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LA CALLE

2 de Noviembre de 2016

Feministas responden: ¿Es machista que a las mujeres les guste el reggaetón o que les piropeen en la oficina?

El diario El País le mandó un cuestionario a cuatro destacadas feministas de ese país para que contestaran sobre situaciones cotidianas que pueden o no ser consideradas machistas. ¿Es machista ceder el asiento a una mujer? o ¿Es machista ponerle aros a tu hija cuando es un bebé? Acá las mujeres responden.

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Eva Gómez Yandel reggaeton A1

El machismo es un tema de debate en distintas latitudes, no sólo en Chile, fundamentalmente por temas como la violencia de género, femicidios y la denominada cosificación del cuerpo de la mujer. Por eso en España el diario El País decidió preguntarle a cuatro reconocidas feministas sobre situaciones cotidianas donde se puede reflejar el machismo o micromachismos.

¿Es machista sentarse en el metro o la micro con las piernas abiertas, ocupando más espacio que una mujer?
Según las feministas, sí. La escritora y columnista Barbijaputa dice que sí y que “es una práctica que solo ejercen ellos: ocupar más espacio del que necesitan y ponerse cómodos en un espacio que es de todas, aunque así invadan el espacio que nos corresponde a nosotras. Eso es machista a más no poder”.

Y Nuria Varela, periodista autora de libros como ‘Feminismo para principiantes’, ‘La voz ignorada’ o ‘Íbamos a ser reinas’, dice que esta es la actitud de ocupar todo el espacio público.

¿Es machista invitar a una mujer a un copete?

Según las consultadas, sí lo es si solo es para invitar a mujeres y además tiene que ver con la convención conservadora de que el hombre paga. “Tiene que ver con esos roles en los que el hombre es el proveedor y utiliza su dinero como elemento de seducción. Abogo por unas relaciones igualitarias en las que a veces paga él, a veces ella, a veces a medias”, dice June Fernández, coordinadora de la revista Pikara Magazine.

¿Es machista decirle a una compañera de trabajo: “Qué guapa estás hoy”?

A juicio de las expertas, depende de la situación. “El piropo per se parece inofensivo, pero es la prueba de que ellos se sienten con la autoridad de interrumpirte en lo que estés haciendo para puntuarte por tu físico, sin importarle cómo pueda sentirse ella”, explica Barbijaputa.

Por su parte, Fernández dice que hay que analizar la actitud y si el comentario puede incomodar, pero hay que tener en cuenta que las mujeres no necesitan esa aprobación masculina. “De hecho, uno de los elementos de la cultura machista es educarnos para necesitarla. Pensemos si ese tipo de halagos nos salen también hacia los compañeros hombres, dice.

Nuria Varela, por su parte, dice también que la diferencia entre una frase agradable y el acoso sutil depende del grado de confianza, tono y reiteración. “Que todos los días las mujeres pasemos un examen sobre nuestro aspecto al llegar al trabajo es machista y, además, una pesadilla”, explica.

¿Es machista ceder el paso o el asiento a una mujer?

Para la mayoría sí, cuando se hace solo con mujeres y viene de un pensamiento paternalista y condescendiente. “Los gestos de caballerosidad se pueden considerar como machismo benevolente, que parte de viejos prejuicios en los que a la mujer se la considera ‘el sexo débil’, el que hay que proteger y atender. Pero no creo que se trate de eliminar estas prácticas, sino de que todas las personas cedamos el paso a otras por educación, independientemente de nuestro género”, dice June.

¿Es machista que te guste el reggaeton?

En este punto hay más diferencias, preferentemente de gusto. Mientras Barbijaputa señala que tiene letras que más allá del machismo son misoginia pura, otras expertas como la escritora y periodista Lucía Lijtmaer, dice que “si se refiere a las letras yo creo que -como cualquier arte- son un espacio de juego metafórico y simbólico. No me gustan las que menosprecian a las mujeres. Por ejemplo, yo soy fan de Guns N’Roses pese a sus letras machistas. Eso no me convierte en machista, solo en acrítica”.

Por otro lado, Fernández hace el punto de que no cree que haya géneros musicales más machistas que otros, pero sí hay machismo en las letras y en los vídeos; y Nuria Varela, por su parte, dice que la mayoría de las letras del reggaeton hacen directamente apología de la violencia, pero “eso no tiene nada que ver con la música, que obviamente puede gustar o no. El problema son las letras”.

¿Es machista el actual reparto del posnatal?

Para todas las consultadas lo es, en cuanto a la diferencia por géneros y a la sobrecarga de responsabilidades sobre crianza y ciudados de las mujeres sobre los hombres.

“Sin duda: es machista. Los permisos para el cuidado de hijos deben ser de maternidad y paternidad, iguales e intransferibles. La situación actual presupone que las que cuidan son las mujeres”, dice Varela, mientras Lijtmaer agrega que en países nórdicos como Suecia, Noruega e Islandia “pueden repartir sus permisos entre padre y madre desde un total de 480 días. En Suecia hay además 60 días que son obligatorios para el padre”.

¿Es machista justificar un comportamiento diferente del habitual en una mujer “porque tiene la regla”?

En este punto, las feministas señala que es machista desacreditar o ridiculizar a una mujer diciéndole que tiene la regla. “También es machista y androcéntrico [centrado en el punto de vista masculino] que la regla siga siendo un tabú, y que una mujer con síntomas asociados a la menstruación que entorpezcan su vida reciba burlas e incomprensión”, dice Fernández.

“El ‘déjala, estará con la regla’ es de un machista que asusta”., agrega Barbijaputa.

¿Es machista ponerle aros a tu hija cuando es un bebé?

Según Barbijaputa es una forma de diferenciar. “Como de bebés tenemos el mismo aspecto, es importante para el patriarcado que haya algo que nos diferencie: los pendientes, la ropa rosa, etc. Es fomentar los estereotipos de género, posicionar a los bebés en la sociedad, para que sean percibidos por el resto, -y no solo por la familia, que sabe su género-, de una u otra forma, porque luego se va a esperar de ellos unos u otros comportamientos en función de su género. Para que ellos y ellas ya perciban las diferencias, los matices, qué mensajes van para unos y qué mensaje para ellas: ‘los niños no lloran’ y ‘las niñas no se manchan'”, dice.

Por su parte, Fernández se pregunta “¿Por qué hay esa necesidad de diferenciar el género de los bebés? ¿Por qué lo primero que pregunta la gente ante un embarazo es: ‘¿Será niño o niña?'” y Nuria Varela dice que sería mucho mejor esperar a que la mujer decida.

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