
Tras 29 años de investigación, se descartó que la pérdida de peso sea factor que determine de una vida larga.
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Lisa Underland se planteó la relación entre factores, como el peso de una persona, y tener una vida larga y saludable. Junto a un equipo del Hospital de enseñanza para niños de Montefiore, en Nueva York, decidieron investigar al respecto y descubrieron que, de hecho, no hay conexión.
Sin embargo, encontraron otros tres indicadores de una vida larga y saludable. Estos resultados son producto de 29 años de investigación.
El mito detrás de bajar de peso
Underland escuchaba constantemente a los adultos mayores hablar sobre perder peso. Según la declaraciones de la doctora, esto le impulsó a querer averiguar de este posible vínculo.
Junto su equipo, tomaron los datos de una iniciativa iniciada en 1992 llamada Salud Mujer, en la que participaron 161 mil mujeres en Estados Unidos.
Los médicos seleccionaron a 5 mil personas mayores de 65 años. La edad promedio de las voluntarias era de 79 años y excluyeron a las mujeres con enfermedades terminales o que provocaran adelgazamiento, como el cáncer.
Luego, observaron cuánto peso ganaron o perdieron desde que se inscribieron al programa. También monitorearon quiénes seguían vivas cinco años después de terminado el estudio.
Mientras engordar no significó cambio alguno a la longevidad, las personas que perdieron kilos tenían más probabilidades de morir. En concreto, aquellas que bajaron un 5%, tenían un 65% más de probabilidades de morir.
Actividad física es la clave
Por otro lado, se dieron cuenta que las voluntarias que presentaban mayor destreza en las pruebas físicas a las que se sometieron, demostraron tener un probabilidad de vida mucho más alta.
Los factores de una vida larga y saludable son la fuerza, el equilibrio y la movilidad.
Según observaron, quienes tenían mayor puntuación en estos tres factores tenían 71% más de probabilidades de estar vivas cinco años después de terminar el programa. Esto, en comparación de aquellas que fueron parte de los puntajes más bajos.
Tal como indica la profesional de la salud, este estudio está lejos de incentivar a las personas a comer comida poco saludable. Sin embargo, revela la importancia de enfocarse en mantenerse activo, en lugar de preocuparse tanto por perder peso.