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Poder

7 de Agosto de 2017

El contrato del hermano de Sabat con la empresa KDM

El exalcalde de Ñuñoa renovó un contrato con el vertedero de la empresa KDM cuando su hermano, Claudio Sabat Pietracaprina, se desempeñaba como subgerente de la misma empresa. The Clinic tuvo acceso al contrato que firmó con la compañía y las cláusulas donde se estipulaba que no tendría fiscalización superior inmediata y no se regiría por ningún tipo de horario. Un documento que ha generado sospechas en la parte querellante y que pone más pelos en la sopa al bullado caso basura.

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El contrato se firmó el 01 de diciembre del año 2008 y estipulaba que Claudio Sabat Pietracaprina no contaría con una fiscalización superior inmediata y tampoco se regiría por ningún tipo de horario. El nuevo subgerente de la zona norte de la empresa KDM Demarco, en rigor, no sería supervisado ni tampoco estaría sometido a un control regular de asistencia. Resquicios contemplados en el artículo 22 del código del Trabajo para altos cargos de confianza de una empresa.

La empresa, consultada por este pasquín, asegura que dadas las funciones del subgerente, que “demandaban constantes visitas a terreno y reuniones fuera de la oficina, contaba con la exclusión de limitación de jornada”. Además, asegura la compañía, no tenía “fiscalización superior inmediata” porque era “autónomo desde el punto de vista funcional”, pero con una “dependencia jerárquica de una jefatura”. Hasta ahí todo en regla.

Los inconvenientes, sin embargo, se presentarían meses más tarde cuando el entonces alcalde de Ñuñoa, Pedro Sabat, renovó por 16 años un contrato con el vertedero perteneciente a la empresa donde trabajaba su hermano, el 31 de julio del año 2009, sin someter la propuesta a la aprobación del concejo municipal.

Las sospechas de inmediato saltaron a la vista. “¿Por qué se hace esa negociación a espaldas del concejo si la ley establece, perentoriamente, que la renovación del contrato debía realizarse con acuerdo de él? ¿Existía acaso un ánimo de ocultar que el hermano del alcalde trabajaba en la misma empresa con la que se estaba negociando? Es algo muy curioso, reñido con los procedimientos legales y de un carácter a todas luces inmoral”, precisa el concejal Jaime Castillo.

Las dudas van incluso más allá. Para Castillo, el contrato del hermano del exalcalde con la empresa contratista del municipio podría incluso entrar a la categoría de documento “simulado”. “En vista de los antecedentes se trataría de una situación excepcional desde el punto de vista de un contrato laboral, sin responsabilidades ni horarios, que nos hace pensar de que se trata más bien de un mero formulismo. Eso no se ha visto en ninguna parte y huele a simulación de contrato”, agrega Castillo.

La empresa, en tanto, asegura que Claudio Sabat se “desempeñó como Subgerente Zona Norte de KDM S.A., con asiento en Antofagasta, entre el 1 de diciembre de 2008 y el 12 de octubre de 2010” y “rechaza cualquier intento por vincularla con la adjudicación del contrato en Ñuñoa, ya que no tuvo ninguna relación ni directa ni indirecta con dicho proceso”.

Para la actual diputada Maya Fernández, en ese entonces concejala de Ñuñoa, la justicia será la encargada de dilucidar el asunto. “Cuando nosotros supimos que el hermano del alcalde trabajaba en la empresa, interpusimos un recurso de ilegalidad porque creíamos que no se había llevado de buena forma el tema de la adjudicación de la basura. Dimos una gran pelea. En ese momento nos pareció que nuestras sospechas se profundizaban porque no se habían transparentado estos hechos los que, claramente, evidenciaban un conflicto de interés”, asegura.

La fiscalía, en el marco de la investigación por el denominado caso basura, ha insistido en las irregularidades en la adjudicación de la licitación de recolección de basura por KDM Demarco en el año 2012, tres años después que Sabat pasara por el aro a todo el concejo con la renovación del vertedero. Fuentes cercanas a la investigación aseguran que el ente persecutor solicitará información sobre los ticket aéreos usados por Claudio Sabat y sus respectivas declaraciones de impuestos para verificar si se desempeñó paralelamente en otro trabajo.
The Clinic tuvo acceso al contrato del hermano del exalcalde de Ñuñoa por 3 millones 600 mil pesos y a las cláusulas empleadas en el acuerdo laboral.

OTRO TESTIMONIO

La aparición del contrato de Claudio Sabat ha generado más dudas que certezas. La fiscalía, de hecho, tomó declaración a Fernando León Steffens, uno de los gerentes de la empresa, el tres de marzo del año pasado. En el testimonio judicial el mandamás de la compañía entrega una serie de antecedentes relevantes.

León aseguró en la entrevista que la empresa estaba buscando un gerente zonal y que el currículo de Claudio Sabat le llegó por una conocida. “Lo entrevisté yo y el gerente que iba a ser su jefe, se hicieron los exámenes sicológicos y se le seleccionó. Se creó el cargo porque se estaba reforzando el área norte. El contrato terminó porque no se entendía bien con su jefe y no quiso seguir en Antofagasta. Se contrató a otra persona en su reemplazo. Los pagos que se hicieron a Claudio dicen relación solamente con su trabajo, no hay nada más”, relató al fiscal.

Fernando León admite que no tenía una relación cercana con Pedro Sabat, pero que conocía su casa en Los Domínicos y que incluso el exedil lo había invitado al matrimonio de uno de sus hijos. “No recuerdo el nombre, fue hace mucho tiempo, hace varios años”, explicó al fiscal de entonces José Antonio Villalobos.

El exedil de Ñuñoa Pedro Sabat acaba de ser reformalizado por fraude al fisco en el denominado caso basura, que también tiene en la lupa a otros exalcaldes como Christian Vittori (Maipú) y Luis Plaza (Cerro Navia). La fiscalía pide 7 años de cárcel para Sabat y el pago de una multa de 54 millones de pesos.

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