Los repúblicanos, representantes de la derecha conservadora en Estados Unidos, acusaron, para variar, que el gigante tecnológico tiene una tendencia a oponerse a esa corriente política.
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El consejero delegado de Google, Sundar Pichai, negó hoy que el gigante tecnológico sea favorable a las corrientes políticas más progresistas, como algunos legisladores y medios de comunicación han afirmado, en su primera audiencia ante el Congreso estadounidense.
“Dirijo esta empresa sin prejuicios políticos y trabajo para garantizar que nuestros productos continúen funcionando de esa manera. Si lo hiciera, iría en contra de nuestros principios fundamentales y nuestros intereses comerciales”, señaló Pichai ante el Comité Judicial del Senado.
El alto ejecutivo argumentó que Google “proporciona plataformas para diversas perspectivas y opiniones” y aseguró que entre sus trabajadores también existen diferentes ideologías.
En los últimos meses, el comité presidido por el senador republicano Bob Goodlatte ha celebrado audiencias centradas en si los gigantes tecnológicos tienen algún tipo de parcialidad contraria a las corrientes conservadoras, entre otras polémicas.
Otra cuestión primordial tratada en estos encuentros ha sido la capacidad de las empresas tecnológicas de afrontar la injerencia extranjera en los comicios.
El director general de Twitter, Jack Dorsey, y la responsable de operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg, aseguraron en septiembre ante el Senado que sus compañías están “mejor preparadas” para combatir esos ataques.
Sandberg y Dorsey defendieron sus esfuerzos casi un año después de que sus empresas corroboraran ante la misma comisión que Rusia usó cuentas de sus redes para difundir mensajes políticos divisorios con objeto de influir en las elecciones presidenciales de 2016.
En abril pasado, el director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, se enfrentó también a las preguntas de los legisladores, aunque en esa ocasión estuvieron vinculadas con el escándalo de Cambridge Analytica, una consultora política que accedió indebidamente a 87 millones de cuentas de usuarios de esa red.
Las medidas que los gigantes tecnológicos están tomando para combatir la desinformación también se han encontrado con opositores, como Alex Jones, el fundador de la página ultraconservadora InfoWars que fue vetada por las dos empresas por violar sus reglas de acoso.
Ayer, Google anunció que había decidido adelantar el cierre definitivo de su red social Google+ a abril de 2019 tras haber detectado un nuevo fallo de seguridad que expuso información privada de 52,5 millones de internautas.