Martín Pradenas: las razones detrás de las 37 jornadas que durará su extenso segundo juicio oral

Este lunes comenzó en el Tribunal Oral en lo Penal (TOP) de Temuco el segundo juicio oral de Martín Pradenas, imputado como presunto autor de siete delitos sexuales (cinco ilícitos de abuso sexual y dos de violación). Esta instancia tendrá una duración de 37 jornadas y contará con al menos 100 testigos.

Cabe recordar que hubo un primer juicio contra el imputado que le había otorgado una condena de presidio efectivo de 20 años en agosto del 2022, sin embargo la defensa interpuso un recurso de nulidad a la Corte Suprema, el cual fue aceptado por esta con motivo de “falta de imparcialidad” de uno de los jueces que otorgó la sentencia.

Para la instancia actual, a diferencia de la anterior, Martín Pradenas optó por entregar su declaración sobre las acusaciones en su contra, específicamente sobre la denuncia de abuso sexual y violación de Antonia Barra que data al 2019. “Llevo 3 años preso por algo que no hice“, dijo este martes.

Duración del juicio oral

Al ser consultada por la duración de 37 jornadas del juicio oral de Martín Pradenas por los delitos sexuales, la abogada litigante María Elena Santibáñez, señaló que la definición es tomada por cada Tribunal de Juicio Oral en lo Penal “en base al auto de apertura que le llega en que puede ver cuál es la cantidad de pruebas que se va a rendir en el juicio”.

“En el fondo se hace una estimación de cuánta jornada debería durar, considerando la cantidad de prueba que está asociada, así como el horario del funcionamiento del tribunal. Entonces se hace como un cálculo promedio, cuántos testigos por día, etc. Pero igual puede variar, por ejemplo, muchas veces se estipula mayor duración de los juicios de lo que en definitiva termina durando”, explicó la profesora de Derecho Penal y Procesal Penal de la Universidad Católica.

Carlos Gajardo, abogado penal y exfiscal, detalló que esta determinación de jornadas “básicamente depende del número de pruebas que va a ser presentada tanto por la Fiscalía, los querellantes, como por la defensa. Cuando existe un número importante de testigos, de pericias, de prueba material, de documento que deben ser debidos, efectivamente un juicio oral tarda mucho más que lo que tarda un juicio menos complejo

También influye la duración de la jornada de cada tribunal. Según agrega la abogada litigante “lo que les obliga la ley es cinco horas a lo menos de funcionamiento diario” y en general hay dos horarios que operan, uno de nueve de la mañana a dos de la tarde de corrido y otra jornada de larga duración de nueve a cuatro de la tarde, con una hora de almuerzo.

Sobre el caso de Martín Pradenas, el auto de apertura recibido por el TOP de Temuco cuenta con al menos 100 testigos, por lo que considerando esto para la abogada “está bien que se hayan establecido esta cantidad de días que, por lo demás, no es un juicio tan largo en comparación con muchos, muchos, muchos, muchos juicios que duran seis meses, ocho meses, un año. Hay muchos juicios que duran eso”.

A lo que agregó que “súmale a eso el tema de que en este juicio declaró este imputado, en el juicio anterior no declaró. Pero hay un imputado, así que tampoco es tanto, el problema es cuando hay varios imputados y deciden declarar todos, ahí puedes estar una semana o más tiempo solo recibiendo la declaración del imputado”.

Dificultades de la larga duración de juicios orales

Sin embargo, María Elena Santibáñez enmarcó que “el tema de la duración de los juicios es como un problema pandémico asociado a la realización de juicio oral, porque el sistema no estaba pensado en juicios tan largos y entonces al parecer hay algo que no está funcionando”.

Para ella, una de las razones de esta dificultad “tiene que ver con la instancia de depuración de la prueba, que es ante el juez de garantía en que se ve cuál es la prueba en definitiva que se va a rendir para el juicio oral. Yo creo que ahí en general no se excluye toda la prueba debiese excluirse. O sea, en general los tribunales dejan pasar casi toda la prueba y hay muchas pruebas que a simple vista puede resultar reiterativa o impertinente“.

En ese sentido, la académica de la Universidad Católica explicó que los tiempos de tramitación de los juicios orales “al final redunda en perjuicio para todos, porque son jornadas que en que son empleo de recurso público, lo que son jornada de los jueces, de los intervinientes, de los propios imputados (…). Me parece que la cantidad de personas que tiene que estar como secuestrada en su agenda es importante”.

Esto considerando a los jueces, fiscales, abogados, defensores que forman parte de un juicio y están enfocados en ese proceso durante ese periodo, y a veces otros funcionarios como “carabineros, médicos legales” que deben esperar para declarar.

El exfiscal Gajardo sostuvo de igual manera la dificultad de “que significa un trabajo mucho mayor sobre todo para los fiscales que tienen que desatender las otras causas que están investigando mientras dura el juicio oral”.

Para el abogado otra complejidad de una larga extensión de un juicio oral recae en los tribunales, los que deben “tener la capacidad de poder llegar a una convicción después de mucho tiempo recibiendo probanza, por lo tanto por cierto para los intervinientes es una complejidad importante que el juicio sea extenso”.

Durante la duración de un juicio oral el TOP a cargo está dedicado exclusivamente a ese juicio, sin embargo, muchas veces las jornadas se ven interrumpidas por otras razones, como que uno de los magistrados tiene comisión de servicio y tiene que asistir a una jornada especial, por lo que se sesiona menos tiempo. O que se realizan audiencias cortas de lectura en medio de la jornada, por lo que se extienden los breaks.