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11 de Enero de 2024

La batalla por el aire acondicionado: expertos explican la temperatura ideal que debe tener una oficina

Aire acondicionado Pexel

Al menos desde 1960, la ciencia ha intentado resolver la pregunta por la temperatura ideal al interior de un lugar de trabajo. El número ha ido variando, sin embargo, su cálculo toma en cuenta diversos aspectos.

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En 1960, el científico danés Povl Ole Fanger, un especialista en la calidad del aire interior y el confort térmico desarrolló un modelo que le permitió encontrar la temperatura ideal para una oficina. El experto la fijó en los 21°C.

Para llegar a esa conclusión, tomó como base un estudio que realizó un año antes la Sociedad Americana de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado de Estados Unidos (Ashrae). Pero, además, tuvo en cuenta aspectos relevantes como el nivel de actividad de los trabajadores, las características de la ropa, la temperatura seca y la humedad relativa. También, consideró la temperatura radiante media y la velocidad del aire.

El funcionario promedio en el que pensó Fanger era un hombre de 40 años y unos 70 kilos, vestido con un traje de tres piezas. Así, la teoría no tuvo en cuenta a las mujeres ni tampoco a personas de otras edades o de una mayor contextura.

A pesar de sus limitaciones, la propuesta del danés permeó a distintos países y los movió a regular la temperatura ideal de las oficinas.

Uno de ellos fue España, que en 1997 emitió un decreto donde -entre otras cosas- se fijaban las condiciones de climatización de los lugares de trabajo. Así, la norma estableció que “la temperatura de los locales cerrados donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas o similares estará comprendida entre 17 y 27ºC”.

“La temperatura de los locales donde se realicen trabajos ligeros estará comprendida entre 14 y 25ºC”, agregó.

En tanto, el mismo documento sugiere que en verano la temperatura esté entre los 23 y los 26ºC, y en invierno entre los 20 y los 24ºC.

La temperatura ideal en oficinas: ¿Qué pasa en Chile?

En Chile no existen normas que regulen el confort térmico en una oficina. Sin embargo, desde la Mutual de Seguridad señalan que existen normas internacionales que se usan como referentes. Una de ellas es la 55-2010 de la Ashrae. Este estándar fija las temperaturas en verano entre los 23 y los 25°C, y en invierno, entre 20 y 24°C.

Desde la institución apuntan que “es necesario aclarar que el confort térmico en el área de trabajo no sólo se relaciona con la temperatura. Tiene que ver, también, con otros factores ambientales como la corriente de aire, la iluminación, la humedad, y factores personales”.

En ese sentido, comentan que “en los espacios de trabajo generalmente coexiste un grupo diverso de personas y alcanzar el confort para todos ellos es prácticamente imposible. La temperatura percibida, además de los componentes ambientales, tiene relación con también con otros factores. La actividad física que demanda el trabajo, la vestimenta, la edad -a mayor edad es menor la tolerancia al frío-, el sexo -existen diferencias fisiológicas-, la aclimatación al frío o al calor, entre otras”.

Otro punto a tener en cuenta, afirman, es que “en las oficinas generalmente la actividad física es baja durante la jornada”. Por ello, aunque la temperatura exterior en verano sea muy alta, “no es necesario ni recomendable” que la interior sea muy baja, y lo mismo al revés. Esto, porque “debemos evitar cambios bruscos de temperatura que podrían afectar la salud de las personas”.

La Mutual de Seguridad sugiere “jugar con la vestimenta” manteniendo prendas de abrigo en la oficina o vistiendo por capas, para tener alternativas en caso de incomodidad.

Recomendaciones a la hora de usar el aire acondicionado

Un elemento clave para climatizar la oficina es el uso del aire acondicionado. Desde la organización recomiendan, en primer lugar, que se regule la temperatura según la estación del año y las características del trabajo. “A mayor actividad física se requiere una temperatura menor, y por el contrario si la actividad es principalmente sedentaria, requiere de temperaturas mayores”, señalan.

También, proponen que antes de que se instale un aire acondicionado se estudie la zona y sus focos de calor.

Al mismo tiempo, instan a evitar bajar y subir bruscamente la temperatura de las instalaciones y a apagar el aire al vaciar el área. Asimismo, sugieren programar los sistemas para que arranquen un par de horas antes de que comience la jornada laboral, y elegir una temperatura media más estable para las horas siguientes.

Además, llaman a revisar los equipos periódicamente y tener en cuenta que “por cada grado de temperatura que bajemos el termostato, se consumirá un 8% más de energía”.

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