“Siento que la cagué”: Daniel Andrade y su mea culpa por Democracia Viva

El ex representante de la Fundación Democracia Viva, Daniel Andrade, se refirió por primera vez al escándalo que estalló en torno a su figura por el denominado Caso Convenios. Este hace referencia a los millonarios traspasos de fondos que complicaron a varios organismos, militantes de Revolución Democrática e incluso autoridades del Gobierno.

El caso en particular del ingeniero civil mecánico y expareja de la diputada Catalina Pérez, apunta al convenio por 426 millones de pesos que recibió Democracia Viva por parte del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) en Antofagasta. Por este hecho la justicia se encuentra investigando presuntos delitos de corrupción.

A dos meses de que se diera a conocer este escándalo, durante una entrevista la mañana de este viernes 4 de agosto con el matinal Contigo en la Mañana de Chilevisión, Daniel Andrade habló por primera vez del caso.

“Primero aclarar que nosotros estamos muy disponibles a que esto se esclarezca, incluso si hay que llegar a un juicio”, partió declarando. Asimismo, aseguró que “aquí no se ha robado ningún peso. Todos los fondos se han ocupado para lo que el convenio se le asignó”.

La defensa de Daniel Andrade

Sobre los dichos desde La Moneda donde han calificado la situación como un hecho de corrupción, Daniel Andrade señaló que “a pesar de que nosotros nos hemos apegado a la Ley, si el Gobierno cree que es corrupción sería bueno que se ingresara alguna normativa o proyecto de ley que justifique eso, porque o si no todos los organismos privados, tanto fundaciones o empresas, que se relacionen con el Estado pueden ser indicados como corruptos cuando se han apegado a la Ley”.

Respecto a cómo se dio la relación entre el Minvu con la Fundación Democracia Viva, aseguró que primero fue el organismo estatal y el ex seremi de Vivienda, Carlos Contreras, quienes lo contactaron. “Me conversa que hay una mala evaluación de las fundaciones anteriores”, añadió, por lo que asegura les pidieron llevar a cabo el proyecto de la construcción de viviendas en la zona.

Si bien aclaró que en dicho momento como organismo señalaron que no tenían experiencia en la materia, aseguró que les explicaron que “la mayoría de las fundaciones subcontratan constructoras y la fundación solo supervisa las obras”.

“Yo no debí acceder a eso porque no teníamos la experiencia en la parte de construcción. Pero se me dijo que así funcionaba y que estaba en regla y así lo hacían otras fundaciones. Lo hacen todas las fundaciones, no solo Democracia Viva. Es un modus operandi de todas las fundaciones y que está desde gobiernos anteriores en los convenios”, añadió.

En tanto, sobre el gasto de $130 millones que eran parte de los fondos traspasados para la construcción, aseguró que “todo eso está con rendiciones que se han entregado al Ministerio mes a mes. También se gastó en sueldos. Para estas pegas a veces eran cinco o seis personas, a veces siete con sueldos con boleta. Todo eso está respaldado”.

“Yo no me gané 426 millones“

Consultado sobre su relación con el exseremi Carlos Contreras, aseguró que “no hemos trabajado en otras fundaciones. A estas alturas no sé quiénes son mis amigos. No sé si con esto me ayudaron o me cagaron”.

Daniel Andrade además hizo una autocrítica afirmando que este escándalo en parte se debió a “mi inexperiencia e ingenuidad”, precisando que “yo no no me gané 426 millones, estos se están ejecutando en un proyecto, que si no hubiésemos suspendido, se habría terminado en las fechas y las metas que se establecieron”.

En esta línea reconoció que “actué con exceso de confianza y seguridad, y fui imprudente en firmar ese convenio. Ese es el gran problema del que yo me hago responsable. Hago una autocrítica y estoy acá para dar cara y decir que cometí un error. Pero también para decir que esto está dentro del marco legal, porque también se ha dicho que yo me robé esta plata, que me la fumé y no fue así”.

Por otro lado, Daniel Andrade aseguró que el discurso del Frente Amplio respecto a cambiar la política estaba pensando desde el marketing. “Tengo una sensación de que parte de esto ha decepcionado a mucha gente y eso me duele mucho (…) parece que fue una estrategia y ahora está en entredicho”, sostuvo.

El ingeniero en tanto manifestó que cuando el escándalo se destapó en la prensa “era algo que me avergonzaba mucho. Me sentía muy avergonzado de haber firmado esos convenios. Me preocupaba un poco más que la gente supiera eso y evitar más gente dañada”. Además, en un momento de la entrevista, dijo: “Siento que la cagué”.

“Hay un error que yo reconozco (…) yo no me puedo hacer cargo de la parte del Estado. Sí me puedo hacer cargo de la parte del a firma que sí accedí”, planteó.

El rol de Catalina Pérez

Por otro lado Daniel Andrade respondió a la consulta de si efectivamente su expareja, la diputada Catalina Pérez, sabía del convenio firmado. “Catalina Pérez, la diputada, no influyó en nada en esta decisión”, afirmó en primera instancia.

Tras esto le volvieron a insistir en la pregunta, ante lo cual recalcó que “la diputada Catalina Pérez no influyó en la conversación con Carlos Contreras ni en la celebración de este convenio”.

Sobre esto relató que si bien tuvo una conversación con su entonces pareja, aseguró que “no entré nunca en el detalle” sobre el convenio. Pese a esto remarcó que “los convenios no los ocultamos nunca, lo publicamos en redes sociales”.

Respecto a la razón de no detallarle a Catalina Pérez la información, aseguró no pasó por un tema “de confianza. Yo creo que en ese momento no le di tanta relevancia. No le dije directamente, pero no se enteró por la prensa. En las conversaciones iniciales no se enteró, pero después sí cuando fue avanzando el proyecto y ya estaba andando”.

Entre otros temas abordados en la entrevista, Daniel Andrade descartó que existiera un mecanismo o una conspiración para crear fundaciones. “Yo particularmente, tengo que ser súper claro, no hablé con gente de RD para construir esta fundación, hablé con otras personas (…). De todo lo que he dicho tenemos respaldo”, sentenció.