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Mundo

29 de Diciembre de 2016

Obama se choreó y sacó cascando a 35 diplomáticos rusos de EE.UU por hackeos

El presidente saliente de Estados Unidos impuso la dura sanción a Rusia por el supuesto ciberataque que habrían realizado para favorecer a Donald Trump en las elecciones contra Hillary Clinton.

Por

Obama White House EFE

A principios de diciembre de 2016 y ya terminando su segundo periodo, Barack Obama acusó que el gobierno de Vladimir Putin hackeó el sistema informático de las elecciones de Estados Unidos a favor de Donald Trump y que, en Moscú, hay “hostigamentos agresivos” contra sus diplomáticos representantes, según ha informado la Casa Blanca en un comunicado.

Ya en octubre, el actual presidente había advertido que Rusia estaba intentando realizar ataques cibernéticos para interferir en el balotaje. Entonces, el Kremlin negaba toda intervención.

Luego, el 16 de diciembre pasado, Obama adelantó que tomaría represalias por los eventuales hackeos, cosa que concretó este jueves 29 de diciembre: la Casa Banca decretó la expulsión de un total de 35 agentes rusos de la Embajada de Washington y del Consulado de Los Angeles, dándoles solo 72 horas para abandonar el país y declarándolos “persona non grata“.

Además, desde este viernes cerrará dos centros de propiedad rusa que se encuentran en Nueva York y Maryland: “El Departamento de Estado también está cerrando dos complejos rusos utilizados por personal ruso para propósitos de inteligencia”, dice el gobierno.

Obama también advierte a la población estadounidense que todos los americanos deberían estar “alarmados por las acciones de Rusia” y que más adelante se tomarán más medidas contra Rusia. Por otro lado, desde el medio digital Rusia Today, las pruebas de Obama no son fehacientes ni demuestran nada concreto, mientas que el New York Times cataloga estas sanciones como las más duras que ha tomado jamás Estados Unidos contra su rival histórico.

Hasta ahora, según Rusia Today, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dice que se trata de medidas contraproducentes que dificultarán las relaciones bilaterales entre ambos países.

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