Columna de Denisse Malebrán | Cecilia: un fenómeno que nunca se repetirá

Mis primeros recuerdos sobre Cecilia parten porque mi mamá era muy fanática. Sus canciones siempre estarán ligadas a mi conexión materna y de alguna forma marcó mi infancia.

Su espíritu siempre estuvo en salir del marco. Y al romper los limites siempre pasa lo peor, le toca bailar con la fe. Pero también se transforma en una leyenda. Ella fue una artista desde el día uno. Hizo cosas que nadie más hizo y tuvo la suerte de que el público acompañara su talento.

Fue la primera gran estrella que tuvimos. Hacía shows en el Caupolicán y llenaba estadios, no sé cuántos artistas pueden decir eso. Ella representó un fenómeno que nunca se repetirá.  Y creo que hemos sido bien ingratos en reconocer su legado, su figura, porque fue la gran estrella de la época. Recordada por su valentía al atreverse a hacer cosas que nadie más hacía. Era una figura polémica, transgresora y al mismo tiempo con una voz inconfundible. Por eso, finalmente, “La Incomparable” es la forma en que la apellidan. No había comparación.

Cecilia siempre tendrá un lugar en el corazón de la gente, pero existe un vacío. Tanto en el el caso de ella, como también con Valentín Trujillo, han sido muy ingratos en el Premio Nacional de Artes Musicales. Hace mucho rato que ella se merecía reconocimiento por lo que representa para la gente y los artistas. Sus canciones son y seguirán siendo el punto de partida. Desde ahí nacimos varias, de escucharla, haber visto cómo se movía en un escenario y la ropa que ocupaba.

En otro país, en México, España o en cualquier lugar civilizado a nivel de reconocimiento de cultura, habría estatuas de la Cecilia, y de nuestras grandes figuras. Ella, sin duda, es uno de nuestros ídolos más importantes. Estas figuras que no volverán a repetirse. No va a existir un artista como la Cecilia porque marcó un hito. Es un referente histórico. Algún día se hablará de la época de Cecilia.

Lamentablemente, por temas de salud no pudimos despedirla de una manera más grandiosa. Pero qué duda cabe que la gente la ama. Que el pueblo reconoce en ella el talento. Pero, además, la irreverencia de un artista que peleó contra todo. Contra la sociedad y la dictadura, la que se va a contar en su nueva serie.

Siempre tendremos el legado que nos deja a Cecilia: ser porfiado y perseverar. Este país es un país de porfiados que se vuelve a parar después de los terremotos, que se vuelve a parar después de las inmigraciones.

Es toda una artista tan chilena: desde el triunfo, al fracaso, de gloria y decadencia. Una leyenda. Como una estrella para hacer una película porque tiene una historia de vida que es irrepetible. La que se ve en su biografía a través de sus vivencias, en la discriminación y en los prejuicios que vivió. En cómo el país la trato.

Hoy llega una generación más joven y levanta su figura. Pero en su momento, en el trayecto ella la pasó como las pelotas. Como le pasa a la mayoría de los chilenos y ella es fiel reflejo de esa idiosincrasia.

Cecilia es y siempre será parte de nuestra historia como país.

*Denisse Malebrán, compositora, cantante y voz de Saiko.