Mauricio Morales por acuerdo de comisión de Sistema Político en la Convención: “Si un presidente consigue mayoría en la Cámara, implicará que tenga el poder total”

A las 23:59 horas de la noche del lunes 28, los convencionales que forman parte de la comisión de Sistema Político de la Convención llegaron a un nuevo acuerdo para presentar al Pleno de lo que se denomina como la “sala de máquinas” de la nueva Constitución, con un presidencialismo atenuado y un bicameralismo con una Cámara regional y otra de diputados.

En ese contexto, The Clinic se comunicó con el analista político y académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales quien aborda los alcances del nuevo acuerdo que llegará al Pleno.

“Lo relevante acá es que la combinación entre presidencialismo y bicameral asimétrico no está probada en ninguna parte del mundo. Los bicameral asimétricos funcionan, preferentemente, en sistemas parlamentarios”.

-¿Qué le pareció el acuerdo al que se llegó anoche en la comisión de Sistema Político, en comparación con el informe que fue rechazado por el Pleno?

-Hay una mejoría sustantiva de este informe con respecto al anterior, por la sencilla razón de que el informe anterior era no aprobable desde toda perspectiva. Tenía problemas conceptuales, en algunos artículos aparecía Cámara Territorial, en otros Consejo Territorial y no estaba muy clara las atribuciones de cada órgano; existía la figura del vicepresidente y del ministro de Gobierno. Entonces era una confusión total que no merecía más que un rechazo absoluto del pleno.

Este nuevo informe está mucho más ordenado: se eliminan las figuras del vicepresidente y del ministro de gobierno. Por lo tanto, mantenemos un sistema presidencial en forma. Y en segundo lugar, al menos se establecen los nombres finales que van a tener las dos cámaras que van a integrar el Congreso, pero claramente mediante una estructura de bicameralismo asimétrico.

Lo relevante acá es que la combinación entre presidencialismo y bicameral asimétrico no está probada en ninguna parte del mundo. Los bicameral asimétricos funcionan, preferentemente, en sistemas parlamentarios, no en sistemas presidenciales. Por lo tanto, va a ser un tremendo desafío para el país irse acomodando a esta nueva estructura institucional considerando, además, que las leyes van a ser votadas por mayoría.

Entonces, si un Presidente llega al poder y consigue en la elección legislativa una mayoría en la Cámara de Diputados, eso implicará que tenga el poder total. Es decir, en lugar de disminuir el poder del Presidente, lo podemos terminar aumentando.

“La Constitución nueva establece la reelección por cuatro años más, eso le entrega aún mayor poder al Presidente, porque va a disponer de cuatro años de gobierno para colocar todos los recursos estatales a su disposición, con el fin de planificar esa reelección”.

-Usted afirma que el Presidente podría tener más poder que con la Constitución actual. ¿Por qué?

-Sí, va a tener más poder sólo si es capaz de imponerse con una mayoría en la Cámara. Puede tener minoría en la Cámara de las Regiones, pero eso es relativamente irrelevante para los propósitos nacionales por los que es electo un Presidente de la República. Ese Presidente puede llegar al poder con mayoría en la Cámara de Diputados y aprobar sin mayor trámite todos los proyectos que vengan del Ejecutivo, porque cuenta con esa mayoría, salvo las cuestiones de carácter territorial o las que establezca la Constitución que deban ser revisadas por esta Cámara de las Regiones y asumiendo que el Presidente no tenga mayoría ahí.

Por otra parte, y dado que la Constitución nueva establece la reelección por cuatro años más, eso le entrega aún mayor poder al Presidente, porque va a disponer de cuatro años de gobierno para colocar todos los recursos estatales a su disposición, con el fin de planificar esa reelección y quedarse por cuatro años más. Es decir, un gobierno de ocho años y, presumiblemente, si es que lo logra con la mayoría en los dos períodos en la respectiva Cámara. Por lo tanto, podrían venir gobiernos profundamente transformadores, para bien o para mal.

“Si el Presidente de la República no consigue la mayoría en la Cámara, naturalmente que se verá sometido a procesos de negociación tal y cual se han visto sometidos los gobiernos anteriores”.

-Si la coalición del Presidente no logra mayoría, ¿no quedaría a merced de las mayorías de la Cámara, poniendo en riesgo la estabilidad institucional?

-En caso de que el Presidente no consiga la mayoría en la Cámara, va a suceder exactamente lo que sucede con el gobierno actual o lo que ha sucedido con gobiernos anteriores, exceptuando al de la ex Presidenta Michelle Bachelet, que no gozaron de mayorías en alguna de las dos cámaras. Frei, Aylwin y Lagos tuvieron que enfrentar minorías en el Senado, que era tan importante como la Cámara. En este caso, si el Presidente de la República no consigue la mayoría en la Cámara, naturalmente que se verá sometido a procesos de negociación tal y cual se han visto sometidos los gobiernos anteriores.

Por lo tanto, no implicaría en ningún caso una parálisis institucional ni un bloqueo permanente del Congreso hacia el Ejecutivo, pensando en que las estrategias de negociación serán las encargadas de sacar adelante un eventual conflicto entre los dos poderes. Ahí entran las habilidades del Ejecutivo para fidelizar congresistas y, de esa manera, aprobar los proyectos. Pero no sería nada distinto a lo que sucede en la actualidad.

-¿Qué le parecen las atribuciones de la Cámara en cuanto a materias de presupuesto? ¿Advierte la posibilidad, por ejemplo, de cierto relajo de la billetera fiscal, abriendo margen a medidas populistas?

-La Cámara va a tener ciertas atribuciones en materia de presupuesto, pero también el nuevo Senado va a poder intervenir en esa ley de presupuesto, si es que esto tiene vinculación con asuntos de carácter territorial. Por lo tanto, da la sensación de que la comisión consideró resguardar en cierta medida la autonomía del Ejecutivo para liderar el presupuesto de la Nación, sin perjuicio de que tanto la Cámara como el Congreso de las Regiones puedan participar activamente de su discusión.

Se espera que este mecanismo no avance hacia un populismo económico, pero ese populismo económico bien podría darse en caso de que tengamos, insisto, un Presidente con una mayoría en la Cámara. Y, sobre todo, si es que la Ley de Presupuesto fuese aprobada por mayoría, eso es muy importante subrayar. Se están eliminando los quórum calificados, salvo probablemente cuando se trate de reformas a la Constitución. Por ahora lo que va a regir es la regla de la mayoría.

“Los nuevos diputados van a ser más poderosos que los diputados actuales y mucho más poderosos que los senadores. Va a ser un cargo muy codiciado”.

-El hecho de que la Cámara tenga más poder, ¿se puede asemejar con un parlamentarismo? ¿no queda con un exceso de poder la Cámara al eliminarse los quórum calificados?

-Esto no se asemeja a un sistema parlamentario desde el momento en que el gabinete presidencial no depende de las mayorías que haya en el Congreso, por lo tanto, es un presidencialismo que funciona, de alguna manera, con una Cámara y media. Si bien en términos formales es un bicameralismo porque hay dos Cámaras, el poder político va a estar alojado en la Cámara de Diputados, de ahí que se habla de bicameralismo asimétrico, es decir, una Cámara con mayores atribuciones que la otra. Eso me lleva a plantear que es una especie de unicameralismo y medio.

Si el Presidente controla la Cámara es, efectivamente, el poder total. Al eliminarse las leyes de quórum calificado, y que todo sea votado mediante un criterio de mayoría, eso hace que una mayoría circunstancial sea absolutamente poderosa. Los nuevos diputados van a ser más poderosos que los diputados actuales y mucho más poderosos que los senadores. Va a ser un cargo muy codiciado y, en caso de que el Presidente consiga esa mayoría y que las leyes sean votadas por mayoría, el Presidente y su coalición van a poder gobernar ‘a placer’ como se dice.

“Al eliminarse las leyes de quórum calificado, y que todo sea votado mediante un criterio de mayoría, eso hace que una mayoría circunstancial sea absolutamente poderosa”.

-El Presidente Gabriel Boric expresó que valora el acuerdo de la comisión. ¿En qué posición queda el gobierno con este nuevo sistema político propuesto?

-El gobierno ya se jugó por el trabajo de la Convención Constitucional. Ya se jugó por la opción Apruebo y se está jugando el todo o nada. Es decir, el todo es llegar a ese Plebiscito con un nivel razonable de aprobación presidencial y que ese Plebiscito se gane por amplia mayoría. La nada es que el gobierno llegue con bajos niveles de aprobación presidencial o enmarcado en una crisis política mayor y que la Constitución se rechace.

Un camino intermedio es que el Presidente llegue con buenos niveles de aprobación, pero que la nueva Constitución se apruebe por un margen muy estrecho, lo que tampoco sería muy halagüeño desde el punto de vista de la legitimidad de la misma. Pero, al menos, le permitiría señalar al Presidente de la República que bajo su mandato fue capaz de sacar adelante esta nueva Constitución.

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