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Entrevistas

14 de Junio de 2022

Xavier Altamirano (Horizonte ciudadano) y desembarco de Bachelet: “No veo en qué medida el éxito o fracaso del momento actual, pueda ser achacado a ella”

Xavier Altamirano (Horizonte Ciudadano) y arribo de Bachelet al Chile del Apruebo/Rechazo: "No veo en qué medida el éxito o fracaso del momento actual, pueda ser achacado a ella" Horizonte Ciudadano

Ante la expectación que causó el anuncio del regreso al país de la ex Presidenta Bachelet, el director ejecutivo de Horizonte Ciudadano -fundación creada por la ex Mandataria-, Xavier Altamirano, asegura que la Alta Comisionada por los DD.HH. realizará alguna acción por el Apruebo antes del plebiscito del 04 de Septiembre. “Ella va a dejar bien en claro lo que considera mejor para Chile”, afirma el cientista político a The Clinic quien, además, sitúa a la otrora gobernante como la punta de lanza del Proceso Constituyente actual. "La historia dejará establecido que ella fue responsable de ese avance", agrega.

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“Chile está viviendo un momento muy importante en su historia, entonces quiero estar cerca”, dijo la ex Presidenta Michelle Bachelet en la sesión número cincuenta del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Con esto anunciaba que no repostulará a su cargo como Alta Comisionada en la materia, y que regresará a Chile en días cruciales para el futuro político del país.

Las reacciones, por cierto, proliferaron en la arena política nacional. “Bienvenida de vuelta”, escribió en Twitter el Presidente Gabriel Boric, mientras que la presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, dijo que esperaba que Bachelet “pueda tomar un rol activo en la campaña por el Apruebo”. 

Así, entre medio de la especulación por el rol que tomará la ex Presidenta Bachelet en la contingencia política nacional, lo cierto es que su cargo en la ONU cesa el 31 de Agosto, a tan sólo cuatro días antes del Plebiscito de Salida que ratificará o rechazará la propuesta de nueva Constitución de la Convención. Y pese al estrecho margen de tiempo, el director ejecutivo de Horizonte Ciudadano —fundación creada por la ex Presidenta— Xavier Altamirano, asegura que la actual Alta Comisionada por los DD.HH. de la ONU “va a dejar bien en claro lo que considera que es lo mejor para Chile”. 

En ese sentido, Altamirano acusa recibo sobre la figura de Bachelet como una carta efectiva de la izquierda en tiempos de incertidumbre electoral. 

“Falta capacidad de conducción, de generar alianzas y de tener una lectura adecuada de lo que hay que hacer en el largo plazo”, agrega el cientista político sobre la arena política nacional que recibirá a la doctora socialista, al tiempo que expone el mayor desafío para el sector que, una vez más, parece necesitar del apoyo de la ex Mandataria: “nosotros sentimos que el progresismo aún no es capaz de ser preciso en levantar una mirada de sociedad alternativa a la que nos dejó Pinochet”.

La ex Presidenta se ha mostrado a favor del Apruebo ante el Plebiscito. ¿Qué actitud tomará cuando cesen sus funciones en la ONU? ¿Tomará una posición activa o pasiva en la campaña?

Lo primero es que la Presidenta es muy responsable con los cargos en que se desempeña, y su cargo la está ocupando al 100 por ciento hasta el 31 de Agosto. Considerando que el Plebiscito es el 04 de Septiembre, hay que tener bien presente eso para poder evaluar cuán activa va a ser su participación o no.

Respecto de su posición sobre el Plebiscito y lo que está en juego, ella ha sido súper clara y no es sorpresa para nadie que tenga una inclinación por el Apruebo. Es algo que a ella le hace mucho sentido, porque ha valorado el proceso. Fue a visitar a la gente a la Convención y, además, esto está muy vinculado con el proceso que ella misma lideró hace unos años atrás, que también buscó ser participativo, institucional y dar respuesta a demandas bien sentidas de los chilenos.

Sobre qué rol puede ella desempeñar o no, lo principal aquí es fijarse en cuál ha sido la trayectoria de la Presidenta y cuál ha sido en permanencia su intervención en el debate público. Primero, ser muy responsable. Segundo, ser muy cuidadosa de las formas y los cargos que está ejerciendo y de las limitaciones que le impone el cargo. 

Y en tercer lugar, ella trae al debate nacional una mirada de altura, que muchas veces es bienvenido porque no entra en la discusión de trincheras, sino que mucho más en una posición del mejor camino para Chile. Ella tiene un profundo compromiso con su país y, por lo tanto, esta no va a ser la excepción.

¿Es de esperar entonces que después de que termine sus funciones en la ONU haga alguna señal ante el Plebiscito, como fue para la segunda vuelta presidencial?

Sí. No podría adelantar lo que ella tiene decidido hacer, pero sí puedo imaginarme que siguiendo su trayectoria y sus características personales, ella va a ser muy respetuosa, pero a la vez, va a dejar bien en claro lo que considera que es lo mejor para Chile. Ese es el planteamiento que ella hace en permanencia: ‘si yo intervengo en el debate nacional es siempre con cierto tono, con respeto institucional, pero siempre anteponiendo el bien de Chile’.

En ese sentido, si hubiera que destacar algo, lo que la Presidenta puede traernos a esta discusión, que ha sido bien polarizada y bien de segmentos que no se hablan entre ellos, es la calma republicana y mirar conjuntamente el porvenir con un poco más de unidad. 

Eso va a ser bienvenido con una campaña que ya partió, que ya está bastante álgida en términos de pasiones y, por lo tanto, ella puede ayudar a ponderar, a poner las cosas en su lugar y situar el momento histórico en una perspectiva más amplia. Eso siempre se agradece y por eso la Presidenta es una persona a la que se le presta mucha atención cuando decide hablar.

¿En qué pie viene la ex Presidenta a Chile? Se lo pregunto considerando las múltiples críticas que recibió en base a su visita a China, entre estos, Human Rigth Watch.

Desde la fundación no nos corresponde referirnos a la labor que ella desempeña como alta comisionada. Sin embargo, te puedo aportar algunos elementos para que se mire este tipo de comentarios en perspectiva. 

Primero que todo, el cargo de alto comisionado de Naciones Unidas por los Derechos Humanos, está muy expuesto a mucha crítica siempre. Si no te critica China, te critica Estado Unidos o los activistas. Si no te critican los musulmanes, lo hacen los judíos y así.

En el caso de China, estamos hablando de una potencia económica, política y geopolítica. Por lo tanto, era bastante evidente que si ella tomaba la decisión de ir a China, que era compleja, iba a tener críticas. Lo que sí yo esperaría, y los críticos lo saben mejor que yo, es que esto tiene un montón de pasos adicionales y cuando uno vea el camino completo, cuando uno vea los informes y lo que venga después, recién ahí uno puede hacer una evaluación más tajante. 

Recordemos lo que ocurrió en Venezuela. Ella va a Venezuela, críticas de lado y lado, primero porque iba y después porque no iba, con quien se reunía, etcétera. Y luego, cuando ella hace su informe, las críticas quedaron acalladas porque efectivamente hizo mucho más de lo que se había hecho hasta la fecha en términos de dejar establecido el tipo de violación y atropellos que existen en un Estado, y el tipo de compromisos que el Estado asume frente a la comunidad internacional.

¿Qué tan atada está su figura con el Proceso Constituyente chileno?

Es una pregunta para los historiadores. Lo que pasa es que nosotros como fundación tenemos una posición que es la siguiente: creemos que el proceso que inicia durante su segundo gobierno, evidentemente está vinculado con el actual. Vemos un poco el equivalente a semillas que han crecido y germinado, porque finalmente lo que se hace con los ELA (Encuentros Locales Autoconvocados, instancias de diálogo constituyente en el segundo gobierno de Bachelet) es mostrar un camino de participación y apropiación de la ciudadanía de temas muy complejos y muy de juristas.

Es decir, ella mostró que era posible. Mostró que había interés de hablar de temas de este tipo y, por tanto, hay una semilla que después de un tiempo y durante la Revuelta, fue recuperada por la propia gente, si eso es lo interesante: la propia gente empezó a organizarse en equivalentes a los ElAS, en las plazas, en Octubre y Noviembre (del 2019). Ahí empieza a surgir como demanda el volver a conversar sobre la Constitución vigente. 

Después, la clase política se hace cargo de esta demanda y le da canalización institucional, lo que está perfecto. Pero te quiero decir que lo interesante es cómo ella, con mucha visión y valentía por la complejidad del desafío, logró poner en marcha este vínculo entre la ciudadanía y la discusión constitucional, que no es evidente. 

Por eso que es un proceso tan interesante a ojos de los observadores internacionales, y por eso creemos que evidentemente hay cierta continuidad, vinculación, o al menos líneas conductoras entre los dos procesos. Y por eso mismo es tan natural que, para ella, el proceso actual sea bien valorado en términos de cómo se permitió la participación, de cómo se está aumentando el estándar de democracia, y cómo en algunos casos se hizo aún más de lo que ella quería.

Recuerda que la frase de ella respecto a si valdría la pena o no reflotar el texto que ella dejó enviado el 2018 al finalizar su mandato, ella dice: “bueno, corresponde a otra época”. Ella es muy clara en valorar los avances en la sociedad, pero también la historia dejará establecido que ella fue muy responsable, positivamente, de ese avance. 

Proyecto de nueva Constitución en los descuentos: “Era lo que las condiciones políticas de ese momento permitían”

¿Y qué legitimidad tiene la ex Presidenta para apoyar el Apruebo el 04 de Septiembre, considerando que ella envió al Congreso el proyecto de nueva Constitución en los descuentos de su segundo gobierno? 

Mira, para insistir en el punto que acabo de decir, hay un proceso natural de maduración de ciertos temas, y de la capacidad de la sociedad de hacerse cargo de temas complejos. En ese sentido, hay un avance respecto del momento político en el que a ella le tocó hacer esto. Por eso se llegó más lejos y por eso, lo que antes era una alternativa dentro de otras, como lo era la AC (Asamblea Constituyente), ahora aparece como una evidencia. Eso es el primer elemento. 

Respecto de si hubo críticas al proceso de ella, yo recuerdo que hubo más de 200 mil personas participando y se logró algo bastante impresionante, que es tener al conjunto de las fuerzas políticas presentes en el proceso. Con diferencias por supuesto, pero nadie se bajó y criticó el proceso con un portazo, sino que las críticas se procesaron internamente dentro de espacios que se crearon para este proceso, desde el 2016 en adelante. 

Me parece que es bastante interesante la capacidad de levantamiento y de hacerlo participativo. Y segundo, armonización de distintas posiciones políticas para sumarse a un proceso que era inédito. Que eso haya quedado superado por los hechos, me parece que simplemente refleja que ella fue muy visionaria y que la sociedad avanza y eso está muy bien. 

No veo en qué medida el éxito o fracaso del momento actual, pueda ser achacado a ella, pero sí podríamos atribuirle mucho del origen en su aspecto positivo. 

Igual fue cuestionada por el momento en que ella presenta su propuesta de nueva Constitución; ya iba saliendo de La Moneda. 

Esa es la dura realidad de las correlaciones de fuerzas políticas. La agenda transformadora de la Presidenta en Educación, Medio Ambiente, en eso pudo avanzar. Y hubo otras agendas que tuvieron más dificultades para consolidarse. 

Esta es una de las que tuvo complejidades, pero sería bueno recordar, justamente hoy, cuando hay tantas fuerzas de derecha o de centro derecha diciendo que ellos prefieren el proceso anterior, qué bueno; justamente fueron ellos los que dificultaron para que hubiera agua en la piscina en ese momento para ir más rápido o más lejos. Por lo tanto, lo que se presenta al finalizar el gobierno de la Presidenta, era lo que las condiciones políticas de ese momento permitían. 

Muchas veces, lo que ocurre es reflejo de lo que a nivel de fuerzas políticas es factible realizar o no. No es simplemente la voluntad la que decide el curso de las cosas, en política no basta con la voluntad. Uno se mueve en un contexto bien particular, que tiene un momento, que tiene ciertas fuerzas establecidas que vienen pugnando por instalarse, entonces no tiene nada de raro que haya sido ese el resultado para esa época. En el momento actual se ve lejano, pero en ese momento era lo que existía en la sociedad chilena como posibilidad. 

¿Por qué la figura de Bachelet genera tanta expectativa y expectación en el progresismo?

Interesante, pero no tengo la respuesta completa. Creo que desde el punto de vista de la fundación es su obra y, en general, su forma de abordar la política; ella logra hacer algo muy difícil y tal vez sea parte de la respuesta. Ella logra anticipar necesidades de la sociedad y que eso se ponga en marcha, es decir, combina el deseo de cambio con la concreción de ese cambio, y eso es muy meritorio. Eso no quiere decir que salga perfecto, ojo. La reforma educacional no fue perfecta, pero sí demostró que era posible tener gratuidad, algo que antes parecía absolutamente inalcanzable. 

Cuando ella aumenta diez veces la cantidad de áreas protegidas marinas, uno dice “bueno, esto también fue posible”. Cuando ella aumenta en tres veces la cantidad de energías limpias, uno dice “esto también fue posible”. Entonces, ahí ves la constante de una ambición democratizadora bastante avanzada, junto con capacidad de conducir esos cambios. Y los hechos han ido demostrando que eso no era tan sencillo como parecía. No era algo que venía de cajón, sino que es una capacidad política que se va construyendo con visión, pero con mucha gestión política también.                                                              

La ex Presidenta volvió en el 2013 a consolidar a la Nueva Mayoría cuando no habían candidatos presidenciales en el bloque, y el año pasado, en su visita a Chile, también su apoyo fue fundamental para la campaña de Gabriel Boric en el balotaje, entonces derrotado por José Antonio Kast en primera vuelta. ¿Acaso faltan liderazgos fuertes en el progresismo?

Si uno recurre a las declaraciones de ella, la respuesta es sí. Ella siempre anheló que nuevos liderazgos aparecieran. Incluso, recuerdo que una vez dijo que no es simplemente poner gente joven a cargo, sino gente que venga con nuevas ideas, prácticas y formas de hacer política. Y no es solamente un tema generacional, sino que es la capacidad de airear un grupo de gente que está a cargo de las decisiones políticas en Chile desde hace mucho tiempo. 

Eso tiene cosas buenas: la experiencia y conocimiento acumulado. Pero también tiene rigideces que impiden avanzar a la velocidad de la sociedad. Ella siempre impulsó que hubiera una renovación no sólo de cuadros, sino de miradas sobre los temas que estamos viendo en Chile.

Entonces, me parece que es consistente con su postura. Recuerda lo mucho que costó convencerla para volver al gobierno, justamente porque ella tenía este freno de mano: en qué medida estamos siendo capaces de renovar nuestra capacidad de ofrecerle proyectos alternativos al país.

¿Pero no cree que la figura de la ex presidenta pueda desgastarse con el uso repetido de esta carta? Pareciera que viene a salvar al sector cada vez que existe incertidumbre electoral…

O sea, ella sería la primera en estar de acuerdo contigo. Lo que vemos como fundación es que hay una necesidad de hacer entrar aire fresco a cualquier organización, y eso es valorable para que los proyectos políticos sean más pertinentes a su tiempo. Pero junto con eso está la discusión respecto al proyecto. 

Nosotros sentimos que el progresismo aún no es capaz de ser preciso en levantar una mirada de sociedad alternativa a la que nos dejó Pinochet y que se suele llamar neoliberal. En ese sentido, el camino al Estado Social y Democrático de Derecho que está consagrando la nueva Constitución, nos parece un horizonte muy interesante y atractivo, pero que no ha sido traducido aún por las fuerzas progresistas en programas y miradas de largo plazo a las grandes preguntas y nudos que tiene nuestro desarrollo actual: medio ambiente, migración, seguridad, el mundo del trabajo.

No son candidatos los que faltan, sino que falta capacidad de conducción, de generar alianzas y de tener una lectura adecuada de lo que hay que hacer en el largo plazo.

Entonces, ¿es atendible el riesgo de que se devalúe la figura de la ex Presidenta Bachelet con el tiempo?

La Presidenta tiene tanto hecho en términos históricos por ser la primera ministra de Defensa y la primera mujer Presidente y que con ella haya partido ONU Mujeres, que no creo que tenga que estar preocupada de su rol en la historia. Lo que sí creo es que más que cuidar una imagen de la Presidenta, uno debería decir: ‘qué bueno que tengamos este capital político que puede ser útil para Chile y para Latinoamérica’.

Son liderazgos que sobrepasan las fronteras de Chile y que pueden ser puestas al servicio de tareas aún mayores. Liderazgos como el de la Presidenta, como el de Pepe Mujica o el de Angela Merkel, están en una categoría de presidentes sobre la media y naturalmente suelen tener responsabilidades mayores a las nacionales. Pueden ayudar con su experiencia, contactos y conocimientos, a que pasen cosas positivas en integración regional y resolver conflictos de años.

Me refiero a la posibilidad de que se pueda desgastar la imagen de la ex Presidenta si ella aparece dando su opinión sobre la política nacional…

La Presidenta tiene una agenda amplia y ella elegirá dónde siente que puede estar más cómoda y contribuir más a las causas que a le interesan. Ella no está calculando cómo cuidar su capital porque no es candidata a nada. No está en una lógica de cálculo pequeño de alguien que quiere ser candidato a diputado, estamos ante otra categoría de persona pública. La preocupación por la devaluación no pasa por su cabeza.

Lo que sí es importante destacar es que como ella es muy respetuosa de la labor de los presidentes, no va a estar en posiciones que incomoden al Presidente. Recuerda que ella siempre fue muy responsable, incluso con el Presidente Piñera. Siempre estuvo disponible para recibir un telefonazo cuando era necesario abordar algún tema importante para Chile o la región. Sospecho que va a hacer algo similar: va a ser muy responsable, pero va a estar disponible siempre cuando el país lo requiera.

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