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Salud

24 de Diciembre de 2019

Si tienes plata, te salvas. Si no, te mueres

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Recopilado por Pepa Valenzuela

Tú sabes que yo pedí una pensión de invalidez y me dieron solo el 50% porque después de mis dos cánceres – a la próstata y al riñón – y a pesar de tener incontinencia, la doctora de la comisión de la AFP me dijo que podía trabajar perfectamente con pañales. Esa vez la doctora me dijo que era trabajólico y que no me preocupaba mi salud. Es decir, además me echó la culpa de lo que me pasaba. Yo no tomaba licencias porque las rechazan. Uno sabe que tienes que pagar las cuentas, comer, ¿y si te cortan la licencia? Tengo entendido que los médicos de la Comisión Médicos son pagados por las aseguradoras y les pagan por cada paciente que rechazan. Si aprueban licencias y pensiones, se pierden comisiones. Es un sistema muy cruel. 

Bueno, con todo lo que pasó, me llamó el ministro del Trabajo Nicolás Monckeberg, porque yo me había vuelto viral. Después lo echaron, pero me contactó con la actual ministra. Me pasaron con el jefe de gabinete y después con otra tipa de las pensiones. Ahí recién supe que se podía apelar a la primera resolución. Yo no había reclamado porque no sabía que se podía. Me habían dicho que para reevaluar, había que esperar tres años. Así es que vine a la Católica, me hicieron todo el informe desde el 2015 hasta la fecha y ahora mi expediente está en la comisión médica central para revisión. Volví donde empecé, pero con el peso de la ministra, a lo mejor puedan revisarlo.  

Hospital San José, Independencia. Foto: Agencia Uno

Ahora estoy con licencia. Yo nunca pido licencias, pero me sentía muy mal. Con todo lo que pasó, fue una vorágine. No podía dormir. Andaba mareado, me quedaba dormido manejando el bus. Abría los ojos y no podía mantenerme despierto. No sabía si había luz verde o roja, me perdía, no sabía dónde estaba. Fui a un doctor de un centro médico porque gracias a Dios yo tengo isapre. Era chanta, chanta. No tenía para hacer receta y quería que fuera a buscar la licencia al día siguiente, pero pagando otra consulta. Al final él llamó a mi médico nefrólogo, urólogo, el que me ha operado tres veces. Él le dijo que no era su área, pero que me mandara a un neurólogo. Como mi hijo trabaja en un centro médico, me consiguió una hora. En qué trabaja usted, me preguntó. Soy chofer del Transantiago, le conté. Me dio licencia al tiro por 60 días.

Cuando estuve con cáncer, hice radioterapia cuatro meses. Me pagaron la primera licencia en noviembre 2018. Pero cuando llegó diciembre, no me pagaron más. Me mandaron una carta la Isapre diciendo que me rechazaban la licencia porque no se justificaba, porque no sabían lo que estaba haciendo. La misma isapre me estaba cubriendo la radioterapia, es decir, la mano izquierda no sabía lo que estaba haciendo la mano derecha. Tuve que ir al Compin y todo el show. Hacer la fila, esperar que me atendieran y todo eso.

En San Bernardo, en la Villa El Manzano, hicieron un Cesfam, no tengo idea por qué le cambian nombre a las cuestiones, antes se llamaban consultorios nomás. Es moderno, precioso, un edificio imponente. Pero claro: no hay médicos ni enfermeras, no hay plata para pagarles. Pocos quieren trabajar en el sistema público porque les pagan poco y en el sistema privado, reciben el doble. Por mucha vocación que tengas, necesitas tener tu auto para moverte, vestirte, comer. 

Ministro de Salud Jaime Mañalich y Luis Castillo, ex secretario de Redes Asistenciales.
Foto: Agencia Uno

Mi hija es carga mía en la isapre. Hace poco estuvo cuatro noches hospitalizada en la Católica por una gastroenteritis que derivó en una insuficiencia renal. Fuimos tres veces a urgencia. Las dos primeras le daban paracetamol, suero y chao. La tercera vez nos pusimos pesados y pedimos que le hicieran exámenes para ver que lo que tenía. Recién ahí la dejaron internada. Además tuve que firmar pagaré en blanco para que la atendieran, siendo carga mía. ¿Qué haces tú si tu hija está enferma? Lo firmas nomás. Si no lo haces, no te atienden. Tienen que tener garantía que vas a pagar,  no les basta la garantía de la isapre. Por eso la gente está tan enojada, enrabiada. Ahí te empiezas a dar cuenta de toda la injusticia del sistema. 

Hace unas semanas el ministro de Salud, Jaime Mañalich dijo que el sistema de salud en Chile era el más eficiente y uno de los mejores del mundo. Textual. Yo lo estaba viendo. ¿Y sabe? Es verdad. Es eficiente y bueno, pero cuando tienes plata. Si no tienes, te mueres. Cuánta gente se muere en listas de espera y en el Auge. A él lo echaron del Colegio Médico por falta a la ética. Lo funan en todas partes y no son los pacientes, sino los funcionarios de la salud. Y él es el ministro de Salud.

Creo que el sistema de salud se puede arreglar. Primero, tenemos que ponernos en los zapatos de los pacientes, de las personas. Por ahí podemos empezar. La deuda de los hospitales cada año aumenta. No soy economista, pero para mí que el sistema de salud público está quebrado. Pero cómo le dices a la mamita que va a buscar leche para su guagua, a un anciano que no puede tomar sus remedios, que no hay. Todos tenemos que irnos a Fonasa, desde el Presidente y Luksic. Arreglamos Fonasa y erradicamos las isapres. Si todos estamos en el mismo sistema, es obvio que la salud se arreglaría, ¿o no? Si metes al hijo, al nieto de ellos, entenderían y funcionaría bien. Porque en este país no nos pueden decir que no tenemos plata. Pero resulta que nos acostumbramos a: yo vivo bien y me interesa un carajo si tú te mueres. El neoliberalismo nos hizo eso. La salud y la educación se convirtieron en productos, en bienes de consumo. 

Ahora el Presidente dijo que iba a mejorar Fonasa. Puras cosas técnicas que nadie entiende. Uno se enreda, no cacha nada y de nuevo, nos hicieron lesos. La política me vendió Chile, la alegría ya viene y después Los Tiempos Mejores. Y yo me he dado cuenta de que solo son eslóganes para adormecerte los oídos y meterte las manos a los bolsillos tranquilamente. Eso es todo. Todos los presidentes de la democracia son tan culpables como Piñera. El empresario les dice lo que tienen que hacer. El empresariado no tiene partido político, pero tiene plata para darles a la izquierda, el centro y la derecha. Nunca me respondieron mi pregunta si Piñera era Presidente o empresario. Pero él igual me contesta todos los días. 

La salud es nada más que un negocio. Si tienes plata, te salvas. Si no tienes, no te salvas. Así de sencillo. Se aprovechan de la desesperación de la gente. Cuando estás enfermo, además tienes que estar pensando en cómo vas a pagar. Así no te recuperas. Es un círculo infinito.

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