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Opinión

16 de Octubre de 2019

Ocho formas de enfrentar el bullying a la diversidad sexual

Hace pocas semanas una noticia impactó a toda la comunidad de la diversidad sexual: Un niño de sexto básico sufrió bullying homofóbico de parte de 20 compañeros. Repito: ¡Sexto básico! ¡Veinte compañeros!

Francesc Morales
Francesc Morales
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Históricamente los que somos diferentes siempre hemos estado más expuestos a ser atacados por nuestros compañeros de curso, ya sea por físico, sexualidad o personalidad. En lo que me gustaría profundizar es en la solución que se le dio a este caso: Retirar al alumno del colegio. Hay infinitas razones para esto cómo prevenir futuros ataques, malos recuerdos o profesores rencorosos. Lamentablemente, muchas veces debemos escapar para sentirnos seguros. Pero, ¿es esta la única solución? ¿Cómo enfrentaron otras personas soluciones similares? Y lo más importante, ¿cómo siguieron adelante con sus vidas? Para llegar a alguna conclusión decidí recopilar historias reales de forma anónima.

1. EL COLECTIVO ESCOLAR DE DIVERSIDAD SEXUAL:

Alrededor de mis 13 años tenía un grupo de amigas. Llevábamos 3 años juntas así que creí que debía contarles que era lesbiana… Sus caras cambiaron. Pasaron varios días hasta que me dijeron que ya no podíamos ser amigas. Me sentí pésimo porque lo hicieron frente a todo el curso y todos me miraban con cara de desprecio. Yo traté de explicarles que no me gustaban ellas pero no me creían. El punto de quiebre fue cuando una de ellas dice en voz alta: “¿No te gustaba X compañero? ¿Te gustan hombres y mujeres?”. Me gritaron: Asquerosa, anormal, enferma, rara y un montón de cosas más. De a poco me fui separando de mi curso hasta que me buscaron de un grupo de alumnos de la diversidad sexual. Habían homosexuales, bisexuales, pansexuales, transexuales y asexuales. Simplemente se juntaban porque estaban en una situación parecida. Todos eran menores que yo, así que igual para mi fue como extraño ver que alguien 4 años menor tuviera la película más clara que yo. No sé qué me hubiera pasado de no encontrar a estas personas. Bueno en realidad sí, podría decirte que probablemente no estaría aquí.

2. LA DENUNCIA

Cuando estaba en básica pasé por situaciones de bullying día a día por profesores y alumnos. La situación más grave fue cuando entre tres “machitos” me patearon y me dejaron encerrado en los camarines del gimnasio. Mis cosas me las sacaron y estuve como dos horas desnudo solo y llorando. Fue una tía del aseo quien me encontró. En el colegio se hicieron los locos pero mi mamá buscó ayuda. Realizó una denuncia a través del DAEM (dirección  de administración de educación municipal) de San Felipe. Me solicitaron nombres de los involucrados, el tipo de agresiones y me dieron ayuda sicológica. El proceso fue extenso como de 4 meses. No había mucha posibilidad de cambiarme de colegio porque el nivel económico era muy bajo. Tenía miedo que me buscaran y me hicieran algo peor, así que durante todo el proceso evitaba estar solo en el colegio. Al final derivaron el caso al ministerio de educación, al profesor que me hacía bullying lo despidieron sin poder seguir ejerciendo y a los tres alumnos los echaron. Nunca más supe de ellos. Gracias al amor y apoyo familiar, después el tiempo hizo lo suyo y borró esa pena. 

3. PRESIDENTE DE ALUMNOS:

A los 16 años el bullying del que era víctima durante ya 3 años llegó a su tope. En una clase de matemáticas un compañero más grande que yo, en edad y físico me pegó una bofetada porque no le di mi prueba para que el copiara. Me dio rabia y se transformó en fuerza. Pertenecía al taller de teatro y literatura, y las elecciones del Centro de estudiantes estaban a un comenzar, así que comencé a hacer campaña, me acerqué a todos los grupos de “rechazados” o “raros”: Góticos, punks, oshare (porque alcancé a conocer oshare xd), los de notas promedio y repitentes, los de taller de ajedrez, etc. Me hice amigo de la bibliotecaria y me hizo la mayoría de los carteles de campaña con afiches reciclados Me acerqué a las personas comentándole mi verdadera intención, les contaba lo que vivía para que se dieran cuenta de que en realidad vivíamos cosas muy similares y que no lo sabíamos sólo porque no lo hablábamos. Con el paso de los días mis dos contrincantes bajaron sus campañas porque la que habíamos levantado con mi equipo era claramente ganadora. Mi consejo es nunca jamás dejar de luchar por los sueños. 

4. EL NIÑO DIVA:

Mis compañeros se reían de mí, me aislaban y me gritaban en la calle. Una vez, un compañero llegó a pegarle a alguien pensado que era yo, pero se equivocó. Básica fue horrible pero la media fue peor. Ahí, ya no di más y me transformé en un hijo de perra. Hice esta personalidad de que no me importa nada, de que todos son menos que yo y de que nada me afectaba. Respondía a todo lo que me decían, hasta que ya nadie más me molestó. Cuando era chico tenía el apoyo de mis papas pero mediante fui creciendo me las tuve que arreglar solo. Creo que los niños necesitan un entorno que los empodere y que los hagan perder el miedo a ser feliz. Hay que creer en uno mismo, en que la diferencia es buena y que a futuro todo será mejor.  

5.EL CHANTAJE POR SALIR DEL CLÓSET:

Afortunadamente nunca sufrí de agresiones físicas ya que mi estatura intimidaba un poco (mido 1.86) pero un grupo comenzó a hacer un fotolog para subir memes y contenido del curso y subían mayormente fotos mías burlándose de mi por mi sexualidad. Me mandaron la autoestima a la mierda. Una noche fuimos a carretear a Bokara con compañeros y me tomaron fotos besándome con otro chico. Al tiempo después me chantajeo con subir mis fotos a internet y mostrárselas a mi papas si no le pagaba 50 mil pesos. Fue horrible, tuve depresión. Trabajaba de empaque los fines de semana en un supermercado y se la fui pagando de a poco. Pasó un tiempo y otro compañero de colegio me amenazó con la misma wea pero yo ya había salido del clóset y mis viejos me aceptaban. Así que mande al weon a la chucha. Ya de grande me arrepiento mucho el no decirles lo que me pasaba a mis padres. Me hubiera ahorrado muchos malos ratos… y plata jajaja. A veces tenemos miedo de nuestros propios viejos.

6.LAS COMPAÑERAS NUEVAS:

En mi colegio me hacían bullying por ser trans (de mujer a hombre). Desde chico siempre me hacían sentir menos porque me gustaba jugar fútbol o correr con los niños. Empezó cuando tenía 8 años, los profesores me gritaban y me humillaban al frente de la clase por no comportarme como “señorita”. Junto con otros niños de un curso mayor me forzaron a entrar al baño de hombres, me encerraron ahí y me pegaron patadas y puños, me gritaban que era asquerosa, que dejara tranquilas a las niñas y que si le habla de nuevo a cualquiera de ellas me iban a pegar de nuevo y más fuerte. Eso siguió pasando por el resto del año. Sentía que merecía los golpes e insultos que recibía. Una noche mi mamá entró a mi pieza mientras yo estaba llorando y me preguntó qué me pasaba pero no me salían las palabras, así que le escribí que mis compañeros me hacían bullying. Habló con el colegio pero ellos no hicieron nada. Por suerte decidió cambiarme de colegio a uno católico de niñas donde me respetaron y me hicieron sentir cómodo sin importar quién era. Durante mucho tiempo me dio miedo hablar con mis compañeras nuevas pero poco a poco me dieron el cariño para poder desenvolverme como debería. 

7.EL SEMESTRE SABÁTICO:

Sufrí bullying toda mi vida por ser gay incluso desde que estaba en el jardín. Todo se intensificó en 2 medio, porque aparte de ser el “gay del curso” también padecía obesidad y todos se reían de mí. Pasaron las vacaciones y llegó la última noche antes de volver al colegio. Eran las 9 pm, entré al baño con el propósito de suicidarme. Lo primero que hice fue tomar una cartonera y cerré los ojos. Conté hasta 3 y la deslicé. Comencé a sangrar de una manera terrible, tanto que me arrepentí instantáneamente. Rajé una toalla y me la amarre con mucha presión, salí del baño y me fui a acostar con el propósito de tomar una caja de pastillas. Me las tomé y me quedé dormido llorando. Llegó la mañana, mi papá me fue a despertar y yo le dije que no podía ir al colegio. Le mostré mi herida. No me presionaron a ir a clases en toda la semana. Hasta que un día un profe que es amigo de mi mamá y me planteó la idea de tomarme el semestre sabático. Quedé súper contento al saber que ya no tenía que volver a ese ambiente hostil, frívolo y poco humano. Finalmente me cambié de colegio y todo fue para mejor. Encuentro que la solución a este tipo de problemas es hablar las cosas, y lo más importante, hay que desahogarse con tus seres queridos, apoyarte en tu familia y en tus amigos de confianza.

8.EL PROFESIONAL:

Hoy no tengo ningún recuerdo bueno de la enseñanza básica y media; fui constantemente hostigado, minimizado y maltratado por ser gay. Le dije a mi mamá que era gay a los 15 años. Me dijo que nunca lo iba a aceptar pero lo hizo. Hoy tenemos una relación increíble y llena de amor. Tuve la opción de venirme a Santiago a los 20 años y acá comenzar una nueva vida. Llegué a un trabajo en donde había mucha diversidad y eso me llevó a aceptarme. Finalmente pude sanar estas situaciones y así perder el miedo a ser yo. Hoy trabajo en el área de la belleza y me enfoco en reforzar el autoestima de cada persona con la cual me encuentro. Lo que más me sorprende es que mucha gente que me hizo bullying hoy me ha tratado de contactar por redes sociales…Aún no entienden que me hicieron daño y si hay algo que he podido hacer este último ha sido contarles mi impresión sobre ellos. Estas acciones me han dado paz. Mi conclusión final es que la gran mayoría de mi vida sobreviví y eso no es igual a vivir.

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