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Cultura

26 de Mayo de 2019

Claudio “El Cochiguaz” Valenzuela: El sistema neoliberal es un dios salvaje, cruel, inhumano y doloroso que no piensa en las personas

En un mismo fin de semana, el recordado actor de registro cómico finiquita dos obras de teatro como actor y director. Amenaza también con otra donde revisita a su personaje icónico: El Cochiguaz, ese garzón afeminado del “Venga Conmigo” con un giro reflexivo en tiempos donde reirse del género no es un chiste.

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Claudio Valenzuela, el recordado “Cochiguaz” de una era televisiva no muy lejana cuando un garzón amanerado era parte de la franja familiar del “Venga Conmigo”, interpreta por estos días al feroz abogado de una farmacéutica que no tiene escrúpulos en pelear la venta de un medicamento nocivo para la salud en la obra teatral “Un dios salvaje”. La clásica comedia negra de Yasmina Reza, tiene su último fin de semana en el Teatro Centro Cultural Las Condes este fin de semana para enfrentar al espectador con el falso exitismo e hipocresía de una sociedad que transita ese espacio mental como su hogar.

“La sociedad chilena cambió cuando nació este interés en el obtener y el tener, pero no conocimientos o valores humanitarios, ni el reconocer buenas conductas y mantenerlas, sino que como meta de un sistema capitalista o de libremercado instalado en dictadura que nos lleva a actuar como salvajes, de manera cruel, inhumana y dolorosa para otros”, dice el actor. “De eso habla la obra. A la salida del teatro, el otro dia se me acercó una señora que vio la obra y me dijo: “sabe, a veces soy tan falsa…”. Creo que ahí funciona el teatro como una especie de terapia también, cuando genera el reconocimiento para poder mejorar y ser conciente de algunas actitudes propias”, agrega.

“Un dios salvaje” invita a la conversación de dos parejas de apoderados que se reúnen a resolver amigablemente la pelea que tuvieron sus hijos a la salida del colegio. A medida que avanza la cita, el encuentro se transforma en una cruenta guerra valórica cuando asoma la verdad tras los dobles discursos.

“Creo que hoy las familias intentan educar a sus hijos de la mejor forma, de una manera propia de triunfar en el mundo, pero cuando se trata de inculcar esos valores con el ejemplo son ellos mismos quienes pierden la compostura y cualquier ejemplo se descompone ante los hijos y, ante la menor crisis, aparecen sus miserias que los dejan al desnudo en sus frustraciones”, cree el actor que concluye temporada tras la dirección de “El acompañamiento” y prepara una nueva tanda con “un dios salvaje” los sábados de junio desde el 6 de junio en el Teatro Las Tablas.

Le sigue también un complejo y arriesgado acto de revisionismo psicológico de su célebre personaje en el que El Cochiguaz se autoanaliza a la luz de los tiempos en el diván de un psiquiatra interpretando también al propio Claudio Valenzuela.

Un homosexual caricaturesco en escena es un tema sensible por estos días a diferencia de dos décadas atrás. “Esto se plantea como en enfrentamiento mio con el personaje a través de una siquiatra y se hace terapia con estos cuestionamientos. Creo que es probable que aparezcan críticos de este discurso,pero ya es una cosa de percepciones porque lo relevante ya no es la kinética del personaje con esta cosa ingenua con chistes de cuando te ofrece un trago, esta vez es un carácter con algo que decir sobre lo que es y lo que espera. Lo importante es que no estamos burlándonos de nadie”, explica.

La verdad de vuelta
Sobre esa característica “terapéutica” del teatro, Valenzuela advierte una relación de uno y otro lado del escenario a la hora del autoreconocimiento, en particular el espejo social que propone “un dios salvaje”: “A todos nos gusta decir: ‘Yo hablo clarito, voy con la verdad por delante’ o ‘me carga la gente falsa’, pero esto se convierte en un doble discurso, porque ser así de honesto con uno mismo va a generar un conflicto o la posibilidad de recibir la verdad de vuelta. Pero cuando reconoces tus falencias en un consejo, una discusión o en una obra de teatro que propone esta revisión, te hacen tomar conciencia de como son nuestras convenciones sociales y de que, quizás, aún estamos a tiempo de cambiar”.

Con la salida de “Un dios salvaje”, el Teatro Municipal de Las Condes deja espacio para su relevante Festival de Teatro Joven que, en su novena versión, presenta seis obras de pequeñas compañías. Una de estas ganará financiamiento para mostrarse en España.

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