El acceso al conocimiento en Mapa Constituyente: qué implica su inclusión en la propuesta de Nueva Constitución

Derecho de autor, derecho a la protección de datos personales, derecho al ocio… Muchas fueron las propuestas que fueron revisadas en la Comisión de Sistemas de Conocimientos de la Convención. Por eso, para entender un poco más, en esta entrega de Mapa Constituyente pusimos sobre la mesa los derechos de acceso al conocimiento que llegaron a la propuesta de Nueva Constitución.

Macarena Lescornez, directora de The Clinic, y José María del Pino, editor de Súbela Radio, conversaron en este capítulo con Francisca Reyes, académica de la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes; y con José Ignacio Núñez, coordinador académico del Observatorio Nueva Constitución y director del Área de Derecho Público de la Universidad Central.

Sistemas… ¿de conocimiento?

Para entender primero de qué hablamos, hay que abordar qué entendemos por Sistemas de Conocimiento. Al respecto, Francisca Reyes explicó que “es la articulación de todos aquellos derechos y libertades que se relacionan con los avances científicos, avances tecnológicos, con miras a la obtención de conocimiento”. Es decir, son “todos aquellos derechos que buscan, justamente, proteger este conocimiento y hacerlo accesible a las personas”.

En tanto, José Ignacio Núñez añadió que, “desde este punto de vista, la cultura, la ciencia y la tecnología estaban bastante preteridas (omitidas) dentro del texto de 1980. Había menciones muy marginales y que, comparativamente con otros países, estábamos muy en deuda”. 

El abogado, además, agregó que “no existe un catálogo de las materias que deban ser de ley y las materias que deban ser de Constitución. (…) Las Constituciones son una respuesta a las necesidades que vamos teniendo”. Así, el concepto de “sistema” viene de “un orden articulado que apunta a un fin específico”.

Otro punto importante es que este concepto de sistemas de conocimiento no se queda sólo en materias científicas. También se tocan temas como “patrimonio, cultura, hablamos de conservación de la lengua. Y también del control de la actividad científica”.

De acuerdo con Reyes, hay cierta suspicacia en torno al desarrollo científico y tecnológico. Sin embargo, “hace rato nuestro sistema científico está funcionando acorde a estándares internacionales sin necesidad de que estén consagrados en una ley”, dijo. 

Así, no necesariamente nos estamos “quedando ‘muy adelante’ en relación con los avances que se vienen. Por el contrario, recién nos estamos poniendo en línea con los tiempos”.

Derechos de autor y patentes

Uno de los temas que surgió desde la comisión en torno al acceso al conocimiento fue la consagración en el texto de los derechos de autor, algo que los académicos comentaron en Mapa Constituyente. Finalmente, dos incisos al respecto lograron llegar a la propuesta, en materias de propiedad intelectual.

Para Núñez, “lo perfecto es enemigo de lo bueno”. Así, sobre los derechos de autor, “hay  una crítica que se puede efectuar, que es que explícitamente no protege la propiedad industrial”. Esto, ya que todos los incisos sobre este tema quedaron fuera del texto por falta de votos.

Respecto de la propiedad intelectual, el abogado sostuvo que “está en términos más robustos que lo que hoy establece el actual artículo 19 número 25. (Este) habla más bien de la libertad de creación de las ciencias y de las artes, más que de la vinculación entre el autor y la obra”.

“Esta lógica del derecho de autor también obedece a la satisfacción de los intereses que están vinculados con el Estado Social y Democrático de Derecho”, sostuvo. Y agregó que robustece otros “derechos sociales, como el derecho a la educación. El conocimiento es parte indispensable de la educación”.

Respecto de la protección de estos derechos y el riesgo de perder inversiones extranjeras, Reyes fue tajante en asegurar que “todo va a depender de cómo, posteriormente, se aterrice” el tema.

“La forma en que ese derecho se va a proteger en la práctica va a ser materia de ley. Entonces, va a depender un poco del escenario de cómo va a hacer efectiva la exigencia de ese derecho. No sabemos si va a ser una nueva ley, una actualización de la ley actual que tenemos. Quedamos al devenir de esa modificación legal”, sostuvo la abogada.

Nuñez, sin embargo, hizo un punto: “Nada de lo que se establece en materia de derecho de autor en este proyecto es incompatible o vuelve inconstitucional la actual legislación respecto de la propiedad industrial y propiedad intelectual”. Así, esto no significaría, “de ninguna forma, que se vaya a derogar la legislación que existe”.

Enfrentamiento de “conocimientos”

Una de las aristas que propusieron los conductores de Mapa Constituyente a los profesores en torno al acceso al conocimiento fue sobre si existe una previsión de posibles conflictos. Eso, pensándolo entre grupos de personas que piensen distinto respecto de creaciones y avances.

Reyes, en primera instancia, destacó que el texto da un amplio espacio a la creación de nuevas culturas y arte. Así, permitiría una “visión más omnicomprensiva de la realidad”. Sin embargo, sí sostuvo que le parece llamativo que no exista una limitación y que un límite constitucional sería extremadamente difícil de aplicar.

De hecho, en palabras de la académica, la actual Constitución “cada vez que establece límites siempre dice ‘la moral’, ‘las buenas costumbres’, ‘la seguridad nacional’, ‘el orden público’. La propuesta no acuña ese tipo de conceptos. Va a ser una dificultad tratar de delimitar cuando un grupo cultural quiera establecer una creación que se contraponga a la de otro grupo”. Esto, “siendo que ambas son igualmente legítimas”.

Nuñez, por su parte, sostuvo que “más que posibilidad de conflicto entre los acervos culturales, científicos o de conocimiento, yo veo que esto es una posibilidad de enriquecimiento. Se reitera en varias disposiciones de la propuesta que la censura previa es una cuestión que no está permitida. Hay un estímulo para la creación en libertad”.

Asimismo, dijo el abogado, “hay un reconocimiento que también está en línea con la definición de Estado” que tenemos. “Si Chile es un Estado ‘multicultural’, evidentemente debemos darle el espacio para que todas las culturas y formas de conocimiento tengan la misma plataforma”.

“Las ideas terminan compitiendo y compareciendo en un espacio común, y cada persona comulgará con las ideas que le parezcan más razonables”, indicó.

Del dicho al hecho

En esta versión del acceso al conocimiento en Mapa Constituyente, una de las principales interrogantes planteadas fue sobre cómo se aplicarían estos derechos. Ello, si se aprueba la propuesta en septiembre.

Reyes señaló que “una de las formas más realistas y adecuadas de traducir lo que consagra la propuesta en una política pública efectiva es fortaleciendo los sistemas de financiamiento de investigación que existen actualmente”.

“Hasta que se logre establecer algún sistema presupuestario adecuado para hacer una destinación más directa, una buena forma de traducir esta consagración en una política real sería estableciendo y promoviendo la ampliación de nuevos fondos de investigación. Sería una forma real de llevar a la práctica lo que esta propuesta está consagrando”, agregó.

Nuñez aseguró que es bueno que en la propuesta, la parte de Sistemas de Conocimiento no se haya llegado al detalle de las políticas públicas. Porque las Constituciones tienen que servir para distintos gobiernos”.

Asimismo, expuso que uno de los problemas que tendrá la aplicación de esta parte de la propuesta, de aprobarse, son los costos de su implementación. “Todos los derechos cuestan. Lo que marcan las Constituciones cuando establecen estos compromisos que no están tan determinados como política pública es que definen prioridades para ver dónde se van a invertir los recursos”, remató.

Mapa Constituyente es una alianza de The Clinic con Mi Voz, Súbela y Ladera Sur, donde entregamos contenidos que nos permitan navegar por los debates que ha generado la propuesta de Nueva Constitución.