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Entrevistas

27 de Octubre de 2019

Pamela Jiles: “La acusación constitucional a Piñera abre la única posibilidad institucional de salida de la crisis”

Agencia Uno

La parlamentaria del Frente Amplio, vía mail, como es su costumbre, analiza el estallido social que ha remecido a Chile y que, a su juicio, ha develado la vulnerabilidad de un sistema político y económico que la gran mayoría ya no resiste. También entrega luces de cómo salir de la crisis a la vez que sostiene que solo serán reconocidos los liderazgos que surjan “del propio cuerpo alzado que esté limpio de cualquier colaboración con la élite”.

Por

¿Cuál es su principal sentimiento en estos días?

– Me siento muy unida con mis nietos, los sinmonea. Conmovida por su fuerza y su capacidad de incidir en la historia, maravillada por la madurez política de nuestro pueblo, que es capaz de saltarse cada torniquete de la élite. He visto toda la belleza del mundo en mis sinmonea que despertaron de su pesadilla y abren las grandes alamedas por fin.

Tiene una relación muy directa con sus electores, por ejemplo, en redes sociales. Es usted de las personas que piensa que “nunca vieron venir algo así”, de los que lo esperaba, o de los que siente que a estas alturas este tipo de análisis no tienen sentido?

– Esperé este estallido de amor toda mi vida. No sé si lo soñé, lo deseé o lo prefiguré. Qué importa!… Son mis nietos, los sin monea, los protagonistas de esta historia, quienes deben relatarla con sus muchos colores y toda su poesía.

Se está promoviendo una acusación constitucional a Piñera, ¿puede explicar de qué se trata y cuáles serían los principales fundamentos?

-Los estados de emergencia autorizan a restringir la libre circulación pero no a atentar contra la vida de las personas. La “salida de la crisis” -como le gusta decir a la élite- será únicamente la salida de Piñera. No puede ser de otro modo: ha puesto en grave peligro la seguridad de la nación, ha sumido el país en el desgobierno y es el principal -aunque no único- responsable de las muertes de quienes debía proteger. Mi deber como parlamentaria es acusarlo constitucionalmente, como lo habría hecho la diputada humanista Laura Rodríguez, utilizando una atribución parlamentaria y un instrumento constitucional, de espaldas a la élite y de cara al pueblo.

Han surgido muchas voces, incluso en el FA, que se oponen a la acusación constitucional. La opinión predominante es que un presidente legítimamente escogido debe terminar su gobierno…

-Yo escuchó otra voz generalizada: Renuncia Piñera. Y veo a los políticos en su conjunto tratando de hacer los sordos. Habría que preguntarle a los parlamentarios que debieran estar haciendo fila para firmar la acusación constitucional contra Piñera, cuántos muertos necesitan para decidirse. Cuántos baleos, torturas, golpizas a niñ@s, violaciones en comisarías, mientras Piñera come pizza y lo  invaden los alienígenas. Al pueblo le está pareciendo que hay complicidad ahí. La acusación constitucional fue prevista por Jaime Guzmán e instalada por él en la Carta fundamental. Es una herramienta institucional que impuso Pinochet como mecanismo para cuestionar a un presidente que no dio el ancho, tal cual es el caso.

¿Qué espera del cambio de gabinete?

-Espero lo que se puede esperar de una maniobra burda, gatopardista, sacada de una edición pirata de Lampedusa, a tono con la mediocridad presidencial, es decir, nada. Yo espero solamente que Piñera renuncie. La primera baja fue Chadwick, que dejó de ser ministro del Interior el lunes pasado cuando lo confrontamos en el hemiciclo, no puedes tener a un ministro del Interior para manejar una crisis al que se le van en collera cinco parlamentarias. Es obvio que este cacareado cambio gabinete es sólo un fusible para tratar de parar el desborde y la acusación constitucional a Piñera.

¿Qué opina de las medidas entregadas por el presidente Piñera?

Que son un pésimo chiste, ¡una burla! Creo que no hemos llegado a la máxima expresión de esta desobediencia civil. El pueblo se está organizando con extraordinaria rapidez y creatividad. Esta es una acción de arte nacional y todavía viene lo mejor: el baile triunfal de los que sobran. No van a lograr aplacar a la gente, se les van a aparecer por las rendijas, por las ventanas, por el techo, por el desagüe de sus lindas mansiones. Van a meterse en los micrófonos de los noteros matinales, en los actos oficiales, en sus pizzerías y sus elegantes matrimonios. Van a copar las plazas y los edificios públicos con esta nueva esperanza. Van a mandar a la mierda a todos los que los traicionen y seguiremos bailando y cantando “únanse al baile, de los que sobran, nadie nos va a echar de más, nadie nos quiso ayudar de verdad”.

Agencia UNO

Tuvo un altercado en el hemiciclo con parlamentarios de derecha cuando encaró al ministro Chadwick ¿Qué pasó ahí?

– El ministro Chadwick fue citado a la Cámara a dar cuenta de la crisis.  Hablo dos horas y dijo no tener ninguna responsabilidad en la represión a manifestaciones legítimas. Con mis compañeras diputadas del Frente Amplio Camila Rojas, Gael Yeomans, Claudia Mix y Maite Orsini fuimos a enrostrarle los muertos, heridos, torturados de su responsabilidad, especialmente respecto de 215 niños, niñas y adolescentes víctimas de la reprensión. De manera pacífica lo enfrentamos. Fuimos empujadas e insultadas. Chadwick se burló con una sonrisa incomprensible, desalmada. Nos rompieron los cartelitos… Nada comparado con lo que está sufriendo nuestra gente, a la que le dicen que tienen derecho a manifestarse pacíficamente pero los reprimen. Nos mantuvimos firmes, en silencio y sin retroceder hasta que se suspendió la sesión y el Ministro salió arrancando. Así, Chadwick tuvo que enfrentar su culpa al menos por esos minutos, porque le pusimos a las víctimas en la cara para que lo persigan eternamente.

El gobierno parece estar muy descolocado. El mundo político igual. 

– No sólo Piñera está descolocado. Buena parte de la oposición ha quedado completamente al descubierto también. La crisis de legitimidad de la política llegó a su máxima cota. Piñera le declaró la guerra a mis nietos por cadena nacional, mandó al Ejército a dispararles a matar por manifestar pacíficamente su enorme sufrimiento. El Presidente de la República ha llevado al país a una situación de desgobierno en que la seguridad de las personas está en grave peligro. Es nuestra obligación detener la matanza de inocentes.

Se ha visto a muchos políticos decir “todos somos responsables”. ¿Qué opina de esta frase? 

-Dicen eso mientras negocian con Piñera medidas que no le harán sentido a las personas. Son responsables del sufrimiento del pueblo. Toda esa casta de políticos indolentes ha sostenido este modelo durante treinta años. Y para apaciguar al pueblo conceden 30 pesos. Van a meterse a La Moneda con un balón de oxígeno al asfixiado Piñera, y salen de ahí con una agenda corta que es una burla. Algunos de ellos, José Miguel Insulza por ejemplo, dijo “soy partidario de reprimir con energía” cuando Piñera estaba sacando militares a la calle. Ha quedado al descubierto la orfandad de nuestro pueblo que solo se tiene a sí mismo y ha dejado de ser esclavo. Existe la percepción que durante los primeros días de esta gran protesta social el mundo político estuvo completamente ausente lo que incluye también al Frente Amplio. 

¿Los tomó por sorpresa, no hay liderazgo, qué es lo que pasó? Todo el mundo decía, los políticos no hablan. 

– Ese silencio inicial pudo ser adecuado incluso si la élite no hubiera desplegado toda su maquinaria de control. Primero, sacar al Ejército y declararnos la guerra. Segundo, sembrar el terror al otro, con supuestos saqueadores y vándalos, para intentar dividirnos. Tercero, llamar a una nueva cocina del establishment. Cuarto, evitar hacer un cambio de Gabinete inmediato. Quinto, tratar de apropiarse de la enorme manifestación y calificarla de “apolítica”. Sexto, inventar “un gobierno de unidad nacional”. Séptimo, caracterizar la crisis de manera errónea: no se trataba de un estallido propiciado por el Frente Amplio y el Partido Comunista, sino de un pueblo con memoria histórica, con conciencia, con cierta experiencia de autodefensa y, lo más importante, con irredargüible sentido de cuerpo. La unidad del pueblo que lo hace invencible.

¿Cuál es el rol de Frente Amplio?

– Yo no voy a caer en el error de fondo que ha cometido la clase política completa: creer que las orgánicas políticas tendrían la capacidad de desarticular la expresión social que se desató en las calles. Piñera considera que los interlocutores válidos son los partidos políticos. Falso. Tampoco son las dirigencias de las organizaciones sociales. Aquí está el pueblo legitimándose a sí mismo, adquiriendo conciencia de clase y avanzando desde su dolor y su amor. Y el que se atreva a intentar ponerse a la cabeza de este movimiento, o trate de interpretarlo para controlarlo, recibirá el repudio de mis nietos. Varios lo han intentado sucesivamente en estos días con pésimos resultados. No entienden que este movimiento se contiene a sí mismo, es una nueva forma de resistencia contracultural inmune a la hegemonía establecida. Nos corresponde solo escucharlos y hacer lo que ellos demandan.

¿Es este el momento de repensar la Asamblea Constituyente?

– Todas las formas de lucha que el pueblo utilice son oportunas, pero ninguna que impongan las cúpulas. Eso es esencial a la caracterización de este movimiento. No me parece que el estallido haya tenido hasta aquí una bajada espontánea y masiva en cabildos o asambleas, lo que no significa que eso no se vaya construyendo, pero debe ser fruto del propio desarrollo de la lucha. Si te fijas, la huelga nacional convocada por distintas organizaciones sociales no tuvo el resultado esperado, eso es significativo y hay que analizarlo. Estimo que se debe, como reitero, a que sólo serán reconocidos los liderazgos surgidos del propio cuerpo alzado. Ni los políticos profesionales ni los dirigentes de organizaciones sociales tradicionales que son percibidos -justa o injustamente- como funcionarios secundarios del mismo establishment. 

Muchos reclaman un cambio estructural del modelo y no una agenda social para paliar el dolor de cabeza. 

– Miremos cómo se genera la crisis. Partió con el salto de torniquetes y evasión masiva en el Metro, a modo de protesta estudiantil, con un fuerte componente etario sub-20, adolescente incluso, en que el instrumento de congregación son los celulares. En un día se transformó en una revuelta cuyo pegamento material siguen siendo los celulares. Es ese el medio de convocatoria, de organización y de construcción de discursos. Es decir, se da la paradoja de que la generación acusada de vivir pegada a un celular -supuestamente enajenada, individualista y presa del mercado-  transforma en tres días esa revuelta en una expresión orgánica que se dota de masividad, de un discurso, una forma de operar y un objetivo. Tiene ya las características de una revolución. Una expresión social inédita en Chile en cincuenta años, que la clase política intenta digerir con el instrumental que tiene: coerción y cocina, es decir, negociación entre los miembros de la élite. Pero ocurre que el pueblo tiene una memoria histórica de lucha -en los términos explicitados por Gabriel Salazar- que le permite programar velozmente fórmulas de resistencia. Y sucede coetáneamente que esta masa orgánica, pluriclasista y multiforme, rechaza consistentemente a los que intentan ponerse a la cabeza de su revolución. Maravilloso! Entonces la clase política -con distintos énfasis- apuesta por salidas institucionales desesperadas donde hemos visto escenas grotescas y vergonzosas como Javiera Parada y esas personas disfrazadas de white sensation que fueron a La Moneda a ofrecer un diálogo democrático con el señor que está quebrantando la democracia.

Agencia UNO

¿Cuál es ese discurso, esa forma de operar y ese objetivo que ves en lo que llamas revolución?

-El discurso tiene dos elementos arquitectónicos. Por una parte, la economía del lenguaje ejercitada en las redes sociales. Esto permite suplantar rápidamente al discurso oficial, deslegitimarlo y superarlo. El segundo elemento del discurso es el sentido común. A través de nano-código se instalan sucesivamente “Piñera culiao”, “Chile Despertó”, “No estamos en guerra”, No te rindas, no me rindo”, “Por 30 años nos ofrecen 30 pesos”, “Que renuncien todos”, “La marcha más grande de Chile”, “Piñera renuncia” “Piñera Renuncia”, “Piñera RENUNCIA” que se instala como la bandera principal. De alguna manera esta revolución funciona como meme…

¿Puede explicarlo mejor? Parece reductivo o peyorativo esto de que “funciona como meme”.

– Por el contrario.  Estos jóvenes supuestamente alienados e individualistas, con ojos de pantalla, terminaron por enseñarnos una lección sobre rebeldía, acudiendo al poder de síntesis del meme para baypasear así los tediosos discursos de la “centro-izquierda” y de la izquierda imaginaria. El trasvasije de poder al que hemos asistido -de la clase dominante a los dominados- subvierte justamente aquello en lo que la vieja generación resultó inepta al considerar una hábito infantil e inservible la híper-conectividad en redes sociales. Si bien internet no es el mismo oasis anarquista de hace algunos años -ahora que los poderes empresariales y el marketing comienzan a vigilar nuestros hábitos de consumo, consumo cultural y adhesión política-, la generación de jóvenes que hoy día está en la calle ha instrumentalizado las aplicaciones de sus teléfonos inteligentes para fines de organización y rebeldía. Evasiones masivas, marchas multitudinarias, funas a medios de comunicación de masas y denuncias sobre abusos, asesinatos y centros de tortura llevados clandestinamente por carabineros y militares. De ese modo, cómo un meme, Piñera quedó retrasado 5 días respecto de la capacidad de la masa de implementar su propia operación y su discurso, que además es coherente, creativo y elocuente. Los adolescentes propusieron una claridad e inmediatez que permiten un cambio político radical efectivo. Y nos salvaron a todos.

Agencia UNO

Quedó pendiente la forma de operar de este movimiento…

– Ya he comentado la existencia de un arma relevante de esta desobediencia civil: el celular, que establece  un estándar de “hiperrealidad” -en la definición de Baudrillard- en que la realidad es reemplazada por un holograma, imbricado con elementos de la performance. Baja el valor de lo que “se dice”. Cobra valor lo que “se hace”, en lo que la calle tiene ventajas comparativas. Por eso era relevante, por ejemplo, que 5 parlamentarias enfrentáramos a Chadwick in situ, en la casa de la soberanía popular que es el parlamento. Era meter al pueblo en el hemiciclo en el tercer día de la revuelta. Adicionalmente, es observable en la operación de este movimiento, elementos de la cultura otaku y el animé. Un claro factor que aporta a esta lucha la nueva generación -si bien no es transversal al movimiento aún- es la influencia del animé japonés y sus mensajes de solidaridad y apertura sexual. Particularmente esto último. Debemos decir que esta es una revolución kuir, muy influida por la disidencia sexual y su fuerte rebeldía. Durante los años noventa -cuando mi generación estaba tratando de reconstruir la democracia mientras se imponía el sistema neoliberal- los más jóvenes absorbían la animación japonesa desde los monitores adquiridos a crédito por sus padres. Considerada como inofensiva por los comités censores -salvo cuando incluían desnudez explícita- los animé entregaron una serie de consignas que contrariaban los valores de la competitividad liberal. Estos eran los valores de la amistad, la solidaridad y la resilencia contra escenarios distópicos provocados por los desastres del capitalismo, de mano de personajes que cuestionan las fronteras de lo masculino y lo femenino. Hoy día, las estéticas pop orientales son un código de asociatividad subcultural entre jóvenes —esto la sabían bien los Pokemones que hicieron la revolución sexual y política del 2006— que alimentan también esta revolución con toda su riqueza kuir.

¿Cómo seguirá este movimiento? 

– Es seguro que se mantendrá hasta conseguir su objetivo, puesto que esta revolución se ha dotado ya de una estrategia, es decir, ha definido sus alianzas y su objetivo principal. A mi juicio este es la renuncia de Piñera. Las fuerzas revolucionarias  principales y secundarias ya están desplegadas en esa dirección, aislando al gobierno que se empeña en poner fin a la revolución mediante una componenda con la burguesía liberal expresada por la clase política. Podrá tener etapas de flujo y reflujo, podrá haber oscilaciones en la expresión de esta fuerza, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. Lo dijo Allende con toda claridad: “tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres -y mujeres y disidencias sexuales, agregamos-este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse”. 

La televisión y los medios oficiales han sido cuestionados en su cobertura de los hechos. Cree que es una crítica justa, se lo pregunto en su rol de periodista. 

– Como es evidente, la tv abierta y la prensa escrita son el correlato perfecto de la élite. Existen para difundir la perspectiva oficial. Pero la calle ha aprendido a ejercer la infiltración de los medios. Vimos cómo se produjo en estos días la penetración de los contenidos de la masa en la televisión. Los matinales se prodigaron -y lo seguirán haciendo- en paneles binominales, plagados de los mismos de siempre, sin presencia de “los otros”, pero la calle los infiltró a la menor oportunidad que tuvo. Así, pesó más “chúpala Carol Dance” y “amarillo culiao” que “agenda social”. Fue más determinante una mujer mayor diciendo “no son vándalos, son nuestros cabros sacando la cara por los viejos”. Tuvo más incidencia la denuncia de las muertes de inocentes y los montajes, a través de miles de videos por las redes sociales. Cada chileno se transformó en un medio de comunicación que registró y masificó las violaciones a los derechos humanos y los montajes del gobierno. 

¿Qué es lo que cambió en una semana? 

– Toda la instalación mediática de la élite se derrumbó en 7 días. Hasta la semana pasada, Lavín era carta segura para perpetuar el modelo. Hasta habían integrado alegremente a KKKast en su atrio del poder. Los candidatos presidenciales instalados eran todos representantes de la vieja política. Pero la calle desarmó por completo ese diseño. Todos los aspirantes a la presidencia quedaron mirando al sudeste, haciendo absurdas maniobras -donativos caritativos, por ejemplo- para intentar que alguien los y las pesquen. Pero está revolución rechazará a cualquier cúpula que trate de encabezarla y se dotará de sus propios líderes, nuevos, distintos a todos los que están instalados, limpios de cualquier brizna de colaboración con el poder. El panorama de la cúpula va a cambiar radicalmente en poco tiempo. La gente va a señalar a cada paso que la única forma de dar salida a esta crisis es la renuncia de Piñera, la convocatoria a una elección presidencial en el más breve plazo, a una asamblea constituyente y, como resultado de lo anterior, el fin del ciclo neoliberal.

Eso significa para usted que “Chile despertó?

– Me parece que una buena imagen de que “Chile Despertó” y no volverá atrás es la existencia luminosa del joven soldado,  David Veloso Codoceo, que en Antofagasta se negó a obedecer la orden de reprimir a su propio pueblo. Cuando le ordenaron trasladarse a Santiago botó al suelo su fusil y decidió desobedecer. Aún está encarcelado pero sin duda sabe que hizo lo correcto.


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