Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Opinión

7 de Junio de 2019

Columna: Mala interpretación del ideal liberal

"Su desconocimiento caracteriza al liberalismo en un exceso de “libertad negativa” definiendo la libertad liberal como el autogobierno y la no intervención".

Rodrigo López
Rodrigo López
Por

A lo largo de esta semana, y tras la invitación del Instituto de Estudios de la Sociedad e Ideas País, el profesor de la Universidad de Notre Dam, Patrick Deneen ha estado presentando su libro “¿Por que ha fracasado el liberalismo?”. La temática central del texto se reduce a una sencilla frase, acuñada por él mismo: “el orden liberal ha fracasado porque, paradójicamente, ha sido exitoso”, planteando cómo el modelo y la cultura liberal habrían erosionado los vínculos sociales, tradiciones, costumbres y creencias, en desmedro, de la familia y las instituciones de larga data histórica.

Pese a que la crítica de Deneen es válida en una sociedad liberal que acepta la reflexión y también la discusión de las ideas, es preciso señalar, que en el desarrollo de sus tesis hay una mala interpretación del ideal liberal, que no solo implica únicamente libertad, sino también justicia. El profesor sustenta su crítica al liberalismo enfocándose en su momento prístino: la ilustración con John Locke, desconociendo en todo momento el desarrollo progresivo de esta ideología en los años siguientes a través de Stuart Mill, Rawls, Smith, Anderson y otros.

Su desconocimiento caracteriza al liberalismo en un exceso de “libertad negativa” definiendo la libertad liberal como el autogobierno y la no intervención. Asumir que el ideal liberal no considera la justicia ni la fraternidad como esencia de las relaciones que desarrollan los individuos solo empaña el desarrollo de una ideología que ha planteado incesantemente la igualdad de derechos de cada individuo y la búsqueda de equiparar las oportunidades como bases del bien común y la vida en sociedad. En definitiva, la búsqueda de una comunidad que parta desde la igualdad de derechos.

Los comunitaristas tienen razón cuando afirman que el individuo en tanto que sujeto moral se halla inmerso en el seno de una comunidad, la diferencia central con el liberalismo yace en que ellos constantemente dicen privilegiar a la familia y a la comunidad ¿Pero que familia y que comunidad defienden? Sencillo, la tradicional. Los liberales creemos firmemente que hoy más que nunca hay más de una forma de ser familia y de ser comunidad. Cuando el comunitarismo de derecha solo privilegia lo tradicional comete un error garrafal: establece que algunas personas y algunas relaciones son válidas y otras, despreciables.

Rodrigo López
Coordinador General de Avanzar
Estudiante de Psicología UC

Notas relacionadas