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Poder

31 de Agosto de 2017

La maldición de la mina Dominga: Fue un lastre para Piñera y ahora arrasa con equipo económico de Bachelet

El proyecto minero portuario Dominga, cuyo rechazo terminó con el desalojo del equipo económico de Bachelet a solo seis meses que termine el gobierno, tiene un largo historial de dolores de cabeza para La Moneda. En la administración de Sebastián Piñera, persiguió al formalizado exsubsecretario, Pablo Wagner, y al mismo candidato, por el vínculo económico que tuvo Bancard con el proyecto.

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Dominga, la mina que se convirtió en una pesadilla para Sebastián Piñera, ahora azotó a la administración de Michelle Bachelet. El proyecto primero estuvo en la mira del Ministerio Público por el eventual rol del exsubsecretario de minería Pablo Wagner, -investigado por los delitos de cohecho, fraude tributario y lavado de activos- en posibles gestiones para el Grupo Penta; luego surgieron las acusaciones de conflicto de interés contra Piñera porque los terrenos donde se emplaza el proyecto pertenecieron a su holding Bancard,y la caída forzada del proyecto Barrancones, digitado por el exMandatario, pudo favorecerlo; después, en un intento de empate que no tuvo éxito, se conoció la compra de una parcela por parte de Bachelet para su hija menor en el sector y se intentó instalar la idea de una especulación inmobiliaria que no tenía sustento alguno. Y ahora, cuando el huracán Dominga parecía haberse calmado, se produjo el derrumbe del equipo económico de la actual jefa de Estado.

La máxima tensión que provocaron las declaraciones del exministro Rodrigo Valdés, a comienzos de semana, por el rechazo del proyecto minero-portuario, culminó ayer con su renuncia, junto a la del ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes y el subsecretario de Hacienda, Alejandro Micco.

La crisis se comenzó a gestar en el Comité de Ministros, el pasado lunes 21 de agosto. En esa reunión se debía definir el futuro del proyecto de Andes Iron. Los seis secretarios de Estado que participan de la instancia: Salud, Agricultura, Medio Ambiente, Energía, Minería y Economía, tenían que pronunciarse a favor o en contra. Céspedes, molesto porque consideró que no fue avisado con el tiempo suficiente ni contaba con todos los antecedentes necesarios, optó por abstenerse y abandonó indignado la reunión antes de la votación.

Con los 3 votos en contra de Salud, Medio Ambiente y Agricultura y dos a favor de Minería y Energía, aunque este último solo de forma parcial, fue rechazado el millonario proyecto de 2.500 millones de dólares, que pretendía instalarse en La Higuera, Región de Coquimbo, una zona reconocida mundialmente por su biodiversidad.

De ahí en adelante la crisis no haría más que subir de tono. El lunes pasado el exjefe de las arcas fiscales, Rodrigo Valdés, de forma pública apoyó los reparos de Céspedes y el subsecretario Micco y cuestionó la decisión del Comité Ministerial por sus efectos en la economía del país.

“Me gustaría decir que yo constato que algunos no tienen al crecimiento dentro de las prioridades más altas y les cuesta, a veces, tener una compatibilización de eso con otros objetivos, que son muy importantes también”, declaró Valdés a la prensa y con eso selló su salida del Ejecutivo.

La Presidenta Michelle Bachelet, inflexible como suele ser con sus secretarios de Estado, no se la dejó pasar y le envió un contundente mensaje a través de la prensa, al igual como hizo en 2015, cuando Valdés arribó al gabinete junto con Jorge Burgos. En esa oportunidad, la mandataria les aclaró a sus flamantes ministros -por sí tenían alguna ilusión de girar al centro- que no venían a cambiar el rumbo del gobierno y lanzó la recordada frase: “parece que algunos leyeron sólo la palabra realismo y no escucharon el `sin renuncia´”.

Esta vez el mensaje de Bachelet a Valdés por sus criticas al rechazo de Dominga fue igual de lapidario. Al día siguiente de la declaración de su jefe de finanzas, la mandataria marcó su posición al asegurar que el crecimiento tienen que ir de la mano con el cuidado del medio ambiente y sostuvo en directa alusión a Valdés: “hay gente que cree que si uno se preocupa por el medio ambiente la economía no va a poder seguir creciendo”.

Luego, Bachelet agregó: “solo hay que ponerse otros anteojos. Es decir, miremos esto de otra manera y cómo puede ser una oportunidad. Esto no es un asunto de gustos personales, sino que una necesidad objetiva del país, una exigencia de la ciudadanía y queremos que sea un sello del Gobierno”

Las palabras de la mandataria fueron interpretadas como una desautorización directa a Valdés. El exsecretario de Estado había perdido el respaldo de la gobernante y sus horas estaban contadas.

Luego de una agonía de dos días, con reuniones a puertas cerradas entre Bachelet y Valdés, que se mantuvieron en total hermetismo, ayer justo al medio día, en la sala de prensa del Ministerio de Hacienda, atiborrada de periodistas, el economista del PPD leyó una escueta declaración y no aceptó preguntas de la prensa, que deseaba conocer los detalles de su salida a solo seis meses que termine el gobierno.

“He presentado mi renuncia a la Presidenta Bachelet y ella la ha aceptado. Hay una serie de consideraciones que impiden que pueda continuar cumpliendo como rol ministro de Hacienda (…) las razones específicas quedan en el seno de la conversación que he sostenido con la Presidenta”, dijo Valdés, quien aprovechó de remarcar que “creo firmemente en un proyecto progresista que busca más libertad”.

El exsecretario aprovechó para insistir en sus críticas a la conducción del gobierno en materia de crecimiento: “Tal como hemos venido diciendo, las cifras económicas comienzan a mostrar un mayor dinamismo. Avanzar sostenidamente a mayores niveles de crecimiento requiere disciplina y convicción del Gobierno y abrir espacios para que el sector privado pueda desplegar su iniciativa con reglas claras y estables. Creo que no logré que todos compartieran esta convicción”, sostuvo.

Durante una actividad por las fiestas patrias, minutos antes de la salida de Valdés, la mandataria volvió a marcar las diferencias con su exsecretario de Estado “yo no concibo un desarrollo a espaldas de las personas y dónde sólo importan los números y no el cómo lo están pasando las familias en sus casas”, dijo.

En reemplazo de Valdés, asumió Nicolás Eyzaguirre, hombre de confianza de Bachelet, y quien ya cuenta con experiencia previa a cargo de la billetera fiscal, función que ejerció durante el gobierno de Ricardo Lagos, al igual que el nuevo ministro de Economía, Jorge Rodríguez Rossi. En la Segpress quedó a la cabeza el segundo de Eyzaguirre, Gabriel de la Fuente.

Este no era el primer encontrón entre Bachelet y el exministro de Hacienda. Anteriormente, en medio del envío de la reforma previsional al Parlamento, desde la cartera dirigida por el economista, se dio a conocer un informe de productividad sobre los efectos en el empleo que tendría el aumento de 5% las cotizaciones con cargo al empleador.

Dicho informe establecía que se podrían perder hasta 394 mil empleos y arriesgar una rebaja en los sueldos líquidos cercana al 3%. La presidenta fue consultada por las cifras en una entrevista radial y salió mal parada al afirmar que no lo conocía. “Desconozco esos estudios, cuán serios son. Hoy día no tuve tiempo para leer el diario y no conozco el estudio en general” y agregó que no creía que el impacto fuera tal.

Rodrigo Valdés tuvo que salir de inmediato a dar explicaciones al igual que la vocera de gobierno, Paula Narváez.
“La Presidenta conoce perfectamente el alma de este informe” aseguró el economista y pidió “hacer esta discusión con altura de miras y sin sembrar el miedo”. Pero el daño ya estacha hecho y dio pie para que la oposición acusara de desconocimiento e improvisación de la reforma. Uno de los principales flancos de la administración de Bachelet.

Solo cuatro días después de este primer incidente, Céspedes dio inicio a la crisis en el Comité Ministerial por el proyecto Dominga, que terminó con el desalojo del equipo económico del Ejecutivo. Con ello, Bachelet envía una nueva señal política que no existen espacios para la disidencia en el camino que ha trazado para su gobierno.

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