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Nicolás Poblete y las huellas del abuso: “No sé si lo he superado y no creo ser yo tampoco quien tenga la última palabra”

Acaba de recibir el reconocimiento más importante de su carrera: la Biznaga de Plata del Festival de Cine de Málaga, por su estremecedora aparición en “Mensajes privados”, la nueva película de Matías Bize. Allí, el actor denunció los abusos sexuales que él y su hermana sufrieron de niños por parte de un tío psiquiatra. En exclusiva para The Clinic, Poblete cuenta cómo estos hechos marcaron su vida, habla de su proceso de sanación a través del arte y de la decisión de romper el silencio en el filme, que se estrena el 26 de mayo en Chile.

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Hicieron una sola toma, recuerda.

En 2020, en plena pandemia, Nicolás Poblete recibió la invitación del cineasta chileno Matías Bize para participar en su próxima película junto a otros seis actores y actrices: Antonia Zegers, Néstor Cantillana, Blanca Lewin, Vicenta Ndongo, Alex Brendemühl, Verónica Intile; y el músico Sebastián Sotomayor, más conocido como (Me llamo) Sebastián.

La instrucción del director de En la cama y La vida de los peces era muy concreta: cada intérprete debía contar una historia personal que contrastara las sombrías sensaciones que el mundo estaba viviendo, escribir cada uno sus relatos y grabarse en sus propios hogares.

El actor Nicolás Poblete y el director Matías Bize. Crédito: Gentileza Matías Bize.

“Séptimo básico, por ahí… octavo básico. También tuve una depresión muy grande. Estuve varios días, más de un mes, probablemente, sin hablar. Yo siempre fui un niño muy comunicativo, muy alegre en el colegio y todo, y me ponía a llorar a veces caminando por los pasillos en los recreos. Mis compañeros no entendían lo que me pasaba. Yo tampoco”.

Así arranca el testimonio que el actor entrega frente a la cámara en Mensajes privados, filme que el 22 de marzo pasado tuvo su estreno mundial en el Festival de Cine de Málaga, España, y en que el intérprete y también músico de 39 años, conocido por sus papeles en teleseries como Mujeres de lujo y Soltera otra vez, denunció los abusos sexuales que él y su hermana mayor, Fernanda, sufrieron de niños por parte de un tío psiquiatra.

“Séptimo básico, por ahí… octavo básico. También tuve una depresión muy grande. Estuve varios días, más de un mes, probablemente, sin hablar…”. Así arranca el testimonio de Poblete en la cinta “Mensajes privados”.

“Con Matías somos amigos desde hace muchos años y tenemos una relación muy cercana, le conté mi historia a él y también a mis amigos más cercanos, únicas personas en que yo he abierto mi relato de manera muy personal y en la confianza que merecen mis verdaderas amistades y círculo de apoyo, así como mi núcleo familiar directo”, cuenta Nicolás Poblete en exclusiva a The Clinic.

“La gran magia del cine es justamente no saber el backstage, o cómo se hizo. De pronto estos ‘tras bambalinas’ pasaron a ser como un bonus track de los filmes o las series y el consumidor se acostumbró a eso. Sí te puedo decir que fue una sola toma, algo que pactamos con Matías”, agrega.

Al término de la primera función en Málaga de la película, que se estrena en Chile el próximo 26 de mayo, el público aplaudió largamente de pie y los ojos de todos estaban puestos sobre el actor. Más tarde, ese mismo día, y acompañado de Matías Bize, la actriz española Vicenta Ndongo y del productor Adrián Solar, Nicolás Poblete participó de la rueda de prensa del filme. “Yo estoy denunciando a través de esta película. Fue la manera que encontré más propicia, y probablemente hoy día en Chile se van a sorprender”, dijo ante un salón repleto de periodistas que se le vinieron encima como moscas.

Actor y director en Málaga. Crédito: Gentileza Matías Bize.

El actor dio solo una entrevista a la agencia Efe, en la que por primera vez habló públicamente del tema: “Yo tuve una crisis de pánico desde los 9 años hasta los 33, cuando supe por qué tenía este síntoma que no entendía. Jamás lo quise contar para sentirme condescendido por el resto de la gente, sino que no lo podía seguir guardando”, develó Nicolás Poblete.

Yo estoy denunciando a través de esta película. Fue la manera que encontré más propicia, y probablemente hoy día en Chile se van a sorprender”, dijo ante un salón repleto de periodistas que se le vinieron encima como moscas.

“Fue un tío político, casado con la hermana de mi papá, Alfredo Pemjean, un psiquiatra afamado en Chile que siempre ayudó mucho a la familia. Nos hizo creer que teníamos un problema mental nosotros, para tapar su abuso. (…) Empecé a buscar abogados y otras personas abusadas, pero no querían denunciar; cuando yo fui padre me di cuenta (del abuso sufrido)”, añadió.

La noticia corrió rápidamente e hizo eco en Chile.

“A quienes quieran buscar la verdad”, era el título de una declaración que el propio Alfredo Pemjean, reconocido psiquiatra y académico de la Facultad de Medicina de la Universidad Diego Portales, divulgó al día siguiente de conocerse el testimonio del actor.

En el documento se lee: “Las acusaciones hechas por mi sobrino son extremadamente dolorosas y graves. Durante toda mi vida he actuado con rectitud y respetando la integridad de las personas, de lo que puedan dar fe quienes me conocen (…). Nunca abusé de mi sobrino ni nunca fui su médico tratante. Por lo tanto, no puedo saber a ciencia cierta qué le sucedió y qué le sucede”. Más adelante, dice: “Ojalá Nicolás haga la denuncia correspondiente para que sus afirmaciones sean investigadas. Por mi parte, no me escudaré en los años ya transcurridos, con la tranquilidad de no ser yo quien pudo cometer algún eventual abuso durante su infancia”.

En su paso por el 25º Festival de Cine de Málaga, Mensajes privados recibió dos premios: uno para al Mejor Montaje para Rodrigo Saquel, y el otro, la Biznaga de Plata a la Mejor Interpretación Masculina de Reparto para Nicolás Poblete, quien desde España concede esta entrevista en exclusiva.

A petición del propio actor, ésta última se realizó por mail.

-¿Por qué decidiste hacer público tu testimonio de abuso después de tantos años y en una película además?

-A lo largo de los últimos siete años, he estudiado muchísimo sobre la sintomatología que viven las personas que sufren abusos a temprana edad y he entendido a través de la literatura de los estudios de la psicología cuáles son los procesos que cada persona vive en particular. El cerebro bloquea traumas y estos se evidencian cuando el individuo logra tener a su alrededor un ambiente amable capaz de contener tan traumática verdad. Es por eso que los tiempos para hablar no están determinados y dependen de la biografía y desarrollo de vida de cada persona en particular. Supongo, por eso mismo, que es una de las razones por las cuales la ley chilena se modificó y estos crímenes ya no prescriben… Decido inscribir mi relato en el cine, no teniendo en cuenta la difusión del relato, sino la calidad del producto artístico en el cual el relato se inscribe y con Matías Bize como director, porque admiro su profundidad humana y su profesionalismo manifestado a lo largo de su importante trayectoria como creador fílmico.

“El cerebro bloquea traumas y estos se evidencian cuando el individuo logra tener a su alrededor un ambiente amable capaz de contener tan traumática verdad. Es por eso que los tiempos para hablar no están determinados y dependen de la biografía y desarrollo de vida de cada persona en particular. Supongo, por eso mismo, que es una de las razones por las cuales la ley chilena se modificó y estos crímenes ya no prescriben…”

-¿Dudaste o tuviste aprehensiones de hacerlo hasta último momento?

Creo que canalizar nuestras biografías y mostrar nuestros dolores o nuestras alegrías a través de las artes, es la manera más sana de dialogar y de construir una sociedad en equilibrio. Por eso elegí este oficio desde temprana edad, y me dedico a ello con una fuerte convicción de que el arte es una herramienta importantísima para la educación y el desarrollo de una sociedad sana, empática, no sólo con todas las personas, sino también con los territorios que habitan e incluso por los cuales se desplazan de manera transitoria. Esta fue para mí la oportunidad de llegar a lo que creo más profundo de mi oficio actoral. “El escenario es una hoguera en donde uno se desnuda para mostrar nuestras heridas, lo que supura de ellas”, palabras de Alfredo Castro, maestro de quien tuve la oportunidad de aprender junto con otros grandes como Rodrigo Pérez, Aliocha de la Sota, Paula Zúñiga, Annie Murath, Guillermo Calderón y Soledad Lagos.

“TODO AQUEL DE DEFIENDE A CIEGAS, PODRÍA LLEGAR A SER CÓMPLICE”

-¿Qué huella dejó el abuso en tu vida, Nicolas? ¿Has podido definirlo con los años?

-Yo pensaba que estaba loco, al igual que como pensaba mi hermana. Parte del daño es confundir sintomatologías de abuso con sintomatologías atribuibles a enfermedades psiquiátricas que NO tenemos. Todo esto se relata en el filme. Agradezco la suerte de estar en medio de este bello equipo y quiero resaltar el hecho de que la película no se trata sólo de la historia que yo interpreto, sino también de las otras siete historias biográficas que Matías de manera muy sensible y brillante logró componer junto a nuestro montajista Rodrigo Saquel, quien también fue premiado con la Biznaga de Plata por Mejor Montaje en el Festival de Cine de Málaga, el certamen español más importante del cine independiente.

¿Cómo enfrentaste lo que viviste; además siendo actor, que trabajas con tu cuerpo, tus emociones y la memoria constantemente?

-El oficio de la actuación y mi gran amor por la poesía, el teatro y la narrativa han sido claves para transmutar y transformar mis vivencias en arte. Me han llevado no sólo a comprender lo que cargo yo en mi cuerpo, sino también a entender lo que cargan otras personas que no sabemos ni conocemos. Por esto la empatía con cualquier ser humano es una parte fundamental de mi filosofía de vida. Toda la humanidad, desde lo más bello hasta lo más horroroso, está en la literatura. Amo leer; Chéjov, Carver, London, Maupassant, Manuel Rojas, Mariano Latorre, Marta Brunet, Winnet de Rokha, Carlos de Rokha, Jorge Teillier, mis favoritos.

Poblete contando su testimonio en “Mensajes privados”. Crédito: Gentileza Market Chile.

-En tu testimonio puesto en la película dices que apenas descubriste lo que te había sucedido, se lo contaste a tus papás. Recibir el apoyo de ellos debió ser clave, pero hay muchos casos en los que la verdad de los niños y adolescentes es cuestionada incluso en casos como éstos. ¿Cómo lo ves y analizas tú desde lo que te tocó vivir?

-Agradezco enormemente el apoyo de mis padres, de mis hermanos, mis amigos y por supuesto de la persona que estuvo junto a mí día y noche todo este largo proceso de reparación. Sin duda este apoyo es determinante a la hora de abrir la verdad. Es un dato conocido que la abrumadora mayoría de las personas que hablan, dicen la verdad. No logro imaginar el dolor que debe sentir alguien que, decidiendo hablar, no es escuchado. Sólo enviar apoyo, amor y cariño a todas, todes y todos ellos. Tenemos mucho que aprender al respecto y es una tarea de todos poner en diálogo una situación que nos afecta brutalmente como sociedad. Cabe decir también que Chile es el tercer país del mundo en tasa de denuncia de abusos sexuales contra menores y la peor infancia del mundo, datos entregados por la ONU y un estudio del doctor Felipe Lecannelier, respectivamente. No puede seguir siendo este nuestro podio.

“Es un dato conocido que la abrumadora mayoría de las personas que hablan, dicen la verdad. No logro imaginar el dolor que debe sentir alguien que, decidiendo hablar, no es escuchado. Sólo enviar apoyo, amor y cariño a todas, todes y todos ellos. Tenemos mucho que aprender al respecto y es una tarea de todos poner en diálogo una situación que nos afecta brutalmente como sociedad”.

-¿Qué cambió al interior de tu familia cuando se reveló lo que tú y tu hermana habían vivido?

-Se fortaleció nuestro amor, que siempre ha sido enorme.

-¿Cómo es tu relación hoy con tu hermana Fernanda?

-De mucho cariño, amor, respeto y mucha admiración. La Ferni es la persona más bella, valiente y sensible que he conocido. Una gran artista también en su oficio de la orfebrería. Tengo la suerte de llevar conmigo piezas de su autoría que me acompañan y dan valor, son una especie de amuletos para mí, y la materialización del tiempo que ella entrega en su realización, como cada obra de arte que contiene en sí el tiempo entregado con amor y dedicación de cada creador.

-¿Crees que hubo encubrimientos y silencios cómplices en el resto de tu familia en torno a los abusos de tu tío?

-Todo aquel que defiende a ciegas, podría llegar a ser cómplice.

-¿Cómo has procesado lo que viviste para continuar con tu vida?, ¿tomaste terapia por ejemplo?

-Si tomar terapia significa tomar medicamentos psiquiátricos, nunca he tomado porque he tenido la suerte de contratar servicios de alto estándar profesional de psiquiatría y psicología que nunca me han indicado medicamentos. No los necesito. Siempre he trabajado desde el psicoanálisis. Aprovecho de agradecer a los profesionales que me han acompañado en este proceso, han sido parte esencial de este trabajo inscrito en el arte del cine.

-¿Contar tu historia te ayuda a sanar?

Sin duda que sí, sobre todo por la decisión de contarla a través de mi oficio e inscrita en un relato cinematográfico en conjunto con otras siete historias que valen mucho la pena de ser escuchadas; sobre el rol de la mujer, la maternidad, la violencia intrafamiliar, la paternidad no asumida, la infidelidad. Por eso hacemos lo que hacemos, y escogemos el arte como medio de canalización.

“Si tomar terapia significa tomar medicamentos psiquiátricos, nunca he tomado porque he tenido la suerte de contratar servicios de alto estándar profesional de psiquiatría y psicología que nunca me han indicado medicamentos. No los necesito. Siempre he trabajado desde el psicoanálisis“.

“DOBLE EMOCIÓN E IMPACTO”

-En la película dices: “Desconfío de todos y el cuidado de mi hija no se lo confío a nadie”. ¿Cómo convives, primero, con ese temor y desconfianza; y cómo puede la sociedad evitar o advertir mejor al menos los casos abuso sexual contra los niños, niñas y niñes?

-Creo que dialogar y poner estos temas sobre la mesa, es algo que ayuda a prevenir y crear círculos y redes de apoyo y de confianza. El creer que estas cosas no pasan y atraviesan cualquier estrato socioeconómico, es dejar a nuestros niños en vulnerabilidad. Hay que cuidar la infancia como el tesoro que es, como el mañana que son.

-Alfredo Pemjean se manifestó hace unos días a propósito de tus dichos en la película y te “desafió” a llevar el caso a la justicia. ¿Pensaste alguna vez en estos años denunciarlo ante la justicia? ¿Lo piensas ahora?

-Mi desafío biográfico y artístico no lo determina él. No sé si  lo he superado y no creo ser yo tampoco quién tenga la última palabra al respecto. Lo que yo sé, es que he hecho todo lo posible.

“Yo pensaba que estaba loco, al igual que como pensaba mi hermana. Parte del daño es confundir sintomatologías de abuso con sintomatologías atribuibles a enfermedades psiquiátricas que NO tenemos. Todo esto se relata en el filme. Agradezco la suerte de estar en medio de este bello equipo…”

-¿Qué sentiste cuando viste por primera vez la película?

-Que había tomado la decisión más correcta, inteligente y elegante (en parámetros estéticos del arte). Cuando hablo de estética, hablo de su significancia, de su mensaje. Y por supuesto que me emociona cada vez que la veo.

-Acabas de recibir la Biznaga de Plata del Festival de Cine de Málaga por tu actuación en Mensajes Privados. Sin duda, no se trata de cualquier reconocimiento. ¿Qué sentido tiene para ti este premio y cómo lo recibes?

-Agradezco desde el alma este hermoso reconocimiento. Es lo más importante que me ha pasado en mi vida profesional. Pensar que el año pasado este mismo premio lo ganó Alfredo Castro, mi maestro, genera doble emoción e impacto. Agradezco a España, a Málaga, a su gente que tanto valora la cultura, al Festival de Cine de Málaga, a su director, a todo su  equipo que trabajó intensamente, a la prensa especializada que me recibió, preguntó y escuchó con tanto tacto y cariño. A mi gran amigo y director Matías Bize, al hermoso elenco, a todo el equipo, a Adrián Solar, Violeta Medina, a toda mi familia, a mis amigos, a todos quienes han colaborado de alguna manera en todo este sueño realizado. Y por supuesto a la vida, que es tal cual es y nos permite la oportunidad de construir, de aportar, de amar.

En el último Festival de Cine de Málaga. Crédito: Gentileza Matías Bize.

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