Lo comido y lo bailado de Evelyn Matthei: carrete en Londres, los lentos de Adamo, erizos para una última cena y Beethoven en el adiós 

En “Lo Comido y lo bailado” de esta semana, la alcaldesa de Providencia Evelyn Matthei repasa sus canciones favoritas, los panzazos inolvidables, y una noche muy especial en la capital británica.   

Lo comido

El plato inolvidable de mi infancia es el pastel de choclo que hacía mi mamá, que como éramos muchos en mi familia era un gran esfuerzo. Además, ella era muy buena cocinera.

La mejor comilona, panzazo, banquete de la vida. Un asado al palo en Trafún, cerca de Osorno en la casa de unos tíos abuelos, quienes nos recibían en verano y eran cariñosos cono nosotros, pensando que éramos una familia de 7 personas

El restaurante al que siempre vuelvo. Le Flaubert y Carrer Nou, porque tienen comida maravillosa. Normalmente vamos en equipos de trabajo, porque se puede comer y conversar y atienden muy bien.

Mi postre irresistible. Christmas Pudding, pero me gusta comerlo en invierno, tibio, con esa mantequilla con cognac y azúcar flor y se le prende el cognac, es un verdadero espectáculo y una mezcla de sabores increíbles.

Mi última cena. Erizos y ostras, con un vinito blanco, tostadas con mantequilla y bien acompañada.

Lo bailado

La canción que me lleva de inmediato a la niñez. Más que mi niñez, recuerdo mi adolescencia con “Lady Jane” y “Satisfaction” de The Rolling Stones y los lentos de Salvatore Adamo que bailábamos en los malones con mis compañeros de colegio.

El mejor carrete de tu vida. En Londres fuimos a ver una obra de teatro, con un grupo grande, después fuimos a comer comida india, seguimos bailando y finalmente llegamos todos a nuestro departamento. Debemos haber sido unas 10-12 personas, éramos amigos muy metidos en el tema del arte y gozábamos la vida.

La canción con la que bailo altiro es “I Will Survive” de Gloria Gaynor. No hay nadie que se pueda quedar sentado sin bailar con esa voz.

Mi estribillo favorito es “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Esa canción es maravillosa, tanto la letra como la melodía y fue muy importante en Chile, todos la cantaban.

Canciones para mi funeral. Solo una y no es una canción, es “El himno a la Alegría” de Beethoven, pero con la letra de Schiller, en alemán. Aunque esté muerta la voy a entender igual. Además, fue lo que tocamos en el funeral de mi padre, porque lo único que podemos hacer es dar gracias a todo lo que él había vivido.

Evelyn Matthei, alcaldesa de Providencia.