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Opinión

30 de Julio de 2023

Columna de Lorena Fries (CS) | 50 años del golpe de Estado: Del pedir perdón al yo justifico

"La condena al golpe de Estado y a las violaciones a los derechos humanos que entraña, son una garantía de que nunca más en Chile, desde ningún sector ideológico y político, hay espacio alguno para no resolver los problemas y conflictos de la democracia", escribe Lorena Fries en esta columna de opinión para The Clinic.

Lorena Fries
Lorena Fries
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Durante la conmemoración de los 40 años del golpe de Estado, no sólo asistimos al cierre del Penal Cordillera y a la alusión de los cómplices pasivos. También asistimos al “perdón” de varios personeros de la derecha de la vieja guardia: Hernán Chadwick, Joaquín Lavín, Hernán Larraín. Y de la nueva generación: Hernán Larraín Matte, Cristóbal Bellolio, entre otros, condenando los crímenes de la dictadura.

Después de 10 años, la derecha insiste en que hay un consenso férreo sobre los derechos humanos. Porque nunca más en Chile se vuelva a repetir el terrorismo de Estado. Sin embargo, en un juego perverso, hoy con una coyuntura compleja y polarizada, la derecha oportunista escinde la violación de los derechos humanos, cometidas durante la dictadura y el golpe de Estado que le dio origen y lo justifica. De esta forma, la derecha y la extrema derecha borran con el codo lo que escribieron con la mano.

Desde una perspectiva de derechos humanos, la interrupción violenta de la convivencia democrática es en sí una violación a los derechos humanos. No sólo porque desde el mismo 11 de septiembre se iniciaron las atrocidades. Cosa que el bombardeo a La Moneda anuncia en toda su magnitud, sino que porque se afectó la libre determinación de un pueblo. Que se expresó a través del ejercicio de sus derechos políticos, votando y eligiendo a sus representantes.

Así, vinculan el golpe de Estado al análisis y evaluación que hacen del gobierno de la Unidad Popular y lo plantean como inevitable. Con ello avalan que hay circunstancias, en las que no queda otra más que recurrir al quiebre democrático. Al golpe de Estado y, con ello, a la violación de los derechos humanos.

Las garantías de no repetición o el nunca más son un elemento clave de la reparación en una comunidad política. La invitación realizada por el presidente Gabriel Boric a firmar un acuerdo transversal se traduce como una medida que demuestra un compromiso, una voluntad y acciones concretas hacia el futuro que arrancan de la constatación de los hechos del pasado. A diferencia de la reparación a las víctimas directas y sus familiares, las garantías de no repetición involucran a la sociedad en su conjunto en la recuperación de los lazos de confianza entre el Estado, sus instituciones y los ciudadanos y ciudadanas.

La condena al golpe de Estado y a las violaciones a los derechos humanos que entraña, son una garantía de que nunca más en Chile, desde ningún sector ideológico y político, hay espacio alguno para no resolver los problemas y conflictos de la democracia que no sea a través de los canales que ésta contempla para ello. Por lo mismo nadie será perseguido, asesinado, desaparecido o torturado por pensar distinto. No se puede retroceder del pedir perdón a justificar lo que ya fue condenado.

*Lorena Fries, diputada de Convergencia Social, Distrito 10.

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