Secciones

Más en The Clinic

The Clinic Newsletters
cerrar
Cerrar publicidad
Cerrar publicidad

Especial The Clinic

7 de Marzo de 2023

Mujeres abriendo caminos en el mundo STEM: historias en un rubro donde el 84% son hombres

Laboratoria

Valentina Muñoz, Barbarita Lara y Virginia Dias son tres mujeres que hoy se desempeñan en las áreas de ciencias, tecnologías, matemáticas e ingenierías. Desde el activismo, la investigación y el emprendimiento nos cuentan cuáles han sido sus principales dificultades para enfrentar la brecha de género en el rubro de las STEM.

Por

Valentina Muñoz, que hoy tiene 20 años, tenía 9 cuando acompañó a su mamá al trabajo, en una empresa telefónica, específicamente en el área de ciberseguridad. Esa visita cambiaría su vida para siempre. Vio correr por los pasillos a los trabajadores del lugar y, sin saber qué ocurría, se acercó a la oficina de los informáticos. “¿Qué están haciendo?”, les preguntó. “Estamos salvando el mundo”, respondieron. Fue una epifanía, en ese momento supo que quería ser una hacker.

Para Barbarita Lara (37) el convertirse en hacker era una posibilidad de romper el sistema, o al menos eso significaba para ella en ese momento. Bajo el nickname de darkbuster, comenzó a navegar en el inframundo del incipiente internet de los años 2000. Era un nombre que no levantaba sospechas de que detrás había una mujer, en un espacio virtual lleno de hombres bajando juegos piratas.

El acercamiento de Virginia Dias (40) a la innovación fue ya en su adultez. Con anterioridad se había desempeñado en pedagogía, pero nunca se había vinculado con la robótica. Hasta que junto a su esposo idearon SIMA, un robot que ayuda a los niños y niñas en la educación. Desde ahí comenzó a trabajar en el mundo de las TICs (tecnologías de la Información y las Comunicaciones).

Las historias de estas mujeres muestran cómo el área de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas o STEM (por su sigla en inglés) fueron cruciales en lo que hoy se desempeñan. Sin embargo, ellas son parte del bajo porcentaje de mujeres que en Chile se dedican a trabajar en estas disciplinas. La explicación radica en factores sociales y culturales que desincentivan a las niñas desde muy temprana edad a interesarse en estas materias.

Solo un 16% de las mujeres se desempeñan en el áreas de TIC’s

Según UNICEF solo un 18% de las niñas optan por carreras STEM en la universidad, mientras que en niños el porcentaje se eleva a un 35%. A nivel local, el Ministerio de la Mujer y Equidad de Género indica que solo 1 de 4 mujeres que ingresan a la educación superior se inclinan por áreas vinculadas a la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas.

A lo anterior se suma que en Chile solo un 16% de las personas que se desempeñan en trabajos de tecnologías son mujeres, de acuerdo a datos de SENCE. Una cifra que la organización latinoamericana Laboratoria busca revertir.

Desde 2014 se dedican a abrir espacios para mujeres en economías digitales. Laboratoria, a través del programa intensivo bootcamp, promueve la empleabilidad de mujeres en STEM. Desde la ONG, explican algunas de las razones por las que permanece la brecha de género en estas áreas: 

“Por un lado, están los estereotipos que nos han inculcado, que las mujeres no pertenecemos a este sector. Nos asocian a que debemos seguir carreras de educación, de cuidado, salud, más no otras áreas como la ciencia o la ingeniería. Es un tema un estereotipo cultural”, explica Merly Blanco de Laboratoria.

Merly Blanco de Laboratoria

“Otra de las razones por la cual no tenemos tanta presencia en áreas STEM es por la falta de roles, de modelos a seguir. Hoy en día para nosotros es sumamente importante poder resaltar que las mujeres sí estamos presentes y darles visibilidad”, añade.

Pese al panorama que presentan las cifras, trabajos e iniciativas como las de Valentina, Barbarita y Virginia buscan sumar niñas y mujeres a las TICs, ya sea desde el activismo, la investigación o el emprendimiento. En The Clinic conversamos con ellas y les consultamos cómo ven hoy la brecha de género en cada una de estas áreas.

Valentina Muñoz: “Las niñas en las STEM vivimos una doble discriminación, por ser mujeres y por ser menores de edad”

Luego de maravillarse con la computación Valentina Muñoz (llamada @chica.rosadita), ingresó a talleres de robótica y aprendió a programar en Java. De ahí no paró más. Para la joven de 20 años la brecha de género no fue el único problema que debió sortear. 

“Me di cuenta de que las niñas en las STEM vivimos una doble discriminación, no solo por ser mujeres, sino que también por ser menores de edad. Entonces, nuestras capacidades se menosprecian”, asegura Muñoz. Esto la llevó a crear la Asociación de Mujeres Jóvenes por las Ideas (AMUJI), una organización que busca empoderar a niñas y jóvenes.

Valentina Muñoz

Desde el activismo se desempeña como Defensora de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para la ONU. Gracias a este cargo pudo conocer otras realidades y reflexionar sobre un punto crucial para comprender la brecha de género en STEM.

“He tenido la posibilidad de conectar con niñas de todas partes, de países en guerra, lugares con muy poco o nulo acceso a internet. Me he dado cuenta de que cuando queremos abordar la brecha de género en las STEM, estamos hablando de reducir y eliminar la brecha digital”. La actualmente estudiante de Ingeniería Civil Informática señala que es importante hablar del acceso universal a internet y de herramientas digitales para niños y niñas.

Valentina añade que no solo se debe promover la inclusión de niñas en STEM, sino que también integrar a niños a una educación de TICs con mirada de género.

“Muchas veces es como ‘taller de robótica con enfoque de género’ y es solo para niñas. Bacán, pero también necesitamos la seguridad de que los talleres de robótica, programación, inteligencia artificial que son para niños, niñas y niñes, tengan un enfoque de género. Es necesario porque ahí vamos a dejar de verlo como una guerra o como un enfrentamiento de bandos”. 

Barbarita Lara: “Las mujeres no tienen financiamiento en los laboratorios o las investigación están dominadas por hombres”

Luego de que Barbarita Lara decidiera sumergirse en el mundo hacker de los 2000, podía perfectamente considerarse una voz en materia de ciberseguridad e informática.

Con el tiempo ingresó a la Universidad Técnica Federico Santa María para estudiar Ingeniería de Ejecución en Informática y hoy es CEO de su empresa de soluciones tecnológicas, Emercom. Además, creó el Sistema de Información de Emergencia (S!E), que permite recibir data oficial sobre una catastrofe en el celular sin la necesitad de conexión a internet.  

Lara se introdujo en la informática y decidió ir más allá e insertarse en la investigación, un área donde la discriminación a mujeres también está presente.

Barbarita Lara

“Se normaliza que el investigador jefe sea un hombre y que él se lleve todo el reconocimiento del trabajo que han hecho mujeres detrás. Muchas están haciendo cosas bacanes, pero no tienen el financiamiento de los laboratorios o bien la investigación está dominada por hombres”, señala Barbarita Lara. “Es súper difícil poner a más mujeres en las ciencias o en la investigación cuando no hay espacio para ellas”, añade.

Con el fin de visibilizar el trabajo de mujeres en la investigación, en ciencia y en informática, Lara hoy es parte de la Red de Investigadoras de Chile. Juntas han impulsado iniciativas como la creación de oficinas de género en las universidades. También tienen reuniones constantes con organismos del Estado para impulsar iniciativas que rompan la brecha de género en TICs.

“Nosotros constantemente estamos luchando y hablando con el Ministerio de Ciencia y Tecnología para plantearles por qué es importante considerar a las niñas y a las mujeres que estas áreas no sean solamente para los adultos, que existan mujeres, que exista paridad”.

Virginia Dias: “Si algo tienen en común el mundo de las finanzas y las tecnologías es la presencia de hombres” 

Desde la vereda de las startups, Virginia Dias relata que uno de los problemas que suele enfrentar es el mansplaining. “El otro día tuve una reunión de directorio y fue increíble que uno de nuestros socios me dijera ‘es que a las mujeres hay que explicarles las cosas diferente'”, recuerda.

Su carrera en STEM la inició hace un par de años, cuando gracias a Corfo creó junto a su marido a SIMA. Se trata de un robot social que funciona como compañero de aprendizaje. Es capaz de hablar, tiene movimiento y expresiones faciales. Hoy es directora en la empresa que ha puesto al droide en el mercado, pero si algo tienen en común las finanzas y las tecnologías es la presencia de hombres en el rubro.

Virginia Dias junto a SIMA

“Hoy en día yo entro a reuniones y la mayoría de mis mentores en efecto han sido hombres. Hombres con los que justamente, en algunos casos tengo que lidiar con el mansplaning”, plantea. 

Gracias a su experiencia en educación, explica que el rol de los profesores en la primera infancia es de suma relevancia para la lograr la inclusión en STEM. “En la medida en que no se promueva el interés por la ciencia en las niñas y se siga incentivando que las ciencias e ingenierías son áreas más orientadas a los hombres, el cuento se lo van a creer”, dice.

Virginia hace hincapié en la importancia de que tecnologías como SIMA tengan desde su creación la participación de mujeres y así poder acercarlas a la robótica. “Hay muchos aspectos en el diseño del producto que son importantes pensarlos para que desde su génesis tengan representatividad”, señala. Luego añade: “Nuestro equipo, no solamente está conformado por ingenieros, estoy yo que soy pedagoga, está una diseñadora UX, una investigadora en el área de interacción humano-máquina. Es increíble las miradas distintas que van aportando al diseño del producto”.

Notas relacionadas

Deja tu comentario