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30 de Octubre de 2020

Día de los Muertos y Covid-19: Estudio demuestra que la mitad de los cementerios municipales están saturados

Créditos: Tomás Domínguez

El arquitecto Tomás Domínguez Balmaceda lleva 20 años trabajando en su proyecto autofinanciado “Ciudad de los Muertos”, que busca resguardar el valor patrimonial de los cementerios públicos. Ad portas del 1 de noviembre, da a conocer su último estudio académico donde -entre otras conclusiones- señala que “la pandemia encontró a las ciudades chilenas mal preparadas para enfrentar el aumento de la muerte de su población, porque existe una crisis en el sistema de cementerios públicos”.

Por

“Comencé con el tema de los cementerios en la universidad, por el año 2000. Y yo creo que ya en 2001 me convertí en el experto nacional sobre el tema” cuenta el arquitecto Tomás Domínguez (44), quien lleva dos décadas difundiendo el valor patrimonial que tienen los cementerios. Su tesis de ese entonces hacía un paralelismo entre la ciudad de los vivos y los muertos, referidas a Santiago y al Cementerio General.

Por los años fue ampliando su conocimiento en este tema que -a su juicio- en la década pasada era visto como algo “peyorativo”. En 2011, en el marco de la creación de una fundación para la conservación de estos establecimientos, decidió crear el “Registro Nacional de Cementerios Patrimoniales”, porque no existía un listado oficial de esos recintos formales. “También hay otros indígenas o de colonos que son más bien irregulares. Pero bueno, yo identifiqué 320 en una base de datos y me sorprendió que el Ministerio de Salud no tuviera esa información” recuerda Domínguez.

Cementerio N°3 de Valparaíso en Playa Ancha durante un 1 de noviembre. Créditos: Tomás Domínguez

Esa data recopilada sirvió para realizar su nuevo “Estudio de Capacidad de los Cementerios Públicos Chilenos” durante este año, que ha sido marcado por la pandemia del Covid-19 y su consecuencia: una alta mortandad. El arquitecto actualizó el universo de casos en el análisis actual y se puso a estudiar los recintos funerarios de 100 ciudades con más de 15000 habitantes. A partir de fotografías satelitales de Google Earth, revisión de planos reguladores, registros fotográficos y papers, llegó a una terrible conclusión: la mitad de los cementerios municipales están saturados o lo harán en los próximos dos años.

The Clinic conversó con Domínguez sobre su estudio para saber más detalles sobre este fenómeno, que el define como una completa “crisis en el sistema nacional de cementerios públicos”.

DATOS ELOCUENTES

Cómo parte de su trabajo, Domínguez cuenta que ha solicitado entrevistas con autoridades del Ministerio de Salud (Minsal) para pedir información, pero que no ha logrado mucho. “Tienen solo una persona enfocada en las responsabilidades del área de cementerios, la misma que lleva a cabo otras 500 tareas. El Estado decidió abandonar esa responsabilidad y no invertir en personal para cumplirlas, por lo que, en vez de ponerme a reclamar, decidí hacer el trabajo yo” cuenta. Dice que, si bien él no es una autoridad “oficial”, la información que existe disponible para el análisis de los recintos funerarios ha sido creada por el, por lo que tiene pertinencia para hablar del tema.

Algunos datos que se recogen en el informe:

– 47 de más de 90 cementerios estudiados están saturados al 100%

– 28 de ellos no se pueden ampliar porque están rodeados de tejido urbano

– 8 de las 100 ciudades estudiadas fueron bien evaluadas

– 2 municipios (Alto Hospicio y Calbuco) actualmente que se están haciendo cargo del problema y están construyendo nuevos cementerios

Estudio de Capacidad de Cementerios Públicos Chilenos. Fotografías Google Earth / Arquitecto responsable: Tomás Domínguez Balmaceda. Proyecto Ciudad de los Muertos

¿Quiénes son los responsables hoy en día de la mantención de los cementerios?

– Las municipalidades, pero es un sistema que está descoordinado, acéfalo y no existe una responsabilidad efectiva. En general, se ha visto abandono y falta de inversión.

¿Cómo era antes?

– Beneficencia Pública se hizo cargo desde el año 32. Estaba integrado en el Sistema Nacional de Salud, así como existe la red hospitalaria, existía la red de cementerios generales, que incluso era rentable porque le generaba ingresos al Servicio de Salud. Pero con la Ley de Municipalización se decapitó el sistema de cementerios. Al entregar la responsabilidad a los municipios, el gobierno central se desentendió completamente.

“Tienen solo una persona enfocada en las responsabilidades del área de cementerios, la misma que lleva a cabo otras 500 tareas. El estado decidió abandonar esa responsabilidad y no invertir en personal para cumplirlas, por lo que, en vez de ponerme a reclamar, decidí hacer el trabajo yo”

El hecho de que el Estado se haga cargo de un servicio de cementerios gratuito es muy relevante. De hecho, cuenta Domínguez, era muy relevante desde la época de O’Higgins para, entre otras cosas, garantizar el derecho a la propiedad. “Se hacía para que tu puedas vender y comprar una casa sin que tenga un muerto enterrado, ¿te fijas?” explica.

-También la mentalidad cultural chileno ha influido. En los 80 apareció el cementerio privado y se puso de moda. La élite de Santiago arrancó del cementerio antiguo hacia los nuevos. En los 90 la clase media empezó a imitar esta conducta y hoy día tenemos cementerios privados en un montón de partes. Pero que esos no son tan relevantes, en términos de identidad cómo si lo son los públicos .

En algún momento, el arquitecto también tuvo la iniciativa de ampliar estos recintos, pensando en que los municipios tendrían la misma inquietud. Sin embargo, al contactar a las oficinas de planificación, se dio cuenta que tampoco estaban dispuestos. “‘Pero si nosotros hacemos un excelente trabajo, no es necesario ampliar’ me decían. Esa era la actitud en general, y ahora, pese a haber una pandemia, tampoco se construyeron muchos nichos más, fuera de tres o cuatro municipios que si lo hicieron. El resto dice que no es su problema y que cada uno se las tiene que arreglar solo” relata.

Cementerio N°1 de Valparaíso en el Cerro Panteón. Créditos: Tomás Domínguez

Domínguez es duro con como se llevan cabo estos temas en el ámbito público: “La política de Estado ha sido más o menos de que cada uno se rasque con sus propias uñas”.

“‘Pero si nosotros hacemos un excelente trabajo, no es necesario ampliar’ me decían. Esa era la actitud en general, y ahora, pese a haber una pandemia, tampoco se construyeron muchos nichos más, fuera de tres o cuatro municipios que si lo hicieron. El resto dice que no es su problema”

CEMENTERIOS Y CORONAVIRUS

“La pandemia encontró a las ciudades chilenas mal preparadas para enfrentar el aumento de la muerte de su población, porque existe una crisis en el sistema nacional de cementerios públicos” se lee en una de las conclusiones del estudio elaborado por el proyecto autofinanciado del arquitecto: “Ciudad de los Muertos”.

En la sección donde justifica la realización del informe, se señala que hasta abril de 2020 no se conocía el nivel de mortandad que causaría la pandemia del Covid-19. Se agrega como experiencia histórica lo que pasó en Santiago con la epidemia de cólera en 1888: el Cementerio General colapsó.

Casco Antiguo del Cementerio General. Créditos: Tomás Domínguez

El recinto capitalino, asegura Domínguez en su estudio, “ha servido siempre como el modelo nacional para cementerios municipales”. A mediados de mayo se dio a conocer que se haría una gran “resaca” para abrir espacio a 1500 personas en tres patios comunes que albergarían sepulturas temporales de 5 años. Esta faena normalmente se realiza durante un año y medio, pero ahora se realizó en tres semanas.

Hasta abril de 2020 no se conocía el nivel de mortandad que causaría la pandemia del Covid-19. Se agrega como experiencia histórica lo que pasó en Santiago con la epidemia de cólera en 1888: el Cementerio General colapsó.

Posteriormente, en julio, se sepultaron 1000 muertos por Covid-19 sosteniendo un pick de 75 entierros diarios, cuando el promedio es de 25. Luego se hizo otra “resaca” en un cuarto patio común y se recuperaron 5500 nichos temporales que habrían vencido.

“Casi todos los cementerios municipales debieron funcionar al doble o al triple del ritmo normal en los puntos más críticos de la pandemia, sobrecarga que exigió especialmente a los establecimientos saturados” informa el reporte. En julio, sindicatos de trabajadores de cementerios municipales acusaron no dar abasto y catalogaron a sus lugares de trabajo como los “patios traseros” de los municipios.

Una mala muerte en estos lugares entonces…

– Son indignos, porque por ejemplo hoy ya no se ofrecen sepulturas perpetuas. ¿Te gustaría que te preguntara si prefieres un nicho nuevo o uno de segunda mano, por el mismo precio? O te hago otra pregunta: ¿Qué prefieres, enterrarte en un nicho y renovar cada 10 años o comprar un nicho perpetuo de una sola vez que vale el doble? Si tienes la plata para pagar, te dicen que en realidad no se puede, porque está saturado. Eso pasa en la mitad de los cementerios públicos en Chile.

“Casi todos los cementerios municipales debieron funcionar al doble o al triple del ritmo normal en los puntos más críticos de la pandemia, sobrecarga que exigió especialmente a los establecimientos saturados” informa el reporte.

Sepultureros trasladan el féretro de una persona fallecida por Covid-19 en uno de los patios de fosa común del Cementerio General. 15 de mayo. Créditos: Agencia Uno

Al día de hoy ya se reportan 14118 muertes por la pandemia del Covid-19 en el país, al mismo tiempo en que una segunda ola de contagios vuelve a azotar Europa y obliga a los gobiernos a decretar nuevos confinamientos. Un repunte de los números que podría volver a suceder también en Chile.

Mientras, dice el informe, “han sido tiempos en que el horno crematorio (del Cementerio General) no ha descansado, calcinando en silencio el recuerdo de miles de personas”.

*Para leer el informe completo puede descargarlo en el siguiente link:

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