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Política

14 de Marzo de 2018

Jacqueline Van Rysselberghe, presidenta de la UDI: “El electroshock es como yo, tiene mala prensa pero es eficiente…”

Llegaron los tiempos mejores y la senadora y siquiatra alberga un sueño: que la UDI, el partido que preside, se transforme en el partido defensor del pueblo. Mientras eso se concreta, da por perdida su lucha contra le Ley de Identidad de Género; administra las recetas que suele andar trayendo en su cartera por si acaso alguien le pide un ansiolítico o un antibiótico; recuerda cariñosamente a Jovino Novoa, quien asegura está muy mal de salud; trata de vivir como buena cristiana siguiendo los postulados del Opus Dei; sostiene que hay que cuidar las instituciones a propósito de la pinta de Florcita Motuda en la Cámara de Diputados y ningunea sutilmente al Frente Amplio y sepulta el legado en educación de Michelle Bachelet. Pase y vea.

Por

¿Te enojaste cuando te pusimos en la portada como Una Mujer Fanática?
-No. Por el contrario, la encontré graciosa. En el fondo, a mí me ha tocado defender temas que son impopulares, pero alguien tiene que defenderlos y con eso tú cargas el costo que eso significa.

¿Tienes mala prensa? ¿Cuál es la caricatura más recurrente que se hace de ti?
-No sé si mala prensa. He escuchado que soy una persona intransigente con la que no se puede conversar. Es como cuando matan al mensajero, así descalifican el mensaje a priori y, por lo tanto, uno tiene que esforzarse el doble para poder hacer las cosas bien y combatir esos estereotipos. La caricatura me obliga a darme el trabajo de romperla, a esforzarme para que me conozcan.

¿Qué crees que percibe la gente de ti?
-No lo sé, pero no creo que sea tan malo porque me va bien en las elecciones. Creo que me ven como a una persona que le gusta trabajar, que no esquiva, sino que enfrenta los problemas… Creo además que me perciben como una persona cercana y coherente. La coherencia es un valor que la gente valora, porque si yo tengo la coherencia y valentía para defender mis ideas, también la voy a tener para defender las tuyas.

¿Te gritan cosas en la calle?
-Nunca o muy pocas veces. Curiosamente, es contrario a lo que puedan imaginar; la otra vez fui a un cierre de campaña de un parlamentario, un evento muy masivo, y caché que el candidato estaba medio complicado conmigo cuando nos subimos al escenario porque pensó que lo iban a pifiar, y para sorpresa de él, no solo no me pifiaron, sino que me aplaudieron mucho.

Las negociaciones parlamentarias en la derecha fueron complejas y se dijo que fuiste una de las más duras.
-No se trata de ser dura ni blanda. Eso que planteas es, de alguna manera, una caricaturización que se hace de mi persona en este mundo de hombres.

¿Cómo ejerces el poder?
-Yo creo que es un tema cultural… Yo no soy confrontacional, lo que pasa es que soy frontal y digo las cosas, pero en este país no se acostumbra a que uno diga las cosas de frente y menos todavía que lo haga una mujer. Yo creo que es menos tolerado el ejercicio de poder en una mujer… genera mucha más resistencia.

Casi todas tus grandes batallas han sido en temas valóricos ¿Te arrepientes de haberte opuesto tanto a la píldora del día después?
-Sigo creyendo que es abortiva. Mientras que el papelito que está adentro de la caja del remedio no diga lo contrario…

¿Tu motivación en los temas valóricos es tu inspiración cristiana?
-No, fíjate, por ejemplo, en el tema de la ley de identidad de género, yo como psiquiatra entiendo perfectamente bien que hay personas que tienen una disconformidad entre su sexo biológico y su sexo psicológico, pero el sexo biológico no es un constructo intelectual, es una realidad física. Tú no puedes decidir biológicamente qué quieres ser; eres algo. Son la OMS y la Asociación Panamericana de Psiquiatría, no yo, quienes sostienen que si una persona no es capaz de aceptar lo que es, no puede negar que tiene un problema. Esa persona tiene un problema y hay que arreglar ese problema, pero tú no puedes decir que eso es lo corriente… O sea, si tú no eres capaz de aceptarte… Un alto tiene que ser capaz de aceptar que es alto, un bajo que es bajo, un hombre tiene que ser capaz de aceptar que es hombre, no que le gusten los hombres, porque eso es otra cosa, sino que lo que es, entonces tiene un conflicto…

¿Las personas trans tienen un problema psiquiátrico?
-Lo dice la Asociación Américana de Psiquiatría y lo denomina disforia de género. Para resolver ese problema, esa incapacidad que tiene la persona de aceptar lo que es, en ocasiones, no siempre, se realiza la adaptación del sexo biológico al sexo psicológico. Se trata de personas que lo pasan muy mal y efectivamente tienen un problema que les afecta anímica y psicológicamente, porque muchas veces son discriminados, entonces hay que facilitar esa adaptación, pero eso tiene un abismo de distancia con enseñarle a los niños con decidir qué quieren ser.

¿Has conocido casos de niños?
-He hablado con los papás y muchos de ellos reconocen que es un tema complicado, incluso más para ellos que para los mismos niños. La angustia de los padres deviene, muchas veces, en esta premura que tienen por resolver esta disforia de género infantil a través del cambio de sexo de los niños.

Muchas personas trans ni siquieran llegan a esta discusión con sus padres… se suicidan antes… ¿Has visto las cifras?
-Sí, pero son más altas aún cuando la decisión tomada es equivocada…

¿Dices que se suicidan más los que se arrepienten de haber transitado?
-Para un niño de 5 años normalmente la sexualidad no es tema, es tema para los papás que ven en ese niño conductas que no son similares a los otros niños. Entonces empiezan a tratar de forzarlo… y el niñito se empieza a vestir de niñita… Y mientras tenga 6, 7, 8 o 10 años no hay drama, pero a los 12 años le va a empezar a salir barba, se le va a engrosar la voz, va a empezar a desarrollarse, entonces el problema a nivel mundial es qué haces ahí, si tratas la adolescencia como una enfermedad y con hormonas… Hay estudios del Hospital John Hoppkins, que no es un hospital confesional ni católico ni nada, que plantean que cerca del 90% de las disforias de género en niños se resuelven espontáneamente después de la maduración, después de la adolescencia, y por lo tanto, lo que se recomienda prudentemente es contener a estos niños durante todo este proceso, de manera de que si esto persiste después de la adolescencia puedan adecuar su sexo biólogico a su sexo psicológico, pero que no resulta prudente hacerlo en niños.

¿Es correcto decir que parte de la derecha cambió de opinión por el Oscar a “Una Mujer Fantástica”?
-Hay un proyecto que está en el Senado, que ahora va a pasar a comisión mixta, que yo creo que es un muy mal proyecto. Yo creo que hay que facilitarle la vida a las personas que son transgénero, pero tienen que haber algunos requisitos mínimos, como pasa en todos los países… Al menos un tiempo de vivencia en esa emoción…

¿Será una batalla perdida para ti?
-Yo creo que sí…(risas). Para qué vamos a decir una cosa por otra, pero el que esté perdida no significa que yo tenga que estar de acuerdo. Yo creo en la diversidad, es bueno que hayan posiciones distintas, pero también es bueno que se respeten todas, no sólo las que están en la cresta de la ola. A mí me llama mucho la atención el nivel de descalificación que se da… Es feroz… Y yo tengo tanto derecho a tener una opinión distinta como cualquier otra persona…

¿Mucho oportunismo crees tú?
-En algunos casos, pero sobre todo desconocimiento, no hay nadie que se pueda oponer a que una persona que tenga una disforia de género pueda adaptar su sexo biológico al sicológico través de tratamientos y operaciones… Pero establecer el tratamiento del remedio de un conflicto como un derecho es otra cosa. Es súper complejo generar un derecho que surge de una emoción, porque la emoción es cambiante, es decir, yo hoy me siento hombre, pero después puedo sentirme otra cosa… Y eso genera obligaciones en ti, y cómo voy a saber yo que si en realidad este gallo se siente mujer y va a entrar al baño de las niñitas… Cómo voy a saber yo que eso es eso y se trata de un voyerista… La ley está muy mala porque deja muchas puertas abiertas que son complejas y súper dificiles de explicar, entonces después apareces en la portada del Clinic como La mujer fanática.

¿Vas a luchar por tratar de revertir la ley de aborto en tres causales o ya está, a otra cosa mariposa?
-Es una batalla que ya está perdida; no están los votos en el Senado ni en la Cámara. A lo que uno pudiese aspirar es a mejorar algunas partes de ese proyecto que quedaron mal resueltas como lo de los especialistas, el acompañamiento, los tratamientos…

Tú eres del Opus Dei, ¿cómo vives tu espiritualidad?
-Me gusta mucho el Opus Dei porque es un movimiento que te ayuda a vivir el cristianismo en la vida corriente y tú decides ser buen cristiano y eso qué significa: trabajar bien, tratar bien a la gente con la que te toca convivir, esforzarte en ser honesto y no sólo en no robar, si no que en ser honesto intelectualmente…

¿Es muy difícil?
-Sí po´, si la tentación es grande… portarse bien no siempre es fácil.

VIVIR EL AQUÍ Y EL AHORA

¿Has visto a Pablo Longueira?
Sí, hace como tres semanas.

¿Cómo está? ¿Superó la depresión?
-No lo vi deprimido, hace mucho rato que no lo veo deprimido… Se ve bien, está bien y además Pablo tiene mucho sentido del humor, entonces es un gallo divertido…

¿Hace cuanto que no ejerces la psiquiatría?
-Todos los días en la UDI (risas)… Tengo talonario de recetas… (risas)…

¿Qué es lo que más te piden? ¿Ravotril?
-De todo, no sólo ansiolíticos, de repente antibióticos… Si yo estudié muchos años en la universidad: 7 años medicina, 3 años de posgrado, y 2 años de diplomado en Psicología Gestáltica…

Explícanos por favor lo de la Psicología Gestáltica…
-Es una corriente filosófica, por decirlo de alguna manera, que te enseña a vivir el aquí y el ahora a través de distintas técnicas y diferentes planteamientos: lo que pasó, ya pasó y no lo puedes cambiar y lo que viene tampoco sabes si es que va a pasar, entonces tampoco vale la pena sufrir por eso. Te enseña a centrarte en el presente y a abordar las cosas en la medida que van pasando… sin eso no podría ser presidenta de la UDI… Es muy sano de cabeza a diferencia de los freudianos, por ejemplo. Es como decir “da lo mismo la explicación, es a bancárselo y seguir adelante”. Cuando aprendes a encauzar tus pensamientos, también aprendes a controlar tus emociones.

¿Qué viste cuando ejerciste?
-De todo, porque trabajé muchos años en hospital psiquiátrico de Concepción.

Te tocaba ver intentos de suicidio, esquizofrénicos… electroshock…
-Sí, también…

¿Hiciste electroschock?
-Sí, obvio… Ahora voy a aparecer en la portada del Clinic… El Mamo Contreras y yo…

Pasa que el electroschock tiene muy mala prensa…
-El electroshock es como yo, tiene mala prensa, pero es eficiente…

Y se practica un montón, ya no es como en “Atrapado sin salida”…
-No. Ahora se hace con anestesia general y relajante muscular… En el primer año, cuando hice la beca, se hacían electroschock sin anestesia y era brutal… pero, en el fondo, tú induces una convulsión como epiléptica con una descarga eléctrica y eso te hace una especie de reseteo en el cerebro que te ayuda en algunos casos de esquizofrenía resistente o de depresión profunda. Funciona y está demostrado científicamente.

¿Ser psiquiatra te ayuda, de alguna forma, en lo que haces?
-Te ayuda porque uno aprende a escuchar y a captar la esencia de lo que te están diciendo. En lo personal lo que me ha ayudado mucho es la psicoterapia gestáltica; con todo lo que me ha pasado en la vida yo no habría podido sobrellevar esto sin deprimirme o amargarme.

¿Te sientes una mujer poderosa?
-No sé si poderosa. Sí creo que estar en la presidencia de la UDI implica un grado de influencia.

Quiénes son tus orejas en el mundo político que siempre vas a consultar…
-Yo tiendo a escuchar harto, incluso a la gente que no es cercana a mí, y si hay una idea que se repite, normalmente me queda dando vueltas y digo algo hay acá… Por lo demás soy cercana a la Ena, a Víctor Pérez, Coloma…

¿Qué es de Jovino Novoa?
-Lo veo regularmente. A Jovino le tengo mucho cariño porque yo entré a la política cuando él era uno de los líderes más importantes del partido. Lo que pasa es que está medio delicado de salud…

¿Verdad?
-Sí, está con un enfisema avanzadísimo.

Es tratable…
-No, porque eso es producto de que es un gran fumador. Le cuesta conversar, le cuesta moverse, tiene que andar con oxígeno… No, mal…

LA UDI COMO EL PARTIDO DEFENSOR DEL PUEBLO

¿Es más fácil ser oposición que estar en el gobierno?
-Como todas las cosas tiene sus ventajas y desventajas: por un lado, tienes mucha más cercanía con los ministros y es más facil, sobre todo para los que somos de región, poder transmitir las preocupaciones y los conflictos que eventualmente se pueden generar en nuestra zona. La desventaja es que uno tiene que hacerse cargo también de eventuales errores o situaciones conflictivas en las que podrían verse envueltos…

Uno de los recuerdos del primer gobierno de Piñera es que la Alianza parecía bolsa de gatos. Por ejemplo, Carlos Larraín parecía más de la oposición que del gobierno… ¿Cómo van a evitar que eso vuelva a suceder?
-Yo creo que no va a volver a suceder, porque hasta el minuto hemos pasado por momentos duros y los hemos sabido administrar adecuadamente. El proceso de negociación (de cupos parlamentarios) no fue fácil, tampoco lo ha sido el proceso de instalación del gobierno y, sin embargo, hemos sabido resolver nuestros problemas internamente evitando que escalen. Hemos logrado que las aguas se encaucen adecuadamente y eso se debe a que ha habido una buena predisposición a resolver los problemas.

¿Es Chadwick el representante de la UDI en el gobierno, o Chadwick ya es piñerista-piñerista?
-No, Chadwick es Chadwick y llegó al gobierno de Piñera desde la bancada de senadores de la UDI. Él fue fundador de la UDI y siempre va a ser UDI. Ahora, por más que sea UDI, uno no siempre tiene que estar de acuerdo con él… Incluso si fuera senador, -y esto no tiene que ver con el cargo que tiene ahora-, el que sea el ministro del Interior no significa que va a tener siempre la razón…

Has dicho que el desafío de Chile Vamos es que haya una continuidad en otro gobierno de derecha… ¿Qué tiene que hacer la UDI para que eso pase?
-Es que no lo puede hacer solo la UDI, lo tienen que hacer todos. Yo creo que lo que le faltó al gobierno pasado es tener un buen relato, poder explicar en palabras simples y sencillas por qué estás haciendo y cómo lo que estás haciendo se refleja en un beneficio para las personas. Eso no se hizo bien en el primer gobierno del presidente Piñera.

¿Qué tiene que pasar ahora?
-Tenemos que lograr conectar con la gente… Yo le dije al presidente Piñera en su minuto: “hay que preocuparse de que la gente vulnerable tenga sus necesidades básicas satisfechas y que salga de la extrema pobreza. Ahora, sobre la clase media emergente, es cierto que tienen miedo a enfermarse, a perder la pega… Es cierto, pero no lo es todo, porque esa gente además tiene rabia, y tiene rabia porque sienten que sus derechos hoy día están siendo vulnerados, no sólo con los grandes temas, sino que también cuando se les cae el internet que ha pagado sistemáticamente y cuando llaman les dicen que marque el 800 y no sé qué, y le dicen que van a ir un día y no van…

Pero eso tiene que ver con los derechos de consumo…
-No sólo con eso… Yo le dije al presidente: “Tiene que ver con que el país cambió, y la gente está demandando ya no sólo servicios, sino que calidad de servicios, y miran a su alrededor y miran al gobierno, y dicen no, no les importa, miran a los políticos y no les importa, miran a las empresas y no les importa, entonces lo que hacen es salir a la calle y ahí los agarran los comunistas y ahí fregamos… Creo que hay que implementar políticas públicas que mejoren el empleo, estupendo, que hagan andar la economía, sensacional, pero usted tiene que lograr que la gente común y corriente se dé cuenta que a usted le importa lo que le pasa todos los días, eso es lo que tiene que hacer, que el gallo que se ha sacado la mugre y que tiene no sé qué, se dé cuenta de que tiene un aliado en la defensa de sus derechos ciudadanos cotidianos, no sólo de sus derechos de sociedad”.

¿Cómo te imaginas la UDI en ese contexto?
-Ahora si me preguntas a mí, a mí me gustaría que la UDI sea el partido defensor del pueblo…La gente se siente faenada por los bancos, por las isapres, por la telefónica, por el Estado… Dicen que no se demoran nada en cobrarles las contribuciones, pero cuando tienen que exigir que les arreglen la calle no lo hacen nunca…

¿Cómo comunicarán eso?
-Nosotros no somos un partido de los Starbucks, no somos un partido que hace política en los clubes sociales, nosotros somos un partido que surgió hace más de 30 años para revertir la situación de la pobreza, de como la situación de los derechos de las personas estaban vulnerados y hoy en día los derechos son otros, pero siguen vulnerados, y tenemos que ser capaces de ocupar ese espacio…

¿La gente saldrá mucho a la calle en este gobierno?
-Yo espero que no, yo creo que el hecho de que no tengamos mayoría en el congreso haga que se busquen acuerdos con gente de la Nueva Mayoría… Esa situación genera la oportunidad de que Piñera pueda hacer un gobierno de unidad…

¿Tienes algún nexo con el Frente Amplio?
-Es que en el Senado no había nadie del Frente Amplio hasta ahora que tienen un senador. Pero imagínate que yo conviví hasta con Navarro y no tengo una mala relación con él, pese a tener posiciones absolutamente opuestas. El otro día le decía a Navarro “no puedo creer que después de tantos años y sabiendo lo canalla que eres todavía no me caigas mal”, él me respondió: “eso es porque, aunque en distintos frentes, hemos sangrado en las mismas batallas”.

¿Qué te gusta del Frente Amplio?
-Yo creo que hoy día son un grupo, no sé si una cosa muy cohesionada, hay gente muy distinta entre sí… No sé si van a lograr trabajar en todo tan armónicamente… Ahora, hay que reconocer que han tenido la habilidad de sintonizar adecuadamente en ciertos temas que les han dado buenos resultados…

Yo pensé que me ibas a decir la juventud, me encanta… No… nada…
-Es que tienes de todo, tienes a Florcita Motuda que no tiene mucho de joven…

No me digas que te molestó el atuendo que usó el día que asumió como diputado.
-No lo conozco a él… A mí me gusta lo de la institucionalidad, me gustan los rituales… Yo creo que las instituciones hay que cuidarlas porque las democracias se construyen en base de estas instituciones y cuando estas se deterioran también se deteriora la democracia y si se deteriora la democracia también se deterioran los países. Entonces debemos cuidarlas.

¿Cuál sería tu ranking de las peores cosas del legado de Bachelet, qué es lo más nefasto para ti?
-Lo más nefasto de todo fue haber sacado el mérito como un bien de la sociedad. Al sacar el mérito como criterio de selección en la educación, se da la señal de que no es un bien valioso y creo que ese es el camino que te lleva directamente a la mediocridad. Eso es lo peor porque le estás diciendo a los cabros, “¿saben qué? tomemos, salgamos a carretear, total, estudiar da lo mismo, si total vas a una tómbola, no importa: te saques la mugre o no, da lo mismo”. Eso es nefasto.

¿Cómo te imaginas a la presidenta hoy?
-Yo creo que está cabreada y que cuando dijo “me voy pero no vuelvo”, lo hizo de corazón.

A Piñera, ¿lo tuteas o le dices Presidente?
-Lo tuteaba antes y de un día para otro me empezó a tratar de usted, entonces qué haces con alguién que te empieza a tratar de usted… Yo lo tuteaba cuando él era candidato…

¿Desde ese tiempo te cortó?
-Desde ese tiempo, pero no sólo a mí, a todo él mundo lo trata de usted.

¿Lo tienes en Whatsapp?
-Sí.

¿Y le mandas Whatsapp?
-Ocasionalmente. Trato de no molestarlo mucho…

Ya, pero igual hay línea directa…
-Sí, de repente le escribo y le digo tengo que conversar con usted…

¿Y te pesca?
-Sí.

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