La Ruta
11 de Agosto de 2023La ruta del Negroni: seis lugares en Santiago para tomar el cóctel más consumido del mundo
El cóctel más bebido por estos días en el mundo también tiene presencia en la capital chilena. En versiones clásicas y otras no tanto, lo cierto es que a nadie le llama la atención ya encontrarse con este aperitivo perfecto en las barras santiaguinas.
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Mucha agua bajo el puente, o mejor dicho, mucho gin por las gargantas ha pasado desde que el Conde de Florencia, Camillo Negroni, le pidió al barman del Café Casoni que le agregara gin a su vermú y que éste accediera a la petición, sumando también una rodaja de naranja el vaso en vez de la típica de limón.
Así, se supone, nacía el Negroni en 1919. Más tarde, no hay mucha precisión al respecto, tomaría su composición definitiva. Es decir, una parte de vermú, otra de gin y otra de campari más una rodaja de naranja. Todo esto dentro de un vaso corto -tipo old fashioned- con un par de buenos hielos.
Y así llegamos a 2023, cuando se asegura que el Negroni es el cóctel más consumido del mundo. Y puede ser. Ahora bien, esto no siempre fue así. De hecho, estuvo bastante perdido durante las últimas décadas del siglo pasado y el comienzo del actual. Sin embargo, de la mano del revival del gin y la cocteleria en general, primero en Inglaterra y luego en todo el mundo, volvió a posicionarse como en los viejos tiempos.
Así las cosas, jóvenes y adultos de diversas partes del planeta lo tienen hoy como su número uno. Incluso en un destino tan poco habituado a la cocteleria clásica como lo es Santiago de Chile y sus bares.
Ahora bien, hay que destacar que el Negroni tiene una ventaja por sobre otros cócteles: su simpleza. Es que al componerse de tres partes iguales de distintos productos, lo cierto es que es muy difícil equivocarse en su preparación. Solo es necesario tener buenos licores, buen hielo, la rodaja de limón y el vaso correcto. Así las cosas, con un poco de voluntad, es posible beber un buen Negroni casi en cualquier parte.
Aún así, y como siempre, existen lugares en la capital que están por sobre la media. El más claro ejemplo de todo esto es el bar Siete Negronis (El Ciruelillo 4084, teléfono 954088251, Vitacura), donde le hacen honor a su nombre y tienen siempre en carta siete diferentes negronis ($8.900 cada uno), los que conservan la base de gin y campari, pero van variando en torno a los tipos de vermú usados además de otros ingredientes como cítricos o incluso otros destilados. De esta forma, se ofrecen negronis de distinto grado alcohólico y amargor. Al final, toda una gama de alternativas que se pueden conocer en este lugar.
Pero si lo que buscan es un Negroni clásico, sin tanta parafernalia y, además, con un estilo más bien vintage en lo que respecta a su forma de servir, entonces vale la pena que visiten el Bar La Providencia (Isabel la Católica 4208, Las Condes), donde su Old Negroni ($7.500) nunca falla. Es decir, un Negroni de toda la vida, simple y perfecto; ideal para quienes no quieren complicarse a la hora de pedir un trago.
Otro Negroni destacado de la ciudad, y que se ubica un poco a medio camino entre la gran variedad presente en el Siete Negronis y la cosa más bien clásica del Bar La Providencia, es lo que podemos probar en La Vinoteca, donde en una acotada carta de cócteles destaca su muy interesante Negroni Ahumado ($8.900), en el que usan un Campari ahumado con chips de barrica de roble. Lo cierto es que para estos días fríos, se siente muy bien.
Otras muy buenas versiones de Negroni se pueden encontrar en bares como el Jardín Secreto (Alonso de Córdova 2471, teléfono 958927760, Vitacura), donde a pesar que lo que suele verse en sus mesas va por el lado de la Piscola y el Spritz, la verdad es que su Negroni no está nada de mal.
Algo similar sucede en la Cantina Montt (Manuel Montt 1201, Providencia), un lugar donde campea el trago largo y la cerveza, pero que también guarda celosamente un Negroni -elaborado con un “vermú de la casa”- que bien vale la pena una visita. Además, dato aparte, su comida de bar no está nada de mal.
Y hablando de comida resulta imposible no mencionar al restaurante Baco, que a su bien conocida y prestigiada cocina y excelente carta de vinos suma un Negroni que está al mismo nivel de excelencia de ese lugar. Como partir un almuerzo o una comida pidiéndolo.
Como pueden ver, los Negroni abundan por estos días en Santiago y no es fácil dar con el mejor, porque más allá de ser un cóctel clásico, éste también aguanta ciertas interpretaciones y flexibilidad a la hora de prepararlo.
Por lo mismo, no queda más que seguir moviéndose por la ciudad en busca de ese Negroni perfecto. ¿Existirá? Según un amigo es imposible, ya que a la calidad de la factura y la interpretación de la receta original hay que sumar la variable de qué gin, vermú y campari escoger; lo cual nos lleva a su vez a un espectro de alternativas casi infinito. Y bueno, ahí está la gracia, porque al parecer esta búsqueda jamás acaba.