Cae la valoración de la democracia en Chile: “Liderazgos tipo Bukele” y “partidos de TikTok”

El año en que se conmemoran los 50 años del golpe militar, la reciente encuesta CEP arrojó un dato revelador sobre el valor que la gente le da actualmente a la democracia: si en agosto de 2021 un 61% adhería a que “la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno”, hoy sólo un 49% está de acuerdo con esa afirmación. 

La disminución de 12 puntos viene acompañada de otro dato clave, ya que en la encuesta un 19% dijo sentirse identificado con la frase: “En algunas circunstancias un gobierno autoritario puede ser preferible a uno democrático”. En la medición de agosto de 2021, esa afirmación contó sólo con un 13% de apoyo.

Y ante la frase “a la gente como uno, le da lo mismo un régimen democrático que uno autoritario”, un 25% adhirió a ello, versus un 17% que apoyaba la misma afirmación en la muestra anterior. 

Todo esto contextualizado en que las instituciones políticas son de las menos valoradas, siendo los partidos políticos (4%) y el Congreso (8%) las peores evaluadas. 

Los datos de la encuesta CEP dejan en evidencia que el desafío que tendrá la política -sobre todo en medio de un proceso constituyente 2.0- será lograr acercar a la ciudadanía y que la democracia vuelva a ser valorada. ¿Cómo se entienden estas cifras de la opinión pública? 

Un escenario para liderazgos populistas

En agosto pasado, el diputado del Partido de la Gente (PDG), Gaspar Rivas, dio un punto de prensa desde el Congreso donde se puso una estrella de sheriff en el pecho y exclamó: “¡Soy el Bukele chileno!”.

Para Hernán Larraín Matte, Director del Proyecto Constitucional de Horizontal, hay un vínculo entre la declaración de Rivas y la situación política del país, reflejada en la encuesta CEP.

“Estamos creando las condiciones para acercarnos a un escenario donde proliferan liderazgos tipo (Nayib) Bukele, populistas. Cuando la delincuencia está disparada en las preocupaciones de la gente, se genera un contexto favorable a soluciones fáciles”, comenta Larraín Matte.

“En José Antonio Kast existen elementos de este tipo, su forma de abordar los problemas como si se resolvieran con un tuit o con una zanja”, dice Hernán Larraín

Para el expresidente de Evópoli, hay otros liderazgos actuales que cumplen con el perfil populista: “En José Antonio Kast existen elementos de este tipo, su forma de abordar los problemas como si se resolvieran con un tuit o con una zanja”.

El secretario general del PDG, Emilio Peña, dice que la actitud que tuvo Gaspar Rivas “fue un error y lo conversamos en su minuto”. El dirigente plantea que el populismo “siempre va a existir” y defiende que su partido no ejerce el populismo: “Algunos califican a Franco Parisi como populista, por lanzar ideas, pero esas ideas venían con un fondo y estudio previo de lo que se debería hacer”.

A juicio de Peña, la desvalorización de la democracia pasa principalmente por el tema de la inseguridad: “La gente siente que el Estado no está llegando a tiempo para solucionar los temas de seguridad.  Se resiente el concepto de democracia cuando, como ciudadano, buscas que se impongan penas más duras o haya más firmeza del Estado con estos delitos”.

El secretario general del PDG no se muestra identificado con el estilo de Bukele, asegurando que “no es bueno llegar a los extremos, nosotros tenemos que impulsar reformas desde el poder legislativo para mejorar la seguridad”.

Desde la Democracia Cristiana, su secretaria nacional, Cecilia Valdés, se muestra más confiada respecto del populismo: “Es un riesgo permanente, pero la gente no es tonta y no se va a comprar las soluciones fáciles, porque conocen las limitaciones del Estado”.

“Partidos trabajando para el TikTok”

El Congreso es una de las instituciones peor valoradas, con un 8% en la última medición CEP, siendo superado sólo por los partidos políticos, con un 4%.

“Hay muchos partidos que están trabajando para el TikTok, el Twitter o el Facebook”, asegura Emilio Peña.

Emilio Peña, del PDG, es tajante sobre el motivo de esta desvalorización: “Hay muchos partidos que están trabajando para el TikTok, el Twitter o el Facebook”. Esto lo vincula con el alejamiento de la democracia, asegurando que “con esto los políticos buscan un sello propio, pero hacen que la gente vea que no están preocupados de sus problemas y eso claramente daña la democracia”.

Hernán Larraín, por su parte, tiene un diagnóstico similar: “La distancia de la ciudadanía con la democracia pasa por la distancia con sus instituciones más importantes, como el Congreso y los partidos políticos”. 

En esa línea, el miembro de Horizontal dice que “la ciudadanía se siente alejada de la política cuando ve que en el Congreso hay gente que se disfraza en vez de estar preocupada de sus prioridades”. 

Larraín refuerza su análisis con un ejemplo: “La gente ve que las cosas que más les importan, como la reforma de pensiones o las listas de espera, se postergan por años en un sistema político que bloquea todo. Eso hace que la gente busque opciones más pragmáticas”.

El diagnóstico de la DC Cecilia Valdés apunta a que “nuestro sistema político ha derivado en algo más pragmático y electoralista. La política tiene que cumplir su rol de dar soluciones y llegar a acuerdos, sino se va a seguir despotenciando la democracia”.

Nuevo proceso constituyente a la vista

El dato de la encuesta CEP respecto de la valoración de la democracia se da en dos contextos importantes. Uno es el itinerario para dotar a Chile de una nueva Constitución y, el otro, que el 11 de septiembre se cumplirán 50 años del golpe militar de 1973.

Para Valdés, la caída en la valoración de la democracia pasa por un tema generacional: “Lo que vivimos en dictadura es muy difícil transmitirlo nítidamente a las generaciones de ahora”.

“Lo que vivimos en dictadura es muy difícil transmitirlo nítidamente a las generaciones de ahora”, comenta Cecilia Valdés, identificando una causa de la desvalorización de la democracia.

En esa línea, asegura que “la memoria histórica es clave para no repetir errores del pasado y evitar caer en autoritarismos, por lo que siempre hay que hacer un esfuerzo por no olvidar”.

Para Emilio Peña, en cambio, el foco no debe estar en la conmemoración, pero reconoce que hay que evitar cometer los errores del pasado.

“Quienes conmemoren la fecha del 11 de septiembre serán otros, nosotros tenemos que preocuparnos de las necesidades de la gente. El pasado nos tiene que servir para no cometer los mismos errores en el futuro”, asegura el secretario general del PDG.

Un tema derivado de la dictadura es la Constitución vigente -pese a todas las modificaciones posteriores- por lo que para Valdés, ahí hay una oportunidad.

“La nueva Constitución tiene que construir una legitimidad importante para las personas y la política, bajo esa nueva Carta, tiene que cumplir un rol de servicio público”, dice la secretaria nacional de la DC.

Hernán Larraín coincide en lo fundamental que será la nueva Constitución: “Para corregir este mal momento de la democracia, es importante que en el nuevo proceso constituyente podamos corregir el sistema político y electoral, con lo que se evite la fragmentación en el Congreso y los partidos puedan tener mayor validez”.

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