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1 de Abril de 2019

Columna de Gonzalo Baeza: Agua en el sótano

Según el entrenador de boxeo Teddy Atlas, los golpes que apenas se aprecian desde la galería, las combinaciones al cuerpo y las zonas blandas, suelen ser las más demoledoras. Es lo que Atlas llama “echarle agua al sótano”. Contra todo pronóstico, Atlas llevó al zurdo Michael Moorer a ganar el título de los pesados en […]

Gonzalo Baeza
Gonzalo Baeza
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Según el entrenador de boxeo Teddy Atlas, los golpes que apenas se aprecian desde la galería, las combinaciones al cuerpo y las zonas blandas, suelen ser las más demoledoras. Es lo que Atlas llama “echarle agua al sótano”. Contra todo pronóstico, Atlas llevó al zurdo Michael Moorer a ganar el título de los pesados en 1994 ante Evander Hollyfield, quien venía de derrotar dos veces a Mike Tyson, precisamente con una corajuda combinación de ganchos a la cabeza y agua en el sótano.

Se podría decir que la reciente pelea de Miguel “Aguja” González contra el australiano Andrew “The Monster” Moloney fue decidida por dos ganchos de zurda al mentón. Uno fue el que Moloney conectó a los 2:32 del octavo round y que congeló al Aguja, quien respondió con un uppercut al cielo mientras el resto de su cuerpo se enteraba del cortocircuito inminente. El otro gancho vino dos segundos después y dejó en la lona a González, que se quejó desde el suelo con la jueza argentina Romina Arroyo por un supuesto golpe bajo y, una vez de pie, no pudo estabilizarse. A los 2:50, Arroyo decretó el fin del combate.

El intercambio fue la muestra más gráfica de la diferencia de poder en la pegada de ambos boxeadores, pero es posible que esa fuerza se haya manifestado mucho antes, cuando González y Moloney peleaban en el sótano. Lo dijo el entrenador del australiano, Angelo Hyder: “sus golpes al cuerpo hicieron el daño que abrió el camino al gancho”. Si bien Iván Corral, el entrenador de González, se enfocó en los dos ganchos de Moloney para explicar la derrota al decir que “en cualquier momento un boxeador gana pegando golpes exactos”, también reconoció que “Miguel se quedó en la distancia que le acomodaba al rival”.

Taxistas duros

Se sabía que el fuerte del “Aguja” es su velocidad, pelear de afuera y los pasos laterales. También se sabía que Moloney es un boxeador versátil, pero principalmente un fajador que ataca las zonas blandas en los primeros asaltos con el fin de quitarle las piernas y cortarle los desplazamientos al rival. Su estrategia se basa en su potencia. Pese a que su apodo – “The Monster”– es hipérbole de su manager, Tony Tolj, es cierto que en la categoría súper mosca a la que Moloney bajó desde los gallos hace casi dos años, el australiano destaca por su poder. Como diría el peso pesado Randall “Tex” Cobb, Moloney es de los que te pegan en el cuello y te quiebran el tobillo.

González debía torear a su rival, capitalizar sus dotes técnicas y evitar el cuerpo a cuerpo. Tal vez quiso probar que podía vencer a Moloney en su propio juego o demostrar que su arsenal había crecido durante su preparación de seis semanas en Nicaragua bajo el excampeón mundial peso paja y minimosca Rosendo Álvarez. Como sea, Aguja se obstinó en el infighting, peleando lo suficientemente cerca para pegar y para que te peguen. Atacó el cuerpo, aunque de manera más reactiva que Moloney, quien dictó los términos de estos intercambios, e ignoró las instrucciones de su esquina, que le pedía contragolpes y velocidad. Cuando les hizo caso, como en el cuarto round, vinieron los mejores momentos de su pelea, donde lució su técnica y desplazamientos rápidos.

En la antesala del combate, González dijo que Moloney solo le había ganado a “taxistas”. El insulto es conocido en el mundo del boxeo. Cuando el estadounidense Greg Haugen se aprestaba a enfrentar al mexicano Julio César Chávez, entonces invicto con un récord de 84-0, el peleador de Washington dijo que la mayoría de las victorias de su rival habían sido ante “taxistas de Tijuana”. El combate se dio en el Estadio Azteca ante 130 mil personas, una de las mayores asistencias registradas en la historia del deporte. Chávez derribó a Haugen a los 25 segundos y le dio una paliza hasta que el árbitro detuvo la pelea en el quinto round. Cuando Chávez le preguntó a Haugen: “¿Ahora sí reconoces que yo no peleo con taxistas?”, el estadounidense le respondió: “Deben haber sido taxistas muy duros”.
Al igual que Chávez, Moloney no había peleado con taxistas.

Hace un año y medio, Moloney fue derribado en el tercer asalto de su pelea con el filipino Raymond Tabugon. Es la única vez que el australiano ha caído producto de un golpe: un gancho de zurda. En su combate con el Aguja, Moloney perdió el equilibrio en el sexto round tras lanzar un jab, pero la cuenta de protección de la jueza Arroyo no pasa de ser un error localista. La pelea del australiano con Tabugon fue su primer combate como súper mosca tras bajar de categoría. En el cuarto asalto, Moloney detuvo al filipino con una arremetida de golpes al cuerpo. El tercer y cuarto round de esa pelea son casi un calco de la pelea con el Aguja, con ambos intercambiando golpes al cuerpo y un desenlace similar. Ese era el molde para enfrentar a Moloney.

Futuro, presente y pasado

Para el futuro, al Aguja le queda defender su título latino súper mosca de la Asociación Mundial de Boxeo. Moloney enfrentará por el título mundial al ganador del combate entre el monarca británico Khalid Yafai y el retador dominicano Norbelto “Meneíto” Jiménez.

Para el presente, queda este nuevo intento por coronar a un boxeador chileno como campeón mundial masculino. Uno de los últimos fue el combate por el título gallo de la Federación Internacional de Boxeo entre Bernardo “Chifeo” Mendoza y el estadounidense Tim Austin en 1999, cuando el chileno tacleó a su rival en un casino de Tunica, Mississipi segundos antes de ser noqueado de un zurdazo en el primer round.

Para el recuerdo, queda el desenlace que pudo ser para los que opinamos lejos del ring pese a saber que la cosa es distinta para los que pelean. Como dijo el formador de Mike Tyson, Constantine “Cus” D’Amato, “ver a un hombre derrotado no por un rival mejor, sino por sí mismo, es una tragedia”.

– Gonzalo Baeza es miembro de la Transnational Boxing Rankings Board (tbrb.org), organización internacional de periodistas que persigue brindar transparencia a los rankings de boxeo y unificar criterios en torno a los mejores exponentes de cada categoría.

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#Aguja González#Boxeo#pelea

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