“La última tentación de Cristo”: la polémica película de Scorsese que en Chile fue censurada por la dictadura

Hace 35 años se proyectó por primera vez “La última tentación de Cristo”, la obra más controversial del director Martin Scorsese que fue acusada de blasfemia y que incluso fue censurada en Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet.

Esta prohibición hizo que el Estado fuera acusado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de violar los artículos 12 y 13 de la Convención Americana De Derechos Humanos, correspondientes a la libertad de conciencia y religión y libertad de pensamiento y expresión, por lo que exigió la modificación del ordenamiento jurídico interno de nuestro país para suprimir la censura cinematográfica.

La cinta estrenada en 1988 generó polémica en la comunidad católica debido a que estaba basada en el libro del escritor Nikos Kazantzakis, el cual muestra a Jesús de Nazaret de una forma completamente alejada a lo que dice la Biblia, con emociones como la culpa, el miedo e incluso la lujuria.

Aquello hizo que el filme se haya convertido en una obra “de culto”, ya que las pocas salas de cine que se atrevieron a exponerla terminaban con manifestantes con carteles insultando y escupiendo a quienes ingresaran a verla.

La controversia fue tan grande que el 21 de octubre de 1988 explotó una bomba en un cine en Francia, dejando un saldo de once heridos. En ese mismo tiempo más de 10 mil personas se manifestaron afuera de los estudios Universal y la organización conservadora Tradición, Familia y Propiedad pagó una página completa del periódico New York Times para llamar a un boicot.

La película protagonizada por Willem Dafoe, contó con un variado elenco con distinguidas figuras de la época como Harvey Keitel Verna Bloom, Paul Greco y hasta el mismísimo David Bowie que hizo de Poncio Pilato.

Sin embargo, todo indica que la responsable habría sido Barbara Hershey, la aclamada actriz que interpretó a María Magdalena y que a principios de los setenta le regaló a Scorsese la novela de Niko Kazantzakis.

Desde entonces el director de cine se habría obsesionado con un Jesucristo que en el libro era expuesto como un personaje torturado, que luchaba contra sus propias debilidades y que estaba atormentado por las tentaciones.

Especialistas aseguran que ninguna película haya causado tanta conmoción, discusiones y prohibiciones durante las últimas décadas del siglo XX como “La última tentación de Cristo”. Sin embargo, todo aquello no frenó que generara rentabilidad tras recopilar más de 33 millones de dólares.