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Opinión

31 de Diciembre de 2022

Columna de Raimundo Frei | 2022: tres imágenes

La imagen muestra a Raimundo Frei frente a las calles de Santiago

"El 2022 no solo fue un año lleno de eventos históricos y políticos que marcaran el rumbo del país, sino también fue un año que a nivel cotidiano significó una dura reinserción en los espacios públicos, donde nos enfrentamos a nuestras cansadoras maneras de convivir".

Raimundo Frei
Raimundo Frei
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En los balances que se hacen en la opinión pública priman los eventos políticos del 2022. A partir de un ejercicio rememorativo diferente, se ofrecen tres imágenes –sociológicas– para pensar el año que se nos va.

* Una entrevistada me dice que están secuestrando gente en Gran Avenida, y luego las abandonan en Cerrillos. Fue a principios de año y se correspondía con los relatos alrededor de la salida del metro Los Héroes, que estudiantes y colegas del barrio universitario contaban sobre el aumento de asaltos. Recordé esa conversación cuando un escolta del presidente experimentó situación similar en mayo de este año en San Miguel. Pero más allá de la novedad del modus operandi y su recurrencia – que parece un robo más que un secuestro –, la figura rememorada impregna el comienzo del año 2022 en términos que la mayoría de las personas volvió al espacio público luego de la pandemia, y se encontró con una ciudad más peligrosa. O, al menos, empezó a comparar – e idealizar – el momento de resguardo hogareño durante las cuarentenas, frente a lo difícil que se les aparecía la ciudad de Santiago. El año 2022 se inicia así con el miedo a lo público, y buena parte de la discusión pública se consumió luego en trabajar esos miedos y sus cifras. Metáforas caninas no faltaron. Al final del año, quizás lo más preocupante es pensar que el encierro es la única opción, y la propuesta de pasajes cerrados floreció en distintos municipios luego de la nueva legislación (decreto 196). Recientemente visite un condominio que tenía pasajes cerrados en su interior, versión claustrofóbica de los countries analizados por Maristella Svampa luego de la crisis de seguridad en Argentina (“los que ganaron”). Quizás es lo que nos espera sino se lucha por recuperar lo público, el encierro dentro del encierro.

* Apoderados se golpean violentamente en un partido de futbol en Los Ángeles. Esta imagen me saca de Santiago, y la recuerdo no sólo por el hecho en sí mismo – personas mayores metiéndose a un partido de futbol de niños para enfrentarse a golpes (en otros casos a lo largo del año hubo disparos en la misma ciudad) – sino porque a mediados de año un par de colegas me comentaban que los partidos de futbol de sus hijos los apoderados estaban realmente endemoniados. Creo que lo pensé en su momento – o quizás lo pienso ahora –, esto era un mal presagio para el referéndum constitucional de septiembre. Una convivencia quebrada e irritada. Una sociedad hastiada de sí misma y su trato, pasto seco para conflictos innecesarios. Y así nos fue. Es curioso no obstante que el año terminará con una cantidad inmensa de personas disfrutando con el triunfo de Argentina en el Mundial. La supuesta rivalidad nacional con los trasandinos más bien se vivió con alegría y sana envidia por lo logrado por ellos. Pero creo que algo había en que la cancha estuviera lejos y fuesen otros jugando el partido. Que se alejara el partido de la propia cancha por un momento.

* Las calles vacías. Hace unos días una residente venezolana hizo un video en que mostraba lo triste que era la navidad en Chile, con sus calles vacías. La apreciación puede ser injusta – no sabemos ni el lugar ni la hora – y también hay tradiciones culturales distintas en juego. En la sociedad chilena la navidad tiende a ser hogareña, mientras el año nuevo se piensa desde las calles y sus rituales colectivos. Me imagino que en otros países y ciudades será distinto. Pero la imagen me recordó, por un lado, ese diciembre de 2019 que todas las calles estaban tomadas por la revuelta, y, por otro lado, que durante el 2022 las calles se fueron vaciando paulatinamente de las protestas de los viernes, o de las movilizaciones de secundarios, o de otro tipo de grandes movilizaciones. Las calles obviamente no quedaron vacías del todo, lo que queda ahora es el comercio informal, y transeúntes apurados por contener la inflación o volver a casa. Éstos últimos lograron salir adelante el 2022, y ojalá el 24 o el 31 en la noche hayan celebrado o celebren por eso.

Todo proceso rememorativo es selectivo, deja afuera otros momentos e imágenes, y se enfoca en ciertos detalles y no otros. SI hubiera cierta intencionalidad en mi selección, diría que es solo para remarcar que el 2022 no solo fue un año lleno de eventos históricos y políticos que marcaran el rumbo del país, sino también fue un año que a nivel cotidiano significó una dura reinserción en los espacios públicos, donde nos enfrentamos a nuestras cansadoras maneras de convivir.

*Raimundo Frei es Doctor en sociología de la Universidad Humboldt de Berlín y Magíster en Filosofía Política de la Universidad de Chile. Desde el año 2020 se desempeña como profesor de la escuela de sociología de la Universidad Diego Portales. Por más de diez años fue investigador del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

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