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25 de Octubre de 2019

Paula Lorca Zamora: “La Schiffer” de San Bernardo

Este martes, familiares y vecinos despidieron a Paula Lorca, una de las dos primeras mujeres que fueron reconocidas muertas por el gobierno, desde que comenzaron las manifestaciones. Bomberos la encontró al interior de un Lider de la comuna, tras apagar un incendio el sábado 19 de octubre, durante la primera noche de toque de queda. No se sabe por qué “La Schiffer”, como era conocida en el barrio, estaba allí. Según su hermano Mauricio, estaba escuchando música dentro del supermercado cuando las llamas comenzaron. "Todos saqueando, y ella ahí, sentadita", dice.

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Por Rocío Ñancupil y Catalina Volenski*

La mañana del martes 22 de octubre, los vecinos de la Villa Panamericana de San Bernardo se agruparon afuera de sus casas. El cortejo fúnebre se paseó por las calles camino al Cementerio Parque del Sendero, mientras sonaba la canción Baño de mar de medianoche”, de la cantautora chilena Cecilia, por el altoparlante. Era la favorita de Paula Andrea Lorca Zamora, quien a sus 44 años fue identificada como una de las dos mujeres fallecidas en el incendio que afectó a un supermercado de la comuna la noche del sábado 19 de octubre. 

Junto con la de Alicia Cofré, fue la primera muerte de la que tuvo conocimiento la opinión pública desde que comenzaron las movilizaciones. 

Todo habría comenzado alrededor de las seis de la tarde de ese sábado. A esa hora, Mauricio Lorca (40), hermano de Paula, fue junto a sus amigos del barrio a hacer un asado en una cancha de baby fútbol ubicada en la misma calle donde vivía su hermana. Entonces, cuenta, se le acercó un desconocido para comentarle que algunas personas se estaban organizando para saquear el Lider, ubicado en la intersección de Lo Blanco con Ochagavía. 

El supermercado había sido inaugurado hace un par de meses y fue el primer local de la cadena Walmart en llegar a ese sector de San Bernardo.

Cerca de las 20.30 horas, mientras aún estaba en el asado, Mauricio vio pasar a grupos de personas con comida, televisores y artefactos electrónicos. 

—Era igual que en el 27F —comenta. 

En ese momento, aún no comenzaba el incendio.

***

La reunión continuó en la casa de Mauricio, porque a las 22 horas comenzó el primer toque de queda en la Región Metropolitana. Dos días antes, el presidente Piñera había declarado Estado de Emergencia en la provincia de Santiago y designado al general Javier Iturriaga del Campo como Jefe de Defensa Nacional.

Mauricio asegura que pasadas las cinco de la mañana, cuando se fueron sus amigos, él se quedó ordenando su casa. Fue recién a las 6 AM, cuando estaba por acostarse, que su hermana Marcela lo llamó por teléfono. “Ella nunca me llama, así que se me pararon los pelos. Altiro pensé que algo había pasado”, dice. 

—Aló… ¿Marcela? —preguntó Mauricio.

Murió la Paula asfixiada en el Lider —escuchó del otro lado de la línea.

La llamada duró pocos segundos. Mauricio, impactado, rápidamente cortó. Había visto a su hermana tres días antes. 

—Quedé pa’ la cagá. Pensé en mi mamita que tiene 69 años, que estaba sola en la casa y que ese día estaba de cumpleaños —dice con la voz quebrada. 

Ahí, en su hogar, dice que se volvió loco de tristeza. Lloró dos horas solo.

Paula Lorca Zamora residía en la calle Nacimiento de San Bernardo junto a sus padres y cuatro de sus hermanos. Mauricio, quien actualmente trabaja conduciendo camiones que transportan hormigón, dice que lo que más recuerda de su hermana, es su generosidad.

—Yo estuve ocho meses sin pega y la Paula siempre juntaba monedas para invitarme a comer o llevaba mercadería a la familia. Trabajaba limpiando casas y con esa platita ayudaba. 

Lo mismo cuenta Christopher Andrade, amigo de ambos. Asegura que era muy divertida y buena “para tirar la talla” con los vecinos de la Villa Panamericana, quienes la conocían como “la Schiffer”. Esto, ya que solía bromear con que tenía un gran parecido a la modelo alemana.

Andrade asegura que la mujer participaba activamente de la iglesia evangélica Pastor Sánchez, en la Villa Panamericana, para superar algunos problemas con el alcohol. Además, asistía a un programa social de la comuna que ofrece clases de costura, cuenta su hermano. 

Cerca de las seis de la tarde del sábado 19 de octubre, un grupo de personas, aún no identificado, habría irrumpido en el supermercado Lider de Lo Blanco. Según la versión de la familia de Paula, ella habría llegado cerca de las 21 horas al lugar. Todavía no comenzaba el incendio, y aparentemente se habría quedado sentada dentro del supermercado, mientras escuchaba cumbia con su parlante. Eso, al menos, le contó a Mauricio un testigo que estuvo en el lugar. 

Todos saqueando y ella ahí, sentadita… —dice su hermano.

***

A las 22 horas comenzaron las llamas, que no pararían hasta apoderarse de todo el lugar. A través de redes sociales, los vecinos difundieron vídeos y fotos rogando que se presentaran policías o militares en el lugar. Veinte minutos más tarde arribaron las nueve compañías de bomberos de San Bernardo, que junto a la ayuda del contingente de La Pintana, La Granja y Peñaflor, lograron apagar el incendio.

Cerca de la dos de la madrugada del domingo 20 de octubre, a través de una cadena nacional, la intendenta Metropolitana Karla Rubilar señaló que, tras ingresar al lugar, “personal de Bomberos y Carabineros habría encontrado dos cuerpos calcinados y otra persona viva, pero en malas condiciones, la cual fue trasladada a un hospital y lamentablemente falleció”. Sin embargo, la intendenta estaba equivocada: esa tercera persona, un hombre de 28 años con el 75% del cuerpo quemado, sigue con vida e internado en el Hospital El Pino de San Bernardo.

Durante la transmisión, Rubilar también dijo que no había “claridad del contexto”. Es decir, que no era posible saber si las muertes correspondían a “personas que estaban alterando el orden público o trabajando en el lugar”. Más tarde, Walmart informaría, a través de un tuit, que ninguno de los individuos encontrados eran empleados de la empresa.

Dos días después, se sabría que las dos personas muertas era Paula Lorca y Alicia Cofré Peñailillo, de 42 años. La familia de Paula asegura que no se conocían entre sí.

Según relata Mauricio, hermano de Paula, a las cinco de la mañana de ese domingo, su prima, Graciela Morales, fue llamada a reconocer el cuerpo de Paula en el Servicio Médico Legal.

Murió asfixiada, porque los que estaban saqueando habrían dado el gas para explotar un cajero dentro del Lider —dice Mauricio—. Mi prima me dijo que pocas partes de su cuerpito estaban quemadas. Una persona que la vio cuenta que a ella le cayó una viga en la cabeza. 

En su certificado de defunción se lee que falleció a las 00.05 horas del 20 de octubre, por “asfixia por aspiración de gases en incendio”. Consultada para este texto, la Fiscalía Metropolitana Occidente ratificó que las dos mujeres fallecieron asfixiadas por aspiración de gas. Actualmente, la fiscal Paola Zárate se encuentra a cargo de la investigación del caso. 

La mañana del martes 22, y mientras se efectuaban los funerales de Paula Lorca en el Cementerio Parque del Sendero de San Bernardo, el Ministerio Público por fin dio a conocer públicamente las identidades de 7 de las 15 personas que el gobierno de Sebastián Piñera reconoció oficialmente como fallecidas. Una lista que sigue creciendo. 

El subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, señaló que once de las quince eran de la Región Metropolitana, “asociadas a quemas y saqueos, principalmente de centro comerciales”. Pero la familia de Paula Lorca sostiene que ella nunca fue una saqueadora, que llegó al supermercado por otras razones y que el incendio la habría pillado por sorpresa. 

No es justo que mi hermana falleciera así —dice Mauricio, quien la mañana del martes, junto a los vecinos de la Villa Panamericana, despidió a Paula con “Baño de mar medianoche”, su canción favorita:

Y al brillar mil estrellas

nos desearon felicidad

y en la arena dibujamos

corazones que se quedaron

juramentados toda la vida.

*La lista de muertos durante las manifestaciones sociales y disturbios no ha parado de crecer con el paso de los días y las noches de toque de queda. Cuerpos encontrados en edificios en llamas o baleados en las protestas en distintos puntos del país, en circunstancias poco claras, son parte de la realidad chilena. De ellos, sólo cuatro de los fallecidos hasta ahora han sido reconocidos por el gobierno como víctimas de balas militares. Esta serie de perfiles, elaborados por un grupo de periodistas independientes y alumnos de la Universidad Alberto Hurtado, organizados a partir del Estado de Emergencia, pretenden dejar registro de quiénes eran las personas que perdieron su vida en estos días de esperanza y violencia, y en qué circunstancias ésta les fue arrebatada. El equipo es coordinado por Gabriela García B. Edición de textos: Gabriela García y Nicolás Alonso.

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