La historia de Lumi Videla, la joven asesinada por la dictadura que fue homenajeada por el presidente de Italia

El presidente de Italia, Sergio Mattarella, aprovechó su visita a Chile para encabezar un homenaje en honor a Lumi Videla Moya (26), profesora de Filosofía, estudiante de Sociología y militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que fue torturada y ejecutada por la DINA en 1974, y cuyo cadáver fue arrojado al interior de la embajada italiana en Santiago.

En medio de una ceremonia, la autoridad europea depositó una rosa en el sitio de memoria construido el 3 de noviembre de 2014, cuarenta años después de la muerte de la joven que es recordada como uno de los casos emblemáticos de las violaciones a los derechos humanos que se cometieron en la dictadura de Augusto Pinochet.

Lumi Videla Moya nació el 11 de noviembre de 1948 en la comuna de Santiago. Cursó la enseñanza media en el Liceo Darío Salas y a los 16 años entró a estudiar Filosofía en la Universidad de Chile. Ya licenciada, entró nuevamente a la institución para cursar la carrera de Sociología.

En este espacio desarrolló un gran interés por la política y se convirtió en madre de Dagoberto, con quien pudo compartir hasta los tres años.

En medio de un operativo de la DINA para dar con el paradero del Secretario General del MIR, Miguel Enríquez, la joven fue detenida y llevada a un centro de detención ubicado en José Domingo Cañas, donde el 3 de noviembre de 1974 falleció de asfixia en medio de una sesión de tortura.

En el mismo lugar se encontraba Sergio Pérez Molina, su pareja y padre del pequeño Dagoberto. Sin embargo, hasta el día de hoy forma parte de la lista de detenidos desaparecidos.

Como Lumi contaba con un visado para viajar a Italia, los uniformados decidieron arrojar su cuerpo en la embajada de dicho país para asustar y hacer creer que su fallecimiento se había producido al interior de la sede diplomática, donde más de 250 personas se encontraban refugiadas.

Por el crimen de la joven y el secuestro calificado de Sergio Pérez Molina, el director de la DINA, Manuel Contreras, fue condenado a 15 años de cárcel, al igual que Miguel Krassnoff. Mientras que Cristoph Willike, Francisco Ferrer y Marcelo Morén Brito, fueron condenados a 10 años y un día.

Además, el exagente Basclay Zapata Reyes recibió cinco años de presidio como cómplice, y el coronel en retiro de Carabineros, Ciro Torré, recibió cinco años por el secuestro de Pérez.