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Ciencia & Tec

1 de Marzo de 2022

¿Cuánta distancia hay que tomar para salvarse de la explosión de una bomba nuclear?

Pixabay: WikiImages (imagen referencial)

No hay ciencia exacta para saber cuán lejos hay que estar para salvarse de una explosión atómica, porque depende de varios factores. Lo que sí, puedes morir por el calor, la onda expansiva que derrumba edificios o la radioactividad.

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Hiroshima y Nagasaki (Japón), en 1945, recibieron el ataque de una bomba atómica y sin importar la distancia entre ambas ciudades, murieron 129.000 personas.

Poniéndonos en un escenario hipotético en que estalla una guerra con armas nucleares ¿Qué tan lejos hay que estar para evitar la muerte letal? Esa es la pregunta que se hicieron en un estudio publicado de Science Alert.

El canal de Youtube, AsapSCIENCE explica qué hay diversos factores que inciden en la estimación del impacto de la bomba: el clima, la hora de detonación, el diseño geográfico donde golpea y si explota en el aire o en el suelo.

El video señala que cerca del 35% de la energía de la explosión nuclear se libera por radiación térmica y que, como viaja a la velocidad de la luz, son dos elementos que enseguida golpearán: un destello de luz y un calor deslumbrante.

La luz ocasiona ceguera por flash, asegura Science Alert. Esto es la pérdida temporal de la visión y dura algunos minutos.

A dónde correr

AsapSCIENCE ejemplifica con una bomba de un megatón. Esta es 80 veces más grande que la bomba de Hiroshima, pero más pequeña que algunas armas nucleares recientes.

Con una bomba atómica así, bastan 21 kilómetros de distancia para experimentar ceguera por flash en un día despejado. Mientras que en una noche despejada, el ratio es de 85 kilómetros.

El excesivo calor causa daños de diversa consideración en la piel. En una distancia de hasta 11 kilómetros las personas experimentarían quemaduras de primer grado. Pero las quemaduras de tercer grado podrían ocurrir a una distancia de 8 kilómetros, según Science Alert.

Eso sí, la ropa también influye en cómo podría una explosión influir en un individuo. La ropa blanca puede reflejar parcialmente la energía, pero la de color negro la absorberá.

Las personas alejadas de la caída de la bomba, también tendrían repercusiones. Una bomba que estalla, aleja el aire del sitio de la explosión. Esto crea cambios en la presión del aire, ocasionando el derrumbe de edificios y que objetos sean aplastados.

En un radio de seis kilómetros, las ondas expansivas causarán 180 toneladas métricas de fuerza en las paredes de edificios de dos pisos y una velocidad del viento de 255 km/h. Si es más cerca todavía, a un radio de un kilómetro, el viento puede alcanzar una velocidad de 756 km/h.

Por si fuera poco, los efectos ambientales estarían presentes en todo el mundo. Pues los desechos viajan bastante kilómetros, lejos del lugar del estallido.

Un estudio constatado por Clarín, indicó que las pruebas de bombas atómicas en la Guerra Fría, dejaron restos de carbono radioactivo en la Fosa de las Marianas, el punto más profundo del océano en el mundo.

El sitio Outrider muestra los efectos en caso de que una explosión atómica llegara al punto donde te encuentras. Si llegara una bomba a Santiago, por ejemplo, morirían 313.875 personas y dejaría 642.282 heridos.


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