Este jueves 20 de octubre la Primera Ministra inglesa, Elizabeth Truss, anunció su dimisión del cargo luego de 45 días en el puesto. La razón esta marcada por la crisis política y económica que el país está pasando hace días.

A penas seis semanas de haber asumido, la integrante del Partido Conservador británico, proclamada por la difunta reina Isabel, justificó en rueda de prensa su salida, reconociendo que, “dada la situación”, no podría liderar al país ni de aplicar las políticas económicas que tenía preparadas para mitigar los efectos de la crisis.

“Reconozco, dada la situación, que no puedo cumplir el mandato para el que fui elegida por el Partido Conservador. Por tanto, he hablado con su majestad el rey para comunicarle que renuncio como líder del Partido Conservador”, comunicó la ex Primer Ministra.

Las principales razones que explican su salida se deben a la poca efectividad que han tenido las medidas económicas que quiso implementar para mitigar los efectos de la crisis, producto de la pandemia y de la guerra de Ucrania.

Su plan económico consistía principalmente en hacer una reducción en el gasto fiscal, recorte de impuestos y restricciones a los ciudadanos ingleses para acceder a planes sociales.

La ineficiencia de sus políticas públicas terminó en una crisis de confianza y política, que inició con el cambio del ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng. Horas antes del anuncio de su salida se había confirmado la renucia de la ministra del Interior, Suella Braveman. Además, seis parlamentarios del partido del que forma parte Truss estuvieron a favor de que dimitiera del cargo.

La maldición Brexit

En los últimos doce años, Reunido Unido ha visto pasar a cuatro Primeros Ministros y ahora está a la espera de un quinto. Desde David Cameron hasta Liz Truss, el cargo se ha visto marcado por el factor Brexit.

La idea de salirse de la Unión Europea (UE) para darle autonomía y ser independiente de los demás países que forman parte de la alianza ha sido la piedra en el zapato de los gobernantes británicos.

La salida de David Cameron, quien fue el que más ha durado en el cargo desde 2010, fue uno de los principales opositares a la salida de la UE. Luego de un referendo convocado en 2016, en el que un 52% aprobaba la iniciativa, el mandatario renunció al puesto.

Theresa May llegó para reemplazar a Cameron luego de su fracaso para intentar evitar el Brexit. En el caso de la sucesora, su dimisión en 2019 se vio marcada por no concretar los acuerdos que marcarían la inminente salida del bloque. El parlamento inglés rechazó en tres ocasiones las propuestas de salida que había logrado.

El caso de Boris Jonshon, quien asumió después de May, se vio marcado por la aprobación del Brexit en febrero de 2020. El mandatario, a diferencia de Cameron, se caracterizó por incentivar agresivas campañas para aprobar la salida de la Unión Europea. Su momentáneo éxito, se debió a la lectura que hizo de los ciudadanos ingleses que apoyaban la autonomía de Inglaterra.

Pese a su buen inicio, los efectos de la pandemia y de los primeros meses de la guerra de Ucrania en la economía del país, sumado a los escándalos de su vida privada, lo obligaron a renunciar al cargo.

Pese a su pasado, Boris Jhonson vuelve como uno de los principales opciones para presidir el cargo, luego de la salida de Elizabeth Truss. Por el momento, la mandataria permanecerá en el poder, hasta conocer la decisión de quién será el próximo Primer Ministro de Inglaterra.