Desfragmentando a iCata: “Me asusta un poco la tele. Te da esta hambre de querer siempre ir escalando”

Veintisiete días estuvo iCata en “Gran Hermano”. Con más de un millón de seguidores en Instagram y casi 900 mil en TikTok, la joven -cuyo nombre es Catalina Salazar- ha enfrentado una exposición que no la ha incomodado en sus más de diez años de carrera como streamer, pero su paso por el reality de Chilevisión la sorprendió.

“Como que sabía (que iba a tener una sobreexposición), pero no pensé que iba a ser tan así“, reconoce la periodista de 28 años a The Clinic. Y agrega: “La verdad, lo encuentro súper loco, porque ahora cuando alguien me reconoce en la calle, no va a pedirme una foto o decirme ‘qué lindo tu traje’, por los cosplay o por el juego, sino que se acercan a decirme cosas sobre mi personalidad”.

“Entonces, aún me extraña un poquito que se acerquen y me digan lo mucho que las representé, lo bien que lo hice. Me suelen decir harto ‘lo hiciste muy bien’, pero ¿qué hice bien? Para mí fue ser yo no más“, reflexiona.

La principal razón que llevó a Catalina Salazar a ser parte de “Gran Hermano” fue que “no quería que me la contaran”. “Quería vivir la experiencia propia y la viví. Hice de todo, estuve nominada, me salvaron, salí Líder, salvé a una compañera, conversé con todos mis compañeros cosas muy profundas, y los conocí en muy poco tiempo, muy en profundidad, y creo que eso no lo logra cualquiera en un reality, y estoy muy orgullosa por ello”, dice. 

“Creo que entré tan segura este año de quién soy, de la gente que me quiere y me apoya, que sabía que, aunque me mandara una cagada grande, nada iba a cambiar en mi vida. De hecho, por eso entré, porque nunca había estado tan segura de mi círculo cercano, de la gente que me quería y de quién soy ahora. Ahora que tengo 28 años puedo decir que estoy segura de quién soy y de cómo me expreso, cómo me represento y cómo me identifico. Por eso entré al reality”, asegura.  

De Catalina Salazar a iCata

El ecosistema donde se desenvuelve iCata está compuesto por las redes sociales, los cosplay y los videojuegos, mundo que empezó a explorar a los 15 años, cuando algunos de sus amigos estaban adentrándose en “League of Legends” y comenzaron a no contestarle sus mensajes de Messenger.

“No entendía por qué nunca me respondían, y era porque estaban jugando en línea. Y me decían: ‘No podemos ponerle pausa’. Les pregunté: ‘¿Qué están jugando?’. ‘League of Legends’. ‘Okay, me lo voy a descargar’. Y ahí partió todo”, recuerda la gamer oriunda de Loncoche.

Tras ese primer acercamiento, los amigos de la entonces adolescente le dieron la idea de crearse un perfil en Twitch, una plataforma relativamente nueva en ese tiempo que permitía realizar streamings. “Estaba en el colegio todavía, en 3º o 4º medio, y un amigo empezó a ver Twitch. Él me dijo: ‘Oye, deberías hacer Twich, porque es transmitir y así la gente te ve como juegas’. Yo no entendía nada”, reconoce, pero terminó por hacerlo.

Fue después de disfrazarse de Katarina, uno de los personajes del juego, que tomó la decisión. Así fue como Catalina se convirtió en iCata, nombre que, a diferencia de lo que muchos creen, no tiene que ver con la serie iCarly, de Nickelodeon, sino que era una simple referencia al mundo de internet.

@icata3

♬ Cat Lick – Moon晓月🌙

“Me acuerdo de que tenía un computador Junaeb que le habían regalado a mi hermana y me lo heredó, pero como el juego es livianito, corre en cualquier cosa. Ahí empecé a jugar League of Legends. Un día prendí el stream y empezó como agarrar fuerza en el mundo del stream y ahí me cree Instagram y todo”, relata.

Pese a que muchos consideran que el gaming podría tener un ambiente machista, la misma iCata ha dicho que no lo ha vivido así. De hecho, tuvo dos “padrinos” que siguen siendo sus amigos hasta el día de hoy: Wingz y Rakyz. “Son dos amigos muy cercanos, y lo hemos sido durante muchos años, y fueron las dos personas que al principio me apoyaron mucho”, afirma.

Las oportunidades que llegan tras el gaming

Los juegos y el cosplay cambiaron la vida de Catalina Salazar, ya que fue gracias a eso que comenzó a recibir diferentes oportunidades de trabajo, por lo cual hoy su currículum cuenta con un variopinto listado de lugares donde se ha desempeñado.

Además de trabajar en el modelaje y ser seleccionada nacional de gimnasia rítmica, tras terminar el colegio se unió al programa de Canal 13, “Proyecto Miss Chile“, conducido por Tonka Tomicic, y que contó con la participación de Angélica Castro, Rubén Campos y Luciano Brancoli como jurados. Sin embargo, pese a avanzar hasta el capítulo 10, Catalina Salazar no logró la corona, que fue para Camila Andrade.

Un tiempo después, y a través de Facebook, recibió otra invitación, esta vez de un ejecutivo de Fox Sports, para participar en un casting para el programa Fox Player. “(Me preguntó) Si iba a Santiago, y (yo le dije) ‘pucha, yo soy de Temuco y viajar es un gastadero de plata’. En ese tiempo andar en avión era súper caro, así que andaba en bus. Él me dijo que si iba a Santiago que fuera a conocer el canal, ni siquiera ir al casting”, narra.

@icata3 これ、それ、あれ！Muy útiles cuando tenemos poco vocabulario aún :3 #japones ♬ sonido original – iCata

La fecha coincidió con un viaje, por un trabajo de modelaje que tenía programado, por lo que decidió aceptar la invitación y la sorprendieron con una prueba de cámara, que finalmente le dio el empleo, donde estuvo por más de dos años animando el programa en vivo.

En esa época, iCata mantenía su cuenta de Twitch, sin embargo, no era constante en actualizarla, pues para ella seguía siendo un hobby. “Como hacía otras cosas, siempre tuve que trabajar. Twitch me generaba muy poca plata antes, y bueno, ahora también”, bromea. “Al principio nunca pensé en la plata, pero después obviamente tenía que pagarme la universidad y tuve que empezar a trabajar full”, añade.

Y es que la comunicadora siempre sintió una “responsabilidad económica” con su familia. “Me daba miedo quedarme sin sueldo. Decía: ‘¿Y si no me sale una oportunidad, un trabajo…?’. Nunca digo que no a un trabajo, porque siento que no me va a salir otro, es un miedo que he tenido siempre”, reconoce.

De Chile al Barcelona

Pero a pesar de los temores, en 2019 apareció una opción en España para unirse al eSport del Barcelona. “No la busqué, fue una oportunidad que me dio la vida. Y la tomé, porque cuando se da una oportunidad así de importante, no puedes decir que no. Por último, para intentarlo y no quedarse con la duda, porque te mata después”, dice.

iCata y su padre viajaron a Barcelona, cumpliendo el sueño de ambos. “Primero llevé mi papá de viaje a Europa, que nunca había ido. Me dieron un departamento para vivir allá con dos piezas, me pagaban los pasajes a todas partes para trabajar, fui a ver a Messi jugar, y soy muy fanática de él… Viví una época muy linda del Barcelona allá”, cuenta.

“Cumplí muchas metas, pero lamentablemente, las metas a mí no me llenaron y me di cuenta muy después eso. En realidad, me vine por vacaciones, por Navidad, e iba a volver. Dejé todas mis cosas allá, pero justo pasó la pandemia… y nunca volví”, recuerda.

Finalmente, su papá fue el encargado de traer sus cosas y negociar su salida. De hecho, según Catalina Salazar, hasta el día de hoy, él conversa con sus exjefes del Barcelona.

iCata y la televisión: “Quizás no es un mundo para mí”

El reality fue su más reciente desafío, fuera de su zona de confort. Pero a diferencia de algunos participantes de “Gran Hermano”, que buscan que su paso por el encierro les abra la puerta a una carrera televisiva, la TV y una carrera en la animación no están dentro de su meta inmediatas, pese a que ha tomado ofrecimientos en el pasado, como su participación como notera en el matinal “Bienvenidos” y su trabajo en el backstage de “¿Quién es la máscara?”.

“Nunca tuve una mala experiencia en tele, pero siempre veo a veces rostros como que no me inspiran. Siento que mucha gente de la tele… se vuelve como muy, no sé cuál es la palabra correcta, pero creo que podría ser como avaro, no en tonos de dinero, sino que en temas de siempre querer más“, dice la comunicadora.

“Siento que en televisión a veces ves animadores que llevan 20 años y pueden tener hijos y todo, pero su cosa primordial es siempre la televisión, ser el mejor animador y hacer un programa mejor. O brillar de una u otra forma. Siento que no me quiero convertir en eso“, explica iCata.

“Me asusta un poco la tele. Te da esta hambre de querer siempre ir escalando, cosa que en redes sociales no me pasa. Quizás no es un mundo para mí”, comentó. “Nunca fui de las personas que pelea por el estrellato, por así decirlo. No soy competitiva. Entonces, a veces, cuando estoy en tele, si no me hacen hablar, no hablo, porque no soy de meter la cuchara. Soy más piola, y me gusta destacar en mis propias cosas”, cierra.