la hago, hasta que un día, en la clase de sueco, cuando estaba escribiendo en la pared, pesqué una silla, fui corriendo y se la reventé en la espalda al huevón. Se hizo mierda la silla, si era el manso huevón y yo salí rajao. No me quedé a esperar qué iba a hacer.

¿Tus papás qué te decían?
Mi viejo me sacaba la chucha. Un día me puse a tirar los dedos en la clase a una profesora y me sapearon…

¿Cómo? ¿le corriste mano a la profesora?
No, no, tiré los dedos, me puse a tumbar, a robar. Le robé plata y huevás. Yo encuentro que esas son cosas de cabros. No hay ni un hueón que no haya hecho esa hueá por pendejo no más. Pero me sapearon. La vieja sabía 9 idiomas, Cristina se llamaba y me hacía jurar en castellano ‘tú reconóceme’. Y yo le decía ‘si yo no fui’. Y me respondía ‘te voy a traerte a la persona que te vio’ y me lo traen y chucha, era un chileno. Le saqué la cresta al hueón después, pero él me decía que estaba amenazado, que le habían echado la culpa a él y que la abuelita lo iba a mandar de vuelta a Chile. Y Cristina me hacía poner la mano en una Biblia y me decía ‘júralo, porque yo sé que en Chile son católicos, júralo’. Me tuvo una hora, hasta que le dije ‘yo fui, qué tanta huevá’. Ella me juró que no le iba a decir a mis viejos, porque sabía que me sacaban la cresta. Y de repente abre el estante, saca un teléfono y empiezo a sentir puros gritos de mi papá ‘¡¡Vente pa’ acá, hueón, ya sabís lo que te va a pasar, cómo te le ocurre, te he enseñado a no ser ladrón’, y todo el sermón. Y la misma Biblia se la tiré por la cabeza a la vieja.

¿Por qué eras tan agresivo?
No sé, hueón. Ahora soy todo lo contrario, tú me podís buscar, pero tiene que ser mucho.

¿Tenías muchos problemas en tu casa?
Puede ser, pero no le quiero echar la culpa a mi viejo, porque yo lo veo muy sacrificado. Yo, siempre yo, tuve la culpa. Me sacaban la cresta, pero yo seguía haciendo la misma huevá, porque me acostumbré al golpe. Yo lo sentía así, sabía que si me mandaba una cagá, llegaba a la casa, me charcheteaban, me ponían unos cornetes y después chao. Hasta que a los 14 años me pillaron en mi primer robo de auto. Bueno, no era el primero, pero antes no me habían pillado.

¿Y eso cómo fue?
Chucha, fue una persecución de 40 minutos, con 3 autos de pacos que me seguían. Me terminaron dando vuelta. Yo y mi amigo íbamos a cumplir 15. El loco también chileno. Con los chilenos me entendía mejor y todos estábamos en la misma huevá. Por decirte, yo tenía el récord de 1 minuto y 13 segundos en abrir un auto. Y otro chileno me enseñó a manejar en un auto robao. La vez del robo yo manejaba no más y sentía miedo, pero decía ‘no me van a pillar estos huevones’. Mi amigo el Pafe, me decía ‘¡no parís por nada del mundo!’, porque nos tenían amenazados que el que se portaba mal lo mandaban de vuelta a Chile. La cuestión es que nos encerraron con los autos y terminé dado vuelta en una bencinera. Me podía haber muerto. Nos sacaron a palos, así de calientes tenía a los huevones. Los pacos tuvieron que reventar el vidrio pa’ sacarme. Y me decían ‘di tu nombre’ y les respondía en sueco ‘tú creís que te voy a darte el nombre gil culiao, me pegaste muy fuerte y ahora no me acuerdo’. Hasta que tuve que decir quién era y mi hermano mayor con mi viejo me fueron a buscar. Mi hermano iba a servirme de escudo, porque sabía lo que me esperaba. Mi padre podía ser medio bruto en ciertas ocasiones. Pero los daños no tuve que pagarlos. Me salvé que no había cumplido los 15 y más cacha que el pobre hueón del auto no tenía seguro. Y le lloraba a mi viejo que le pagaran.

Y ahora, ¿le pegas a tus cabros chicos?
No, ni cagando. Y no les voy a pegar tampoco. Les grito a cagar, para asustarlos, pero nada más. Hace poco, mi hijo se puso a discutir con un amigo. El cabro le dijo, ‘oye, tu papá te va a cascarte’, porque parece que tengo pinta de pato malo con los tatuajes y todo. Y mi hijo le contestó ‘no, si mi papá no me pega’. El pendejo le respondió ‘yaaa, tai loco, si acá los papás tienen derecho a pegarle a los cabros chicos’. Mi hijo quedó pegado con la huevá y tuve que explicarle que algunos papás le pegan a los cabros chicos, que mi papá me sacaba la cresta, pero que a él no le iba a pegar porque yo sé lo que le duele: quitarle el chocapic, la tele, duele más. Pero bueno, mi historia con mi papá no me gustó. Pa’ qué te digo cómo me enseñaba las matemáticas.

¿Cómo?
No, sorry, era duro no más, muy duro, muy taita, de una escuela antigua.

EL LEO

¿Qué buscabai robando?
Yo cacho que respeto, llamar la atención, que me conocieran. Y lo conseguí. Tú queríai un arma, un auto, ibai donde el Leo.

¿A los 14?
Sí. Y yo me pongo a repasar y digo que he tenido mucha cueva.

¿Nadie te preguntaba de dónde sacabai plata?
No, porque me cuidaba. La plata me la gastaba en mujeres, alcohol, todo lo que la vida nocturna te traiga. Puta, las suecas, genial, ricas y buenas pal hueveo. O sea, yo pa’ casarme con una sueca tendría que andar con la media almohada en la nuca. Onda a los 13, 14 años, andan hueveando. Yo no me quejaba, jajajá, pero igual uno es pendejo encuentro yo. Aunque igual me gustan las chilenas, yo siento que me entienden mejor mi manera de ser.

¿Cómo entraste en la música?
Empecé a los 14 años como Dj en un centro de rehabilitación. Había un personaje que se llamaba Jordi, un español, coño, y yo caía a las manos de él, porque me portaba como el culo y él con su estudio tenía la idea que los jóvenes podían hacer algo. Y puta, yo produje un tema que me salió la raja y ahí me dijo ‘puta, huevón, vó tenís un don, en vez de andar perdiendo el tiempo, porque no te dedicai a la música’. Yo no tenía idea de nada y ni lo tomé en serio ahí. Después mi hermano se compró su tornamesa y ahí me metí más. Me puse a componer, a rapear, me gustó el ‘hip pop’, escuchaba ‘MTV Rap’ y no entendía ni una huevá. Yo quería hacer mi propia lírica pa’ entender mi propia huevá. Me gustaba el swing, la melodía. Incluso hice un tema que se llamaba Informe Rettig. Yo siento que a los 26 recién empecé a vivir.

¿Qué pasó a los 26?
Terminé mi tratamiento e hice el tema ‘Adrenalina’. Dejé la cagá en Suecia. Dos días después del tratamiento me llevaron a una competencia donde por primera vez actué bueno y sano. Ahí me conocieron todos en Suecia masivamente. El puro sencillo vendió unas 50 mil copias. Dejé la cagá.

NAZIS

¿Tuviste problemas de discriminación racial allá?
Puta, varios, pero hubo uno en que quedó la cagá. Estaba en un club, saqué a bailar a una sueca, me trató como el culo ‘que no bailaba con cabezas negras, monos culiaos ignorantes’ o sea heavy. Yo estaba con mi hermano y la mina estaba bailando con unas amigas y al pololo estaba en el baño. Yo la insulté también, la mandé a la chucha, se metió al pololo, le casqué a él. Y después pa’ no armar problemas nos echaron. El loco se fue y de atrás salieron unos skinheads que no tenían na’ q ver con el problema. Yo venía curao y eran como quince huevones. A mí me noquearon, me acuerdo que me ponen un combo a la maleta en la nuca y luego se tiraron todos. Caían combos y patás. Un guardia me agarra por atrás, ¡a mí!, como que yo era el huevón malo de la película. Le decía ‘huevón, me estaban pegando’. Cállate, me decía y ahí le pego un cabezazo, le hice cagar la nariz. Ahí los guardias me llevaron al sótano. Me tiraron al suelo, me cruzaron las piernas y me empezaron a poner combos con guantes, pa’ dañarme por dentro, eso es un clásico de los pacos. Después llegamos al hospital y estuvimos una semana presos. En el juicio, el guardia me quería sacar plata porque decía que yo lo amenacé.

¿Es frecuente el racismo en Suecia?
Sí. Y ahora he cachao que aquí en Chile andan con la misma huevá.

¿Y qué pensai sobre eso?
Me gustaría cachar por qué. ¿Skinheads contra quién? Si acá somos todos negros. Allá los nazis son organizados, tienen empresarios que respaldan. Son todos rubios y si te ven diferente creen que eres menos inteligente. Por eso, no entiendo lo de los skinheads acá, porque tú y yo tenemos la misma piel, somos igual de cabezas negras. Me parece chistoso. Allá los negros son tarados y los latinos son mongólicos. Lo he visto recién en la tele que hay nazis en Puente Alto y me he puesto a pensar qué chistoso.

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