Del voto por correo al padrón digitalizado: opciones para hacer más fácil el acto de votar

VOTO POR CORREO O POSTAL

Cuando las restricciones por la pandemia amenazaban la participación en el plebiscito, una de las medidas que entró en debate era la posibilidad de instaurar el voto por correo o postal. Esta opción, que se aplica en varios países europeos y Estados Unidos, entre otros, consiste en el envío al domicilio -automático o previa solicitud- del material de votación. Una vez recibido, el receptor sufraga e introduce la papeleta en un sobre que, luego, es enviado por correo al organismo electoral en un plazo establecido.  

Las ventajas de esta herramienta es que permite abarcar a grupos de electores que, por determinadas condiciones, no pueden acudir a sus centros de votación: enfermos, tercera edad vulnerable, personas alejadas de sus domicilios o votantes ausentes el día de la votación, entre otros. Para los expertos, la clave de su implementación está en la custodia. “Que sean enviados por correo significa que quedan almacenados en algún lugar y se debe garantizar que no se abran hasta el momento de las elecciones”, explica Alejandro Barros, académico del Centro de Sistemas Públicos de la Universidad de Chile.

Por ahora, esta alternativa ha sido descartada por el Servel, por el temor, como dijo su presidente, Patricio Santa María, a que se pierdan votos durante el proceso. 

“Que (los votos) sean enviados por correo significa que quedan almacenados en algún lugar y se debe garantizar que no se abran hasta el momento de las elecciones”, explica Alejandro Barros, académico del Centro de Sistemas Públicos de la Universidad de Chile.

VOTO ANTICIPADO EN LOCAL DE VOTACIÓN

Otra alternativa que se ha aplicado en lugares como Finlandia y Australia para evitar aglomeraciones es el voto anticipado en local de votación. Se trata de acudir presencialmente, antes del día de la elección, a una mesa de sufragio u otro recinto destinado para ello, que puede ser fijo o temporal, similar a los módulos donde se paga el permiso de circulación.

La idea es acercar el proceso a quienes no pueden desplazarse hasta el lugar donde están inscritos y poder hacerlo con tiempo. Julieta Suárez, doctora en Ciencia Política especializada en sistemas electorales, cree que es posible su aplicación. “La capacidad existe, los locales de votación ya están, así que ni siquiera se generaría una gran inversión. No debería ser un problema evaluar la posibilidad de utilizarlos para votar anticipadamente y así permitir que más gente vote”, afirma.

CENTROS MÓVILES

El día del plebiscito, hubo casos de adultos mayores desplazándose con dificultad en andadores ortopédicos e incluso el de una mujer de 69 años que fue a votar en camilla. En países como Canadá y Ecuador para evitar que esto suceda cuentan con centros de votación móviles que visitan domicilios, cárceles, hospitales o asilos de ancianos, llevando todo lo necesario para sufragar, incluido el biombo.

Lo favorable de este método es que permite la participación de personas que normalmente quedarían marginadas por no poder desplazarse. Al día siguiente del plebiscito, Santa María explicó que están trabajando en esta opción, para habilitar un “móvil que nos permita pensar en el voto a domicilio” desde la elección de constituyentes.

Sobre su factibilidad, la coordinadora del área de gobernabilidad en la oficina en Chile del PNUD, Marcela Ríos, recomienda hacerlo en forma progresiva. “Por ejemplo, se podría aplicar primero a los contagiados de Covid. Evaluar cómo funciona, corregirlo y luego, en la próxima elección, extenderlo a más personas”, afirma.

PADRÓN DIGITALIZADO

Sin confundir con el voto electrónico, algunos países europeos, Estados Unidos y México han optado por digitalizar su padrón, lo que implica pasar los registros electorales a un soporte digital con el fin de optimizar la gestión de los locales de votación, la distribución de las mesas, y el conteo de votos, entre otros. 

Este mecanismo permite ciertas innovaciones en el proceso electoral como la posibilidad de configurar las mesas en función de datos de georreferenciación de los electores, lo que permitiría votar más cerca del hogar y que los miembros de una familia puedan ser asignados a un mismo local. “Al tener toda esta información digitalizada, puedes hacer una serie de optimizaciones. Por ejemplo, que todos los que están en un mismo lugar de residencia puedan votar en el mismo lugar y que éste sea el que esté más cerca”, explica Barros.

De igual forma, tener un padrón de esta naturaleza hace posible llevar las actas electorales a digital en tiempo real, lo que permitiría, por ejemplo, procesar sus detalles en forma casi automática y no esperar meses como ocurre hoy. 

Un padrón digitalizado permite ciertas innovaciones en el proceso electoral como la posibilidad de configurar las mesas en función de datos de georeferenciación de los electores, lo que permitiría votar más cerca del hogar y que los miembros de una familia puedan ser asignados a un mismo local.

Consultado al respecto, desde el Servel se limitaron a explicar que están evaluando distintas opciones con una mesa técnica para modernizar el sistema electoral.